viernes, 30 de noviembre de 2007

Teletontos:

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Sacando de la Dieta Antropófaga a un Puñado de Niños y Ganando Millones a Cambio.


Hoy comienza en Chile la Teletón, megaevento caritativo organizado por todos los canales de televisión abierta del país. Quizá es el mejor momento para referirse a la televisión, a los medios de comunicación de masas y a la televisión chilena en particular.


Las Críticas a la Televisión.


Todos coinciden en la banalidad de los contenidos que se exhiben por televisión. Cuando ésta fue inventada se pensó que iba a producir una revolución en el conocimiento humano al poder alcanzarse audiencias masivas a un costo muy bajo. Nuestra generación ha asistido a un momento muy parecido: Las promesas mesiánicas de Internet enfrentadas a la descarga cotidiana de videos de pastelazos.


Sin embargo un porcentaje ínfimo de la oferta televisiva escapa a la tendencia alienadora, banal y evasiva de la televisión del mismo modo que una minoría utiliza internet en actividades edificantes. Los empresarios de la TV se respaldan en el rating, ellos exhiben lo que se quiere ver. En la Internet, donde la oferta es ilimitada, las visitas y descargas demuestran que lo empresarios tienen la razón. Vox populi vox dei; sólo erigir un neo autoritarismo podría fundamentar una política cultural antidemocrática.


El grave problema de los contenidos de la televisión abierta es que los habitantes más vulnerables que no pueden elegir sus contenidos en la Internet o en la Televisión pagada, y que carecen de distracciones interactivas, quedan cautivos de la programación de televisión abierta. No quiero decir que los medios influencian de tal o cual modo a las personas pero sí que se transforman en la ventana con el cual miran el mundo millones de personas.


Es bueno entonces, desde un prisma democrático, que los televidentes participen de aquello que se les exhibe pero acaso ¿No es eso lo que ocurre? Cada vez que la televisión abierta se aleja de las mujeres semidesnudas, los balazos, los llantos y los accidentes de tránsito, es el público quien castiga cambiando de canal. El problema es que todos los oferentes buscan cautivar al mismo telespectador en vez que segmentarse y dirigir mensajes a públicos específicos. Esto último está ocurriendo pero no en los horarios conocidos como prime. La única excepción conocida es el programa de discusión "Tolerancia Cero" de Chilevisión.


La televisión digital obligará a la segmentación pero tal distribución de mensajes no necesariamente significará una diversidad en dichos mensajes. Puede cambiar el modo en que se presentan los temas o los temas mismos pero no necesariamente la orientación política y cultural de ellos.


El problema de la televisión entonces es que sólo cumple una función de entretención para el televidente y quien exige más de ella carece de una oferta para saciarla. En tal problematización existe un consenso entre todos los que han pensado sobre la TV. En lo que no existe consenso, y por lo general se confunde con lo primero, es sobre la causa de que una demanda de una parte importante del mercado no pueda ser satisfecha y sobre qué reformas podemos implementar para dejar que el mercado opere. La visión escéptica sobre el mercado autoregulado en éste punto ha llevado a muchos a proponer de plano la intervención estatal de la televisión.


Pero ni los sistemas de televisión estatal ni los sistemas de mercado regulado satisfacen a los críticos. Una televisión fuertemente regulada en sus contenidos es un fuerte aliciente para suscribirse a o interceptar canales de televisión extranjeros, o a migrar a otros medios como la Internet, los vídeo juegos o el DVD.


Por otra parte una gran diversidad de mensajes impide que los medios operen como una plaza pública y de este modo sujetos que comparten el mismo barrio y la locomoción colectiva pueden terminar viviendo una vida disociada.


La falta de comprensión de la relación jurídico económica que se da entre empresa de televisión y televidente es a mi juicio la causa de la incomprensión del fenómeno televisivo y lo que impide su reforma. Esta incomprensión crece geométricamente al mezclarse con la incomprensión generalizada que existe respecto de las instituciones jurídicas - económicas en general y de su instituto supremo, el Estado.


Explicar el Derecho y el Estado a los Legos.


Para los abogados legos son todos los demás. Aunque desde la sociología se pretenda reivindicar a la sociología del derecho; la historia a la historia del derecho y la filosofía a la filosofía del derecho, ciertos asuntos siguen siendo patrimonio exclusivo de los abogados y un terreno inexpugnable para los legos.


Es en este terreno es dónde se asienta la teoría pura del Derecho y la teoría jurídica del Estado del vienés Hans Kelsen.


Esta teoría no es hegemónica dentro del Derecho, incluso no se enseña por principio en algunas facultades porque negaría el principio elemental del Derecho Natural, esto es que la función del Derecho es la materialización de la Justicia.


Para Kelsen Derecho y Justicia son cuestiones completamente distintas e incluso, inconexas: Podemos saber qué es el Derecho y sin embargo nunca sabremos lo que es la Justicia.


La crítica usual a Kelsen es que construye una teoría meramente formal del Derecho sin preguntarse sobre su contenido pero eso es tanto lo que pretendía como lo que hace su tesis sólida y útil. El Derecho para Kelsen es el ejercicio del poder legitimado y la suma de todo el poder legitimado es el Estado.


En su "teoría del Estado" comienza criticando con fervor a las teorías "sociológicas del Estado" y en especial a la más sólida construida hasta ese momento: La teoría del Estado de Max Weber. Las teorías sociológicas concluyen en un dualismo entre Estado y Sociedad en el cual el primero es una institución creada por la segunda. Si eso fuera así, la Sociedad podría darse el Estado que quiera en el momento que quiera y con las limitaciones que quiera. Esto ocurre sólo si asumimos previamente que la ideología liberal democrática es una realidad sociológica. Desde luego esto no es así y Sociedad y poder van de la mano del mismo modo como el poder se encuentra asignado asimétricamente en la población. Ya que no existe un estado previo, algo así como el estado de naturaleza de los pactistas, en que todos los hombres se den un Estado para que los gobierne; el Estado moderno se erige sobre la estructura de poder asimétrica que le es legada por las monarquías, y en ese sistema asimétrico busca permanentemente su legitimidad sin democratizarse. No existe una "sociedad civil" que pueda controlar al Estado sino que las ONG, por ejemplo, disponen de poder en la estructura jerárquica y autorreferente de la legalidad moderna y ese poder está limitado por un poder superior y así sucesivamente. El poder que disponen las ONG lo ejercen sobre otros que disponen de menos poder que ellos y que se encuentran en una situación o de dependencia o de vulnerabilidad ante ellos. Las ONG producen normas jurídicas, es decir, ejercen un poder legítimo. La legitimación se obtiene en un proceso, es decir, en un conflicto. Quien vence en ese conflicto legitima sus decisiones y lo que se entiende previamente legítimo siempre es posible de cuestionarse.


No existe por lo tanto un catálogo de leyes que sumadas sean la legalidad de un Estado Nacional sino que las normas jurídicas se establecen en un conflicto cotidiano que es político y económico.

Dicha las cosas de ese modo los sociólogos, los filósofos y los antropólogos saben mucho menos de el Derecho de lo que son capaces de admitir y eso explica que luego de sendos análisis concluyan de que hay que dictar tal o cual norma. Pero no son todos ellos los que están equivocados como tampoco todos los abogados son conscientes de lo que acabo de señalar. Antonio Gramsci ya tenía un concepto de Estado Ampliado en la época que Kelsen construía el propio y autores actuales (Arrigui, Hopkins y Wallerstein) aplican un concepto muy similar.


Reconocer el poder en nuestra sociedad, tanto el que se ejerce en nuestra contra como el que ejercemos nosotros, la asimetría de ese poder, el carácter transnacional de ese poder, es el primer paso para separar ideología de ciencia social es decir, lo que queremos que sea la sociedad de lo que es la sociedad a nuestro pesar. No existe ni democracia ni justicia. Estamos sujetos al Derecho y somos sujeto de Derecho. El Estado es un subconjunto de la Sociedad en que se reúne todo el poder legítimo de ésta y sólo utilizamos ese concepto para poder entender mejor a la Sociedad porque Estado y Sociedad son inseparables.


Las Normas.


Sin embargo el poder se encuentre en permanente conflicto existen áreas en dónde se establece una regularidad que muchas veces se confunde con el Derecho positivo. Cuesta discernir si se respeta tal norma por que existe un castigo asignado para su contravención o si se respeta porque culturalmente no cuestionamos su vigencia. Este fenómeno sirve para que los ideólogos de la modernidad señalen de que el Derecho es generalmente observado y excepcionalmente contravenido. Desde luego que si legislamos señalando que para el territorio nacional regirá la ley de gravedad salvo declaración expresa en contrario, tal norma será regularmente observada pero eso no dice relación con que el sistema de control del Estado, o control social, sea eficiente. Sólo dice que se ha legislado sobre lo que ya por fuerza es regular, y en el ejemplo irrevocable.


Debería ser regular que cada quien utilice el transporte público pague su tarifa y el único modo en que se transforme en regular tal conducta es internalizando la norma mediante un sistema de disciplinamiento o de culturización interesada que programe al individuo desde la infancia para que no considere la opción de no pasar su tarjeta en los pórticos. Una campaña similar se realizó en Chile a finales de los setenta y principios de los ochenta, en plena dictadura, con el pago del IVA vía incentivos de exigencia de la boleta a los comerciantes: La Tomboleta.


El éxito de la Tomboleta sumado a un férreo control de los fiscalizadores del Servicio de Impuestos Internos, significó que hoy la evasión tributaria sea excepcional sin que exista ni la campaña de incentivos ni la campaña de castigos: Hoy es regular que los comerciantes den la boleta y que los clientes la exijan.


Del mismo modo hasta hace algún tiempo era regular que las personas pagaran sus deudas o los bienes que consumían o sacaban de los almacenes. El Derecho positivo siendo el mismo ha debido enfrentar el desvanecimiento de los principios culturales de la sociedad de consumo y la contención político criminal que se intenta hacer, sumado a las campañas moralizantes, sólo brindan un espectáculo patético de la impotencia de todo el Derecho y de todo el poder en contener ciertas conductas masivas cuando pierde la vigencia el cemento cultural que las hace obvias.


Fuera de este ámbito de regularidad existe otro que podríamos denominar convencional y que depende de la aplicación inmediata de los valores culturales más sólidos de nuestra sociedad: El ejercicio del egoísmo.


Doy para que me den no es un principio de la naturaleza humana pero sí es un supuesto del humano de nuestra sociedad y cada vez que se intenta una política que olvide este principio, independiente de las campañas moralizantes y penalizadores que se intenten, nos dirigimos a un inevitable fracaso: Obedecemos las normas de tránsito porque son obvias como las desobedecemos con frecuencia cuando dejan de parecernos así. No traspasamos el eje de la calzada sin visibilidad por altruismo sino porque queremos seguir viviendo.


Este ámbito de regularidad contractual es lo que podríamos denominar regulación económica de la sociedad y es aquello que algunos juristas denominan el sentido común puesto por escrito.


Pero el Derecho positivo más conocido es precisamente el que se aleja completamente del sentido común económico y de la regularidad cultural: Aquí tenemos a los DDHH, al Derecho "Social" y al Derecho Penal.


En éste sector es dónde lo que conocemos por Derecho muestra su mayor debilidad. No se trata de normas que se respeten o que se castigue a los que las incumplen sino que se trata de solamente de literatura - mala literatura - que sólo sirve como ideología en el sentido marxista1 del término.


Los DDHH no se respetan y no se respetan en NINGUNA parte. Decimos que existen ciertas "islas" en dónde sí se respetan pero en esas islas se comen alimentos, se usan vestidos y se utiliza energía obtenida mediante la esclavitud, el tráfico de seres humanos, el trabajo infantil, la polución ambiental y la desprotección social.


Las leyes "sociales" que surgieron para regular el libre mercado es decir, para ponerle el cascabel al tigre, han demostrado como sirven sólo donde no se necesitan y fracasan cada vez que se necesitan. Se protege a los trabajadores allí donde los sueldos que ofrece el mercado son mayores al nivel de subsistencia y el desempleo es evitable, y sin embargo nunca se respetan allí en donde hay un salario mínimo legal que a penas alcanza para subsistir y un desempleo generalizado.


El Derecho penal por su parte es arbitrariamente selectivo tanto en su criminalización primaria como secundaria de modo tal que se aplica para el cumplimiento de fines completamente diversos a los oficialmente reconocidos en incumplimiento flagrante de los DDHH.


Quién es el Cliente de los Medios.


El cliente siempre tiene la razón por eso es importante preguntarse, una vez que ya respondimos lo anterior, quién es el cliente de las empresas de televisión para saber a quién intentan satisfacer.


Como decía Rousseau, la ignorancia nada engendra, sólo el error es funesto. Nuestro error en éste punto nos hace exigirle a los medios el cumplimiento de normas imposibles de cumplir y el error en lo anterior (sobre qué es el Derecho y qué es el Estado) que a nuestros gobiernos formales le exijamos que dicten leyes literarias en ese sentido. Toda la energía que utilizamos en convencer y asociarnos la apostamos a un número que ni siquiera se encuentra en la ruleta.


Los medios de comunicación tienen por clientes a sus avisadores y los avisadores son las empresas que disponen de mayor dinero - poder y que les pagan lo que sea necesario para que capturen nuestra atención para poder ofertar sus productos. Para tal fin nos manipulan groseramente para que los prefiramos a ellos en desmedro de otros mejores o que consumamos productos innecesarios o lisa y llanamente fraudulentos.


Si la publicidad de los productos consistiera únicamente en describir las características de ellos para que el consumidor decida racionalmente, tal actividad debería realizarla un órgano imparcial o debería estar estrictamente regulado el operar de los productores en ese sentido, esto no es así.


Los medios cuando no están vendiendo productos están vendiendo la sociedad de consumo y por ese trabajo es que los avisadores les pagan suculentos cheques.


Si la televisión digital permite la diversidad de contenidos la torta de los avisadores seguirá siendo distribuida entre aquellos que harán lo que sea necesario para capturar la atención del televidente y de venderle productos al mismo tiempo.


Si se pretende regular a la televisión en nuestra actual sociedad dilapidamos ingentes cantidades de energía sin obtener nada a cambio. Si estatizamos a los medios, cómo lo que hizo Chávez con RCTV, los gobiernos tendrán que hacer cualquier cosa mediante sus bufones mediáticos para capturar la atención de los televidentes para que puedan publicitar sus políticas. Si fracasa en tal tarea otro canal, cualquiera, asumirá la misión de captar la atención del público a cualquier costo para vender productos y legitimar a la sociedad de consumo.


Regular a la televisión y democratizar los medios pasa entonces por democratizar a la sociedad, aminorando la asimetría de poder que existe, estableciendo un sistema económico que alimente a la población mundial existente y que sea distinto al feudalismo corporativo asentado en una cultura del consumo desenfrenado y banal.


La Teletontera.


Estaría demás criticar a la Teletón pero no hay que hacerle el quite al bulto. Para quien no haya pensado con detalle el punto viene el siguiente desarrollo:


1º Si existiera un interés de ayudar a los niños discapacitados se crearía una institucionalidad que los ayudara a ellos y que se pagara con fondos generales de la nación obtenidos por impuestos. Las empresas, que ayudan, no sólo lavan imagen, hacen publicidad a sus productos, venden sus productos en condiciones ventajosas y a un mayor precio durante dura la campaña, sino que además al donar una parte ínfima de sus utilidades obtenidas durante esa campaña, tal donación elude el pago de impuestos impidiendo que el gobierno pueda asistir en las carencias que tienen éstos y otros necesitados.


2º La filosofía de la solidaridad encubre la trágica antropofagia de nuestra sociedad en dónde unos se alimentan de otros.


3º Para quienes no les hace efecto la filosofía de la solidaridad se les vende conjuntamente un producto alternativo: La filosofía del "esto es mejor que nada". En rigor nada es mucho mejor que esto puesto que la asimetría de poder es la que genera la antropofagia y actividades como éstas son las que permiten que la asimetría se consolide y se refuerce. La antropofagia no cambia porque saquemos a los niños discapacitados de la dieta.


4º Los vendedores de productos refuerzan su posición y capitalizan su solidaridad en imagen la que luego revenden en su negociación de sueldos, en su participación en campañas, y en eventos públicos y privados.


5º Tanto la TV como las empresas muestran un lado amable que les permite vender a sus productos y a la sociedad de consumo con más efectividad que nunca.


6º Los millones que se exhiben en un letrero son una pequeña parte del total obtenido en esa operación la que se realiza sin ninguna fiscalización. Al ser una actividad "privada" nadie busca irregularidades y posibles actos de corrupción. Al actuar todos, se produce un régimen de omertá en que el que diga algo será expulsado de inmediato del paraíso mediático.


La impunidad con que actúan los medios y la TV en particular es un buen ejemplo del carácter ideológico del concepto Estado de Derecho: Un sistema en que la Sociedad controla al Estado, el Estado se autocontrola, y el Estado controla a los poderosos de la Sociedad. Tal equilibrio es una patraña. Los medios tienen un poder tal que impide que sean controlados y son la cara visible del feudalismo corporativo que nos rige. Los poderosos imponen sus términos en un sistema conflictivo en que se conjuga lo económico, lo cultural, lo endocrino y lo hipotalámico, pero en el que aún tenemos una cuota de poder y libertad que podemos utilizarlos para tornar la tragedia en drama.

Notas:

1 Me refiero al concepto que utiliza Marx en la "Ideología Alemana": Una idea falsa de la realidad destinada a encubrirla.

Transmisiones Indiscretas.


Este “cuento” fue escrito en 1997 y se lo transcribió en el año 2000 en que se le hicieron algunas modificaciones. No se había intentado publicar ya que parece banal pero, no hay temas banales sino que formas banales de tratar los temas.


Es difícil contar ésta historia. Como ninguna es conocida por todos pero al faltar una letra o una frase para relatarla públicamente ha quedado guardada en cada uno de nosotros entre una maraña de recuerdos, que a veces se transforman en sueños o pesadillas que olvidamos al despertar.

Pero por favor acordémonos de aquel 31 de Diciembre, más bien del final de ese día y el comienzo del siguiente año. Se llegó por vez primera al cien por ciento de raiting, quiere decir que no puede usted, decir que no lo vio pero sí le creeré si dice que no se acuerda.

Pero cómo cantamos tal melodía, ¿en que momento entramos si nadie se atreve a dar los primeros acordes de la música de fondo?

Comenzaré por refrescarle la Memoria. Durante más de treinta años trabajé en la televisión - no digan que no se acuerdan de mi, estuvieron obligados a escucharme, hasta encontrarme simpático- estuve en los duros tiempos - del blanco y negro- hasta el pasado primero de Enero. Cierto es que hace mucho me encontraba trabajando con un perfil bajo, estaba aburrido de ser el centro de atracción y cada cierto tiempo aparecía de voz en off en los matinales de la mañana, de la tarde y de la noche; se me cambiaba la voz en cada uno de ellos y los pocos que sabían tal juego lo celebraban más que un triunfo de "la Roja". Se preguntará Ud. Señor lector de porqué alguien se puede aburrir de la fama, sin duda Ud. creerá que le estoy mintiendo y que estoy inventando ese cuento de la omnisciencia, pero no, la televisión era toda una familia, bueno es toda una familia puesto que yo fui expulsado de aquel océano de pirañas. Una familia emparentada con las tres familias nacionales que algunos suspicaces ya habrán pensado que es una sola. Disfrutaba hace unos meses el rol de pater de ésta gran alianza y controlaba todo cuanto aparecía y había aparecido en la caja chica desde hace más de treinta años; con ello cual gran hermano "sugería" desde las conversaciones de las viejas guatonas mientras hacían pan amasado hasta la nómina de los futuros jueces de la Suprema. Mientras Ud. buscaba libertad con su control remoto yo me aseguraba que vieran, escucharan y sintieran lo que a mí se me antojaba y desde mí sofá apretaba los botones del teléfono para tener algo entretenido para las noticias de la noche. Hacía Zaping con Ud. ¿Cómo dejó de ser entretenido?. Bueno, ocurre que no es difícil aburrirse teniendo en la mano la varita mágica, ¿Y cómo los demás no se aburren?, es que los demás nunca han tenido la varita, sólo yo podía estar dentro y controlar. Quienes disputaban mi poder siempre criticaban ante el "Consejo" que a mi me gustaba mucho la farándula, que no es digno del jefe ensuciarse las manos. Me defendí siempre como gato de espaldas y logré que los viejos me renovaran la confianza con el gastado argumento de la televisión es el futuro, el poder y que sólo desde dentro, pareciendo uno de ellos podría comprenderla. ¿Para qué comprender si basta dominar? me replicaban mis adversarios: Para dominarla más cabalmente era mi respuesta.

Los viejos del consejo tenían una confianza ilimitada tanto en mí como en ellos mismos. Mi bajo perfil televisivo era visto como el anuncio de mi retirada táctica, el fin de mis jugarretas y un futuro próspero en el consejo. Me habían permitido esas insolencias porque había demostrado con creces mi jerarquía y por que mi pedigrí los obligaba a llamarme niño terrible en vez que cabro culiao. Disculpe señor que diga garabatos es que aún es placentero decirlos después de treinta años en la televisión. Bueno, donde iba, ah, si, los viejos me daban y daban hilo porque aunque tuviera toda la baraja ellos habían entregado los naipes marcados. Nunca recibí más que sus sonrisas pero había visto morir a tanta gente luego de haberles desobedecido que no era necesario ser adivino que hasta yo estaba en peligro. Pero fue luego de una infernal resaca que comprendí que o yo estaba muy viejo o que todos muy niños. Me encerré en el baño como de costumbre, desarmé una toalla higiénica y me inyecté gel sec como de costumbre, miré mis ojos y brillaban más azules que nunca, volví a la pista de baile y en su barra pedí un emulsionado doble babylee:

- Con hielo o sin...
- Seco - le respondí, mientra tosía.
- Seco le puede caer mal señor.
- Mira saco de huea. Cuando alguien pide un largo de aceite emulsionado tu debes servirlo y no preguntar huevadas. Si me das de elegir debes atenerte a tus consecuencias.
- Pero señor pregunté de volao que soy no más, si no le echo hielo capaz que...

Bastó una intensa mirada para que el joven me trajera en vaso con su frío contenido blanco, cortado en el fondo con tres cubos grandes de hielo seco. Lo miré a sus ojos, sentía más miedo que cuando me lo había violado a sus cortos - pero sensuales- nueve años. De un salto cambió el vaso por uno de emulsionado sin hielo. Tomé el contenido al seco, cerrando un ojo le ordené que limpiara mis bigotes con un gran beso. Saltó la barra hacia mi lado y me dio su espalda, se bajó los pantalones esperando recibir su merecido vaso en el culo. Casi se desmaya cuando golpeé el vaso en la barra indicándole que no habría castigo, le di una propina lo que hizo que la música se detuviera, la nueva modelo del venga conmigo se sacó la verga de burro que había estado chupando. Los locos bajitos aprovecharon el descalabro y comenzaron a vestirse. Kike Morandé, dejó por un instante de jalar veneno para ratones y ordenó que le sacaran los grilletes a Jorge Hevia. Una cosa fue llevando a la otra y de pronto comenzó a parecerme extraña tal familia. Felipe Camiroaga -que se inyectaba hipoclorito- largó una risa estrepitosa que llevó a los presentes a considerar broma, mi mejor broma, el haberle dado propina al barman. Pero la música no volvió a detenerse sino dos meses después. Seguí tomando altas dosis de emulsionado sec y toallas higiénicas. Lo hacía en privado, me cuidaba de traer en una petaca de plata el tan preciado tesoro y lo tomaba cuando mis amantes me daban la espalda o las luces a una nueva estrella. Cuando llegué con la gran idea de fusionar todos los canales por un día - como en la teletón- para celebrar el año nuevo, aún me creían tanto que las trabas que pusieron sólo fueron burocráticas. La Cocacola pagó su publicidad televisiva más millonaria de toda latinoamérica y con mi contador nos aseguramos que cada uno de los conductores e invitados ganara el doble que en sus canales de origen. Transmitimos en el canal 3 desde las dos de la tarde del 31 y la idea era continuar durante veinticuatro horas. Los actores, escenógrafos, coreógrafos, vestuaristas, animadores, celebridades varias habían echo la cimarra de sus canales de origen. En un principio como era previsto, los directores de las estaciones me mandaron flores, besos, felicitaciones y luego ramos de ortigas. Pero a las siete de la tarde ya estaban sentados participando del Gran Viva el Lunes Todo TV veinticuatro horas y yo como la voz en off más encendida de la TV Mundial. Manejaba desde mi pequeña oficina las cámaras, los micrófonos y a los garzones que no dejaban de servir en frondosos vasos de ácido muriático, hipoclorito, cutex, quix ollas y sartenes, bueno un gran coctel líquido y sólido, durante los compactos y las propagandas de cocacola. La algarabía era tal como en los mejores momentos de un canal pero multiplicado por cuatro. A las once y media cualquier televidente podía preguntarse como Jorge Hevia y Paulina Nin se mantenían frescos como una lechuga luego de más quince horas de reírse tirar tallas y dar consejos a la opinión pública sobre el tránsito, las compras, cómo vestirse y peinarse. Pero esa pregunta podría haberse hecho en cualquier teletón o en cualquier estelar, la diferencia es que el zapping no permitía comparar haciendo el jolgorio demasiado evidente. Don Francisco regaló dos automóviles, que obviamente no eran de él, y Vodánovic se disfrazó por un rato del Chacal de la trompeta. Nelson Avila y el cura Errazuriz ganaban cámara mirándole su entrepierna depilada a la Cecilia Boloco, el primero de envidia y el segundo con una promitente erección que traslucía su sotana. Los bufones oficiales, ante tanta competencia, tonteaban al punto de arriesgar sus vidas: Felipe Izquierdo se tiró de la Torre Entel cayendo en una bacinica que habían llenado los hermanos Larraín, luego que los periodistas de los matinales se batieran a duelo con los del espectáculo jugando al pillarse en pleno centro de Santiago. Las mujeres para lucir cada vez se sacaban más ropa y el aire en el estudio era caldeado, chillón y sobrecargado: Un Éxito. Cuando a las once y media se llegó al raiting cien, ya se llegaba a la borrachera mil que se escondía con los dos container de cocaína que ya se habían jalado. Todo era una fiesta, editar el programa sobre la marcha se había convertido en una odisea, viéndose tetas, potos y picos en primeros planos con mayor frecuencia y escuchándose algunos jadeos sin que pudiera hacer nada en contra de ello.

Mi último Emulsionado sec y lo que todos Uds. vieron. Dejé de editar y me contenté con un primer plano mientras llamaba a comerciales. Nunca di el pase de vuelta de los avisos publicitarios, los doscientos invitados y 43 animadores en su paroxismo aceptaban mi respuesta de problemas técnicos y caída del satélite.

Gracias a esa gran gesta patriótica todos Uds. pudieron ver a su presidente inyectándose Tanax y a la primera dama besándose apasionadamente con Margot Kall en vivo y en directo durante treinta minutos de transmisiones indiscretas.

Se imaginarán que cuando el regimiento Buin cortó la Luz de los estudios y le explicó a gritos y culatazos lo que pasaba yo ya viajaba en mi helicóptero rumbo a Mendoza donde hoy me encuentro.

Gracias a telefonazos y cartas electrónicas, supe que la "Junta" se constituyó ese mismo día y resolvió que los medios harían cuenta que nada de eso había sucedido y que al otro día habría matinal, el Domingo Chile Tu Day y el Lunes Viva El Lunes, como si nada. Es por eso que hasta hoy trato que todos Uds. se informe de aquello que vieron, escucharon y sintieron por mediahora. Si te llega ésta carta por lo menos admítelo como posibilidad.

Tan Lejos, tan cerca:



El circulo rojo y negro a una Legua del centro de Santiago.
Este artículo se escribió en Marzo de 2002 después de la primera "Intervención" a la Legua Emergencia.

Las imágenes televisivas de ese día hablan[1]por sí solas: Carabineros por todas partes, lanzando personas de sus casas, éstos incautos se disculpan ante las cámaras diciendo "no somos delincuentes"; un juez recorre las calles y declara que no han encontrado los túneles, que los rastrean por satélite, que se está limpiando ésta población de los narcotraficantes que la denigran. Después de la tempestad, la calma, pero solo para quienes no vivimos en la Legua. No somos nosotros - son ellos- los que no serán contratados en el próximo empleo por vivir en el lugar en que nacieron y que serán considerados de antemano delincuentes si traspasan las invisibles murallas del gueto.

"Dijeron que allí se escondían armas. ¿Por qué en vez de buscar armas no buscan quiénes son los que las venden, o quién les vende las balas? Ellos mismos deberían revisarse, la policía, los jueces, y después salir a la calle a revisar a los demás. ¡Con qué moral vienen a molestar a los trabajadores de La Legua!"[2].

El último libro del profesor de Berkley Loïc Wacquant, Parias Urbanos[3], recopila artículos de éste escritos entre 1991 y 1999. Al leerlos uno quisiera que se tratara tan solo de una alucinación primermundista y estar inmune a sus lúcidas explicaciones ante la emergencia de la Seguridad Ciudadana en la discusión pública. La conclusión de Wacquant es la siguiente: La sociedad capitalista posindustrial requiere cada vez menos mano de obra por tanto surgen numerosas categorías de personas de la cuales "la sociedad no hace ningún uso político ni económico de ellos", éstas personas son acopiadas en un reservorio que el denomina "hipergueto" y en él, libradas a su suerte. De éste hipergueto no hay salida más que la cárcel ya que la sociedad se preocupa en estigmatizarlos y ellos en diferenciarse de la sociedad que los rechaza como única identificación posible. La situación de carenciados y acopiados posibilita tan solo tres posibilidades de ingresos económicos para el habitante del gueto: La primera y más importante es el ingreso que proviene del Estado; la segunda es la economía informal, la que siempre se encuentra fuera de la ley sea ésta sanitaria, tributaria o legal; la tercera es la distribución violenta de los pocos bienes existentes dentro del gueto por medio de la misma economía exterior pero en un contexto en que existen necesidades mayores y bienes más escasos. El aumento de la violencia en el primer mundo – según Wacquant- se explicaría por la guetificación, la retirada del Estado como sustentador del gueto (Estado providencia) y un nuevo rol que asume el estado para contener penalmente a éste reservorio (Estado penitencia). Que el Estado deje de proveer de sustento económico a los habitantes de los sectores marginados o que en ello se invierta una suma mucho menor que en castigarlos, explica el aumento de la economía informal de la venta de drogas y el aumento de la violencia al interior del gueto. La droga es una posibilidad de conseguir ingresos pero todo ingreso que se consigue es menor en comparación a las necesidades de los habitantes del gueto: Esto lleva a que aumente la delincuencia propietaria de poca monta en las que el actor como la víctima son habitantes del gueto; esto se ve reforzado cuando el habitante del gueto no puede salir de él ya que de inmediato sería detenido como sospechoso y a la vez la policía no ingresa al gueto sino para castigar a individuos sospechosos de haber delinquido fuera del mismo. El estado se retira para los habitantes del gueto pero se refuerza en sus fronteras para contener su efervescente marginación.
Esta marginación se gestiona además endureciendo su sistema penal con lo que se consigue encarcelar a más personas aumentando la demanda por centros de detención: Esto permite que la política de vivienda del Estado varíe desde la vivienda social a la cárcel, un lugar más barato y más rentable de acopio de los nuevos pobres[4]. Este endurecimiento del Estado - que algunos llamarían criminalización de la pobreza[5]- es correlativo al aumento de la riqueza y ello explica en porqué los mayores índices de violencia y encarcelamiento sean donde la brecha entre opulencia y miseria sean los más altos como en Nueva York y Hamburgo.
El pensamiento de Wacquant no es posible importarlo a Chile sin previamente aplicar la siguiente corrección monetaria: Primero, la unidad de análisis de Wacquant es muy limitada (Estados Unidos, Europa, la ciudad de Chicago, el gueto) lo que impide observar de qué manera este cambio del Estado del primer mundo se relaciona con lo que sucede en el “sistema mundo[6]”; segundo, la relación raza- marginación en Chile adquiere formas muy distintas a los Estados Unidos (Los Afroamericanos) o Francia (Argelinos o Norafricanos) y aún no cabalmente estudiadas por las ciencias sociales dentro del ámbito urbano[7]; tercero, en Chile no es posible observar el tránsito Estado providencia a Estado Penitencia ya que Chile no tuvo un Welfare o éste fue muy disimil a lo ocurrido en el primer mundo y la intensidad del control social formal para la población marginada no ha variado sustancialmente de la dictadura militar hasta la fecha sino solo se ha dejado de marginalizar a sectores por sus tendencias políticas. El desempleo tampoco es producto de la desindustrialización sino que de una industrialización inacabada; la última prevención es que no se puede verificar éste modelo explicativo en nuestro país no por que no exista la guetificación sino por que en Chile la delincuencia se ha mantenido estable en los últimos veinte años y se ha mantenido estable la tasa de homicidios que dicho sea de paso es la más baja de Latinoamérica y cinco veces menor al promedio regional. Pero es interesante observar que los niveles de miedo a la delincuencia de parte de la población son comparables a los de las ciudades más violentas de América y que la población penal se haya triplicado en las últimas dos décadas: Lo anterior se encuentra ligado a un crecimiento sostenido de la economía, aumento de la brecha entre ricos y pobres y una deseguritización social.
En fin, Wacquant se ha convertido en una lectura indispensable en éstos momentos de Insegurización Ciudadana - más aún cuando en Chile nos encontramos con una privatización carcelaria en ciernes - no para importar la última novedad de Paris al debate público sino que para comenzar a racionalizar la discusión acerca de la violencia urbana y el control Estatal.
[1] Operativos en la población La Legua de la comuna de San Joaquín en Santiago en busca de “cavidades sospechosas” (desde el 7 al 9 de Enero del 2002). Hay que mencionar que se han efectuado operativos policiales similares en varias oportunidades (Octubre del 2001 y el 8 de Enero de 1998)
[2] El Mercurio. Cuerpo D, pág 6 11 de Ocubre del 2001: “La Legua por Recorrer”.
[3] Loïc Wacquant, “Parias urbanos. Marginalidad en la ciudad a comienzos del milenio”. Manantial 2001.
[4] Loïc Wacquant: Las cárceles de la miseria. Manantial, 2000, 192 pág.
[5] Por ejemplo: Zygmunt Bauman, Trabajo, consumismo y nuevos pobres, Barcelona, Gedisa, 2000.
[6] WALLERSTEIN, I. [1991](1998): Impensar las ciencias sociales. Siglo XXI. México.
[7] Me refiero a un estudio que problematice no solo la relación de los pueblos indígenas con el huinca sino a la influencia del fenotipo en la marginación v.gr El Punga.

Medios de Comunicación, Violencia y Control Social.

(Publicado en el libro de ponencias del Congreso Latinoamericano de Derecho Penal y Criminología, Septiembre 2002, Universidad de Valparaíso)

El presente trabajo pretende problematizar desde la teoría general del derecho algunas relaciones establecidas entre el derecho, la justicia y la actuación de los medios de comunicación de masas, lo que en términos amplios podríamos denominar justicia mediática. Su finalidad es contribuir al estudio de las relaciones existentes entre medios de comunicación, violencia urbana y control social, tema que ha sido abordado en varios de los certámenes anteriores. Se estudiará entonces las siguientes cuestiones:

Los Medios de Comunicación ejerciendo competencias jurisdiccionales.
Los Medios de Comunicación ejerciendo Funciones Jurisdiccionales.
Los Medios de Comunicación ejerciendo Justicia.
Los Medios de Comunicación criminalizando.

Los Medios de Comunicación ejerciendo competencias jurisdiccionales: Los tribunales de justicia establecidos por ley ostentan en forma privativa las competencias de conocer los conflictos suscitados entre partes con relevancia jurídica, resolverlos y hacer ejecutar lo juzgado, la resolución de éste conflicto ostenta autoridad de Cosa Juzgada lo que podríamos definir como el efecto de indiscutibilidad de esta decisión. El conjunto de éstas competencias recibe el nombre de Jurisdicción que etimológicamente significaría decir el derecho. De la Jurisdicción se pueden subdistinguir tres facultades:

La Facultad de decir lo sucedido, o de reconstruir la historia del conflicto al cual se encuentra abocado;
La Facultad de decir el derecho aplicable a lo sucedido, o sea, la Jurisprudencia;
La Facultad de aplicar la violencia Estatal en el evento de que dicha lectura de la historia y de las leyes sea desacatada.

La Jurisdicción deriva de la soberanía, o poder ilimitado del gobernante sobre un territorio. Este poder ilimitado es conceptuado en el siglo XVI con el objeto de legitimar el poder del monarca - desde entonces el soberano - mediante una analogía entre poder ilimitado del dueño de una cosa sobre ella - derecho de propiedad - y poder del gobernante sobre su territorio; ya que el poder ilimitado del dueño de una cosa sobre ella descansa en la autoridad de la ley, la autoridad de la ley - la voluntad del gobernante - solo puede descansar en una meta autoridad que en un momento es Dios y luego la razón. En ambos casos tenemos que la soberanía - al igual que el derecho de propiedad - por depender de un poder anterior y superior no pueden ser ilimitadas. Dentro de un sistema constitucional - del poder Estatal o institucionalizado y de principios positivos - de derecho liberal - en donde se entiende que la soberanía está radicada en la nación y por tanto los gobernantes solo actúan como mandatarios de ésta - y de derechos humanos, se entiende que la soberanía reconoce como límite el respeto por los derechos esenciales del hombre.

Sin ánimo de polemizar de todas formas es preciso mencionar que en rigor toda construcción jurídica positiva descansa en él derecho natural y más bien en un triunvirato: el contrato social1, el derecho de autodeterminación de los pueblos y los derechos esenciales derivados de la naturaleza del hombre. Y siendo este triunvirato el principio de todo Estado Moderno, su función seria la de monopolizar la violencia - proscribiendo toda violencia no estatal - para efectos de dirigirla tanto a los enemigos externos o internos del Estado y de pacificar la sociedad aboliendo la violencia privada instaurando la violencia pública o civilizada.

Es preciso explicar el contexto dentro del cual se circunscribe la jurisdicción para entenderla a ella como una competencia - o atribución legítima de una autoridad para el conocimiento o resolución de un asunto - detentada por órganos - o instituciones Estatales - para la resolución de los conflictos suscitados entre personas dentro de su territorio que requieran - por mandato constitucional- ser formalizados jurídicamente y culminados para el derecho con la aplicación de la ley. Digo esto por que el resultado de la jurisdicción, fuera de aplicar la ley positiva, no es el de resolver un conflicto que conoce sino el de resolver un conflicto lógico formal jurídico que conoce lógico formalmente a través del proceso judicial. De ésta forma quiero señalar que pese a que la fuente última del derecho positivo sea el derecho natural, los órganos estatales creados por el derecho positivo para la aplicación del derecho positivo, solo están dispuestos para la aplicación de la ley positiva y por ello exigirles a ellos ejercer la justicia2 constituye una exigencia fuera de las competencias de los tribunales; pese a que esto consista en la más fuerte herramienta de legitimación de los tribunales pero al mismo tiempo constituye su mayor flanco abierto para su deslegitimación.

Esto también explica el que las demandas de Justicia de parte de la población, al no poder ser satisfechas disponiendo de las herramientas legales dentro de los órganos instituidos, sean mas o menos satisfechas en órganos no instituidos en la medida que exista una mayor o menor deslegitimación de las instituciones tradicionalmente entendidas como estatales en el ejercicio de sus competencias.

Ya que la competencia constituye un ámbito reservado por el derecho para que solo los órganos instituidos actúen, los medios de comunicación de masas3 no podrían ejercer la jurisdicción, es decir, no podrían legalmente decir lo sucedido ni decir el derecho aplicable a esa historia con autoridad de indiscutibilidad y con el apoyo de la violencia legítima en el evento que dicha historia y dicha aplicación no sea acatada. Derivado de lo anterior no podríamos argumentar que exista jurisdicción mediática - o jurisdicción ejercida por los medios de comunicación pero si Justicia Mediática, o sea, satisfacción de demandas privadas de justicia utilizando los recursos de la publicidad, la mediación y la inmunidad otorgada constitucionalmente a estas instituciones para cautelar la libertad de expresión, de información y de prensa.

Medios de Comunicación ejerciendo Funciones Jurisdiccionales: La influencia del pensamiento penal liberal influyó decisivamente a que los estados modernos suprimieran el ejercicio público de las penas y de que éstas consistieran en apremios físicos. Predomina la noción de esconder al infame y que a éste se lo castigara privándolo de su tiempo productivo. Esta privatización de los castigos constituye un claro reconocimiento al fracaso y a la deslegitimación de la intimidación como fundamento del derecho penal. Pero el derecho liberal no solo trae la invisibilización de los castigos sino que a su vez una nueva visibilidad de la sociedad que ahora alcanza inclusive a las esferas de poder; los medios de comunicación surgen como instituciones privadas que intentan difundir la expresión de ciudadanos que se ejercitan como tales opinando sobre lo público, principalmente en contra de la opinión de otros que se pudieran sentir ofendidos e incluyendo al Estado como objeto de crítica. Las constituciones liberales consagran éste derecho a la libertad de expresión en un contexto muy diferente a lo que hoy ocurre: La libertad de expresión tiene como supuestos la libre circulación de ideas, la libre competencia entre ideas, la sociedad compuesta de ciudadanos activos, todo esto para que en éste libre mercado de ideas se maximice la utilidad social al prevalecer las mejores ideas. El segundo sentido de la libertad de expresión está en controlar el ejercicio del poder ya que según un sistema liberal de derecho no hay poder sin control4. Por tanto la libertad de expresión surge justamente para evitar el monopolio de las ideas pero el surgimiento de los medios de comunicación industria impide que ésta libre competencia de las ideas no corra la misma suerte que la libre competencia de los bienes. En éste sentido los medios de comunicación se han monopolizado como cualquier otra industria moderna pero sucede que el impacto de esto parece mucho mayor ya que son industrias que se sirven para la maximización de utilidades privadas de las normas puestas para la maximización de la utilidad pública. En éste sentido la libertad de expresión, el derecho a la información y la libertad de prensa dependen casi en exclusiva de lo que hagan los medios de comunicación industria sin que haya ninguna norma que permita controlarlos y ninguna norma que impida que éstos controlen a todas las demás instituciones. La libertad puesta para que ciudadanos se expresen libremente permite que las industrias de la información monopolicen la expresión debiendo los ciudadanos para expresarse conformarse con la arbitrariedad de éstas empresas burocráticas sin que tengan ninguna norma que oponer como si disponían de normas frente al Estado.

Los medios de comunicación son entonces industrias cuyo giro comercial es la difusión de información y la venta de espacios privilegiados para que otras empresas ofrezcan sus productos. La maximización de sus utilidades la consiguen aumentando sus audiencias y este aumento de audiencias, convocando sentimentalmente al público.

Es por ello que los medios no sólo son los principales actores que critican a los tribunales deslegitimando su lugar y con ello aumentado la demanda de justicia a instituciones no estatales, sino que además constituyen la principal institución satisfactora de ésta demanda.

De éste modo, ya que los tribunales de justicia no tienen la obligación legal de aplicar la justicia sino tan solo la ley, los medios de masas pueden permanentemente poner de manifiesto esta situación y al mismo tiempo pueden intentar vindicar causas individuales - reforzando el sentido de justicia de una sociedad individualista - y con ello convocar audiencias. Esto lo puede hacer reconstruyendo la historia de conflictos individuales, señalando qué normas legítimas serían aplicables a ésta historia resultante y otorgarle un grado similar a de la cosa juzgada ya que los medios de comunicación industria no tienen un órgano por encima de ellos que los pueda controlar. Esto en Chile es mucho más grave ya que la oligopolización5 de los medios de comunicación es tan severa que no se da el caso en que los propios medios controlen la veracidad de la información que se difunde en otros medios. La historia la reconstruye el medio casi de la misma forma que en los tribunales que rigen el proceso penal actualmente en Santiago6: Un periodista es un juez inquisidor que indaga sobre un hecho injusto recabando toda la información: documental y testimonial, y luego establece culpabilidades o mecanismos de resolución alternativa de conflictos7. Este periodista es juez y es parte y además ostenta facultades mucho mayores que los jueces instituidos al no ser aplicables en contra de ellos las normas de la prueba ilícitamente obtenida8. La consecuencia de ésta justicia mediática son equivalentes a los de la Jurisdicción incluso en la ejecución de sus sentencias ya que en la mayoría de los casos la violencia ejercida por los medios de comunicación se hace legítima al no existir posibilidades que otros sujetos, incluyendo órganos estatales, discutan su ilegitimidad y al disponer los medios de sólidas herramientas para convocar a sus audiencias para legitimar su accionar.

Los medios no pueden como los tribunales dar órdenes directas a la policía pero si pueden hacer pesar su influencia para que las policías y los tribunales actúen de oficio en la forma pero motivados por una sentencia mediática. De éste modo es posible preguntarse sobre cual sería la fuente que deriva éste poder de los medios de comunicación y hasta qué punto podemos considerar a los medios de comunicación como órganos no estatales.

Los Medios de Comunicación ejerciendo Justicia: La supresión de los castigos públicos se instaló de la mano de la expropiación del conflicto individual por el Estado.

Ambos fenómenos trajeron la invisivilización de lo sujeto a la justicia y con ello una pérdida de la convocatoria a la ciudadanía para la legitimación de tal ejercicio.

Con los medios de comunicación de masas es posible mostrar esa infamia y la respuesta estatal a esa transgresión. Este mostrar lo antes invisible le concede veracidad por el solo hecho de competir contra el secreto estatal. De ésta forma los medios de comunicación pueden ejercer un nuevo tipo de justicia para un nuevo tipo de sociedad: La Sociedad de la Información9 y ésta justicia consiste mas en infamar que confinar al infame. Ya que cada uno de los infamados goza de derechos individuales y entre ellos al derecho a la honra y a la presunción de inocencia, cada vez que los medios de comunicación exceden la reconstrucción histórica de un conflicto individual y se pronuncian sobre las responsabilidades de un individuo o grupo, tenemos que los medios de comunicación en su cuestionable rol de simular una jurisdicción, se alejan de su pretensión inicial de hacer justicia y decididamente criminalizan. Pero esta justicia mediática no solo tiene una faz negativa sino que consiste -o puede consistir - en una herramienta fundamental de resolución de conflictos individuales al actuar los medios como árbitros arbitradores, es decir, mediar en el conflicto. Esta función obviamente se ve truncada al ser los medios industrias y por ello maximizar una utilidad individual - su lucro- los obliga a seleccionar entre los casos a resolver por un criterio de rating y de alguna manera subsistir en el mercado de la resolución de conflictos solo es posible en la medida que éstos conflictos no sean estructuralmente resueltos.

Medios de Comunicación criminalizando: Como señalaba anteriormente, los medios de comunicación al establecer responsabilidades necesariamente criminalizan al infamar a un sujeto y cuando tenemos que la única sanción que va a recibir este sujeto es tal infamia el resultado es de que los medios de comunicación industria actúan como un órgano más de criminalización en vez de ser solamente un órgano que potencia la criminalización de los restantes órganos.

¿Pero porqué decimos criminalización mediática en vez de decir que los medios de comunicación incurren en los delitos de injuria o calumnia? Lo decimos porque los medios de comunicación están autorizados legalmente a incurrir en éstos delitos que es lo mismo que decir que están eximidos de responsabilidad penal por éstos ilícitos10. Entonces, si los medios de comunicación pueden de alguna manera ejercer lo fundamental de las atribuciones jurisdiccionales y al mismo tiempo están validados por el derecho positivo para hacerlo, tenemos que la diferencia entre éstos y los tribunales no difiere en lo que hacen ni en la legitimidad de lo que hacen sino en cómo lo hacen. Si la criminalización es la aplicación de un castigo legítimo o más bien, el castigo más la legitimación del castigo, y nuestro sistema legal nos señala que éstos son monopolizados por el Estado, viene a ser hora que discutamos si los medios de comunicación solo son instituciones de nuestra sociedad comunicacional o son órganos de un nuevo Estado globalizado que no tiene los límites de la soberanía territorial ni existe derecho positivo que consagre herramientas de control sobre su poder casi ilimitado. Debido a lo señalado es prudente de que investiguemos a los medios de comunicación ya no como posibles cajas de resonancia de la violencia que ocurre en la sociedad sino que en tanto órganos de control social que justamente constituirían esa violencia.

1 Fitzpatrick, Peter. La mitología del derecho moderno. Siglo XXI México, 1999.
2 Lo dicho es fuera de todos los problemas que nos origina demandarles a los tribunales la aplicación de la justicia en una sociedad plural. Para dichos conflictos: Hans kelsen, ¿Qué es la justicia?, Fontamara, México.
3 “Son medios de comunicación social aquellos aptos para transmitir, divulgar, difundir o propagar, en forma estable y periódica, textos, sonidos o imágenes destinados al público, cualesquiera que sea el soporte o instrumento utilizado.” Artículo 2, ley 19733, publicada el 4 de Junio del 2001. Sobre Libertades de Opinión e información y ejercicio del periodismo (Ley de Prensa).
4 El viejo aforismo reza “El poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente”.
5 Concentración Económica De Los Medios De Comunicación, Guillermo Sunkel y Esteban Geoffroy. LOM 2001.
6 Vale la pena señalar que la reforma al sistema procesal penal desde un sistema inquisitivo a uno acusatorio no se encuentra vigente en todo el país.
7 Se les denomina mecanismos alternativos de resolución de conflictos a esas instancias jurídicas que se dirigen a la resolución de conflictos individuales más que al castigo.
8 Justamente el secreto de sus fuentes informativas está consagrado como un derecho del periodista y los editores en la ley de prensa.
9 Para una revisión de la Sociedad Comunicacional y en especial de la Justicia Mediática ver: Esteban Rodriguez, Justicia Mediática, La administración de Justicia. Ad Hoc, Buenos Aires, 2000.
10 No solamente por el artículo 10 Nº 10 del Código Penal sino que también por la normativa expresa de la ley 19733.

Criminalización de Tercera Vía, sufrimiento de última generación.



Ponencia Presentada en el Congreso Latinoamericano de Criminología: Guaruja, Brasil. 14 de Septiembre de 2001.

En 1999, en el marco del III Congreso Iberoamericano de Criminología, el prestigioso Profesor Don Roberto Bergalli dictó la ponencia "El Derecho Penal en la Tercera Vía" en la ceremonia de inauguración de dicho certamen. El profesor Bergalli dilapidó erudición en una de las conferencias más extenuantes a las cuales he asistido. En ella, no fue el profesor Bergalli el tratadista crítico que presentara a Latinoamérica el libro de Pavarini, sino más bien un enconado reivindicador del derecho, del derecho penal, del Estado; todo esto mediante una militante defensa a la tercera vía - la cual analiza en función de una evolución histórica que relata desde la revolución francesa- y que la expone, en pleno proceso eleccionario Uruguayo e incipiente Argentino y Chileno, en los cuáles se postulaban candidatos de conocido talante tercerista.
En esta breve monografía sólo intento fundamentar, luego de dos años de Gobiernos de Tercera Vía - o socialistas renovados - en el cono sur, las críticas que quedaron pendientes después de la exposición del señor Bergalli. Este trabajo en un principio intentaba analizar lo que había sido el Gobierno de Lagos y De la Rúa. El caso Argentino iba a ser tratado por Adriana Duprez de la Universidad de Buenos Aires: Justamente el gobierno de tercera vía De la Rúa le ha impedido no solo viajar a este Congreso sino que el abocarse a este trabajo. De todas formas mis saludos a ella; creo que la situación en Argentina impediría cualquier trabajo académico mientras las cosas no se enfríen. Mis más afectuosos saludos a Adriana y al querido pueblo Argentino en sus difíciles momentos.

"... la tercera vía es un acierto terminológico, una especie de mágica fórmula verbal que legitima a los partidos de centro-izquierda para hacer políticas de centro-derecha."
Alain Touraine

"...fue la propiedad de los medios de producción el que explicaba la diferencia de unos y otros. Pero hoy
vemos cómo una de las empresas más grandes del mundo, Microsoft, no tiene que ver tanto con medios de producción, sí con el conocimiento y la creatividad de quién fue capaz de plasmarla y generarla..."
Palabras del Presidente de la República al Asistir al Consejo General del Partido Socialista, Santiago de Chile
Sábado 29, Abril de 2000

"...Dije en mi campaña presidencial que mi gobierno sería firme en el castigo a los delincuentes. Reitero esa advertencia: ¡No estoy dispuesto a permitir que las familias chilenas se sientan amenazadas por unos pocos elementos que han errado el camino en la sociedad!..."
Ricardo Lagos Escobar, Presidente de la República de Chile.
Inauguración de la legislatura ordinaria.
21 de mayo del 2000.

"... como dije en mi campaña, los delincuentes sepan que aquí habrá una mano dura, firme, serena, para enfrentar la delincuencia. Esa es la forma de mi Gobierno para abordar este flagelo..."
Palabras del Presidente de la República al visitar la 12º
Comisaría de San Miguel, Santiago de Chile.

Luego que la izquierda permitiera el acceso al poder de Lagos (los votos Comunistas le dieron el triunfo) lo lógico era que luego le cobraran algunas deudas pendientes a la Concertación, que les exigieran: Corresponder a su historia y que se desrenovaran un poco. Quizá los Comunistas pensaron en que ese gran susto pasado por el Laguismo, de ser casi arrasados en las urnas por el hombre nuevo Pinochetista, los iba hacer despertar de un sueño que los había mantenido lejanos del pueblo y de sus reivindicaciones.

No sé si los Comunistas hayan comprendido que el mayor triunfo del Pinochetismo fue que tuvieran que regalar los pocos votos de la izquierda sistémica a un proyecto en naturaleza idéntico al de Lavín, que eso lo hicieran por que la tortura aún persiste en sus cuerpos y así se ha infiltrado1 de tal modo como el capitalismo en los socialistas. Tal fue el triunfo del Pinochetismo en tal elección, que un hijo de Pinochet logró, que votaran la mitad de los chilenos por él; que los socialistas y demócrata-cristianos llevaran un proyecto presidencial exactamente igual - e incluso mejor, para los intereses capitalistas- que el de Lavín, y que los comunistas votaran por un gobierno opositor que ha continuado la política de desmantelamiento de la izquierda chilena.
Hace tan solo veinte años, el Partido Socialista Chileno, defendía la lucha de clases armada y una radicalidad que de alguna manera afectó irremediablemente la gobernabilidad en los tiempos de Salvador Allende. La experiencia del exilio llevó a algunos Socialistas Chilenos a rebautizarse en la socialdemocracia europea, movimiento que difería esencialmente con el socialismo de la Unidad Popular.

Preliminarmente podemos señalar que paralelo al muro de Berlín, occidente construye otro muro para impedir el ingreso del socialismo a la Europa "libre". Es el proyecto Marshall o construcción del Estado de Bienestar. Cuando cae el muro de Berlín, ya se había desmoronado gran parte del Welfare debido al auge del neoliberalismo. Ante la fuerza de los acontecimientos la socialdemocracia europea cambia de giro y pasa decididamente desde una Izquierda conservadora - que intenta impedir el desmantelamiento del estado de bienestar- a una Derecha progresista que se propone superar el neoliberalismo haciéndolo comunicacionalmente, mediáticamente, ornamentalmente más llevadero que el pesado y del capitalismo propiamente tal.

Así surge la tercera vía como una posibilidad inédita de hacer política de derecha apareciendo como de izquierda, como una mirada hacia el futuro de los ex-socialdemócratas cuando lo único que los une es el pasado, y junto a él, coyunturas pasadas que dicen ya haber superado. El término de los partidos políticos al imponerse el fin de la historia, la utopía capitalista o el pensamiento único o como quiera llamársele a la década de los noventa, no impide que subsistan como clubes empresariales e industrias de gestión, de una política que ya no discute sobre ideologías puesto que la ejercen sólo los que comparten la hegemonía; este cambio no es anunciado a nadie, se intuye que los antes militantes se comportarán como un cliente fiel a una marca de vehículos, cigarrillos o gaseosas, para quienes sería indiferente que la Coca-cola comenzara a ser una limonada mientras se la venda en botellas con una pequeña etiqueta roja. Lamentablemente parte de esto es verdad; Es tal el desconcierto en las gaseosas que los clientes históricos deben elegir entre consumir limonadas o marginarse del consumo de refrescos embotellados.

Ésa es la razón por la que se siguiera votando por los antes de izquierda y luego de "centro izquierda"2, por el pasado, por nostalgia. Al difuminase las diferencias ideológicas, programáticas y hasta los cortes de sus trajes, los electores - quienes ya no militan pero aún votan - lo hacen de la misma manera que los hinchas de los equipos de fútbol: Saben que no hay ninguna diferencia entre ellos, sabe que todos los equipos son empresas, negocios y nidos de corrupción, pero aún se acercarán al Colo-colo o al Boca para mantener encendida esa conciencia social o de clase, reducida hoy a un grito y una pancarta. Más que una pasión, un reflejo condicionado de identificarse con algo.

Si por un lado el Fútbol da razones para enojarse y alegrarse, la desmovilización en la política no se explicaría por otro motivo que por su falta de espectacularidad, no por no convencer sino por ser predecible. No seductiva. Además el político ha dejado los púlpitos, las concentraciones, la retórica; se acerca medidamente a sus clientes y con una sonrisa de apuro les pide sólo una vez a cada uno que los compren. El arte de la política se ha reducido más a la administración en pocas dosis de los políticos que a la administración del poder detentado. Es más, el poder se ejerce cada vez con mayor arbitrariedad y menos control, sólo que el Político no se gasta comunicacionalmente para que nadie le pida cuentas. El político se convierte en un ser anónimo que embruja cada período de elecciones a sus clientes para luego esconderse nuevamente en la impunidad de su castillo.

El ex socialista, doctorado en Duke o en Harvard, vive de las rentas de la política de antaño: Cada cierto tiempo recuerda pasajes macabros de la Dictadura o del golpe de Estado para abonar una tierra reseca que ha tolerado una infinidad de cosechas consecutivas. Este rentista intenta valerse del pasado para gozar el presente, es así como Lagos para ganarle a Lavín en vez que apelar a la confianza, a la integración festiva de las propagandas contrapinochetistas, apeló al miedo señalando a Lavín como un torturador, cuando éste proponía su misma política de defensa y seguridad pública; para ganar la segunda vuelta, apeló a los fantasmas que la clandestinidad, la tortura, el asesinato, la infiltración dejó impresa en los comunistas. Apeló a la paranoia, para que con ello avalaran un proyecto de derecha progresista, un capitalismo del año, un sufrimiento de última generación: La Tercera Vía.

La tercera vía no se presenta ni intenta siquiera presentarse como una estrategia contracapitalista sino que por el contrario, intenta ser una superación histórica del neoliberalismo; Superación que no surgiría de su negación sino que en un perfeccionamiento dentro de su propia lógica. Es así como recoge lo "mejor" del sistema neoliberal como los mercados libres, la inseguridad social, la exigencia de "buenos cristianos"3 a los ciudadanos, como condición de exigencia de sus derechos económico-sociales. La libre iniciativa privada, la privatización de todo lo privatizable, la utilización de la economía monetarista, etc. Sus discrepancias con el neoliberalismo sólo son estéticas y es por ello que solo propone medidas cosméticas. Intenta poder presentarle a la mamá un ser tan nefasto como el neoiberalismo y poder sentarlo su la mesa sin que ella sospeche.

Es la lógica continuación del Estado de Bienestar, no es casual que la Socialdemocracia haya comenzado a actuar de tercera vía antes que Clinton, Blair o Giddens le adjudicaran tal denominación; justamente Antony Giddens escribe su tratado sobre la tercera vía para justificar un proceder ya en despliegue. Esto porque la socialdemocracia surgió con el objeto de parasitar en un Estado de Bienestar construido por la derecha, diseñado como un coloso de la ingeniería política destinado a evitar que una Europa empobrecida levantara el puño izquierdo. La socialdemocracia le permitió el sustento al capitalismo en sus tiempos más duros, permitió que la economía Keynesiana le lavara la cara a Adam Smith. Los socialdemócratas aceptaron este Leviatán "críticamente" lo que permitió ser médicos de cabecera4 de este mounstro, permitiendo una vida mucho más larga de lo que cualquier análisis histórico le concedía. Requería el Welfare de un feedback, ello permitió que durante más de cuarenta años se administrara a los europeos5, anodizándo a sus ciudadanos, dejándolos como niños consentidos e imposibilitados de reclamar ya que corrían el riesgo de ser escuchados por el poder. La democracia participativa europea actuó como el mejor método de control social y de lucha político mundial. El valor estratégico, geopolítico y simbólico de Europa fue custodiado a un coste menor que lo que significaba la campaña armamentista, su eficacia permitió que de parte de los europeos del Este, existiera siempre el deseo irrefrenable por cruzar las alambradas; similar a lo que ocurre hoy con Miami y Cuba.

Es así como la socialdemocracia europea entendió su cometido histórico de contribuir a la Justicia Social: Conseguir la tranquilidad económica de sus cercanos e intentar hacer Justo su civilizado entorno. Una reflexión menos ombliguista los hubiera llevado a la conclusión de que nosotros, el tercer mundo, costearía su guerra fría y su oneroso mundo feliz. Cierto es que llegó a Latinoamérica algún chorreo de ese bienestar pero hubo que pagarlo con creces con las dictaduras que asumieron para contener al pueblo. A nuestros cercanos antepasados les bastó unos cuantos años de alimentación mínima, precaria educación, libertades básicas y Derecho de Asociación, para tener conciencia de la injusticia en que estábamos -y estamos- inmersos.

A lo que queda de ese pueblo - despolitizado semánticamente con la anodina denominación de gente - acude el ex- socialismo chileno para que los contraten por un nuevo período de gestión. Serán aquellos políticos los más halagados cuando unos anacrónicos derechistas les reprochen el querer retornar a la unidad popular, es la campaña más efectiva para cautivar a su público el que aún recuerda en sus entrañas aquellos tres cuartos de siglo en que convocaban a un tercio de la fuerza electoral del país.

Instrumentalizando al pueblo, desmovilizándolo y dirigiéndolo a los intereses individuales del club de políticos, la tercera vía se constituye como un cártel de políticos que alguna vez militaron en una izquierda funcional al capitalismo en Europa y torpe en sus buenas intenciones en Chile. Las versiones sudacas que constituyeron el engendro tercermundista del Socialismo Renovado, consistente en la pérdida de la identidad propia que habían ensayado los socialistas chilenos antes de la dictadura: ¿Producto de la buena vida disfrutada en el primer mundo al ser exiliados?, fue tal vez sólo el reconocimiento de las intenciones que siempre estuvieron latentes: Si el capitalismo no es tan malo, miren cómo funciona en Europa. Si los pobres son así por que quieren...

Gracias al bienestar: La criminología sociológica, el garantismo, el minimalísmo, la criminología crítica, los proyectos rehabilitadores, el cuestionamiento a la cárcel y los movimientos antipsiquiátricos. La literatura que hasta hoy disponemos surge gracias al bienestar, a su educación libre, democrática y subsidiada. Así mismo se pierde la criminología crítica de los centros de poder cuando ella logra desnudar al Estado. Coincide tal período con el advenimiento del neoliberalismo y su borrar con el codo de Friedman el keynesianismo. Tatcher y Reagan comprenderán el desafío histórico de principios de los ochenta. Asumen lo riesgoso que ha sido de todas formas el bienestar, no ha sido caro ni menos inviable, pero está mellando los mitos en los cuales se fundamenta el Estado y el poder; tanto el norteamericano como el soviético. Ya no se corre el riesgo que se sovietice Europa sino que unos años más bastarán para que se puedan emancipar de todo poder. Los intentos fallidos de liberación latinoamericanos y los movimientos universitarios en Europa comienzan a llegar a los umbrales del zozobre ideológico capitalista. La fuerza debe imponerse pero la batalla se comienza a librar en el aula y por fin los europeos y norteamericanos comienzan a comprender la farsa en la cual los mantenía el Estado; comienzan a entender que mientras en Latinoamérica torturan, a ellos los controlan subjetivamente, imperceptiblemente. Se dan cuenta que están rodeados, vigilados, que su comodidad es producto de que los han producido inofensivos. No es casual que el neoliberalismo haya dejado de escuchar al saber criminológico6 hasta ahora acumulado, no es que no le simpatizara si no que justamente era incompatible con la sociedad que el neoliberalismo instala y políticamente más peligrosa que la misma delincuencia. Ya no importa saber qué es la criminalidad, ahora basta elaborar políticas para combatirla. El neoliberalismo7 justamente descansa en el mito de la libertad, de la propiedad, de la familia y de "los malos". El neoliberalismo repudia al Estado, asume al egoísmo como el motor del bien común, define al bien común como la realización de cada individuo de su libertad, a la libertad como la posibilidad de poder elegir consumir o no, a la felicidad como la satisfacción de las necesidades y a éstas como los anhelos libremente elegidos en su especial manera de concebir a la libertad. En materia criminal, el neoliberalismo recriminaliza todo lo anteriormente decriminalizado, impone la ley y el orden como un imperativo de seguridad interior del Estado8. Instala toda una infraestructura que impermita la reconfiguración de una duda acerca de la "naturaleza de las cosas"; léase Estado, Derecho, Propiedad Privada, Delincuentes, Drogas9.

En Chile, "la revolución silenciosa"10 neoliberal pinochetista que se emprendió se sigue administrando en "democracia". Lagos es un continuador de la represión Dictatorial puesto que ella no se dirigió a matar a Allende o exiliar a ciertos opositores para que se capitalizaran política y económicamente en el extranjero, sino que su afán era el desarme de las fuerzas contracapitalistas existentes en el país. En ese contexto la política criminal se establece como un mecanismo dirigido a despolitizar y deshistorizar los conflictos generados por las contradicciones intrínsecas del sistema al adjudicarles a algunos, una responsabilidad individual por las condiciones económico-políticas.

El llamado a abrir los espacios públicos y el unirse para combatir una delincuencia que no ha sido definida pero sí se sabe qué hacer en contra de ella, es una vuelta de tuerca más del efecto toque de queda que produjo el llamado a encerrarse en las casas para enfrentar la delincuencia11. El enemigo sigue estando en todas partes, pero el delincuente es una minoría, unámonos todos, superemos las trancas del pasado, miremos hacia adelante, protejamos entre todos ese televisor y ese auto que tanto nos costó y declarémosle la guerra total a todos ellos que intentan robarnos. Toda la culpa la tiene la droga, el maltrato infantil, el precio del petróleo, el alza del dólar y la capa de ozono, nada de ello podemos solucionar políticamente movilizándonos en pro de la justicia; la injusticia es fundante de los problemas, pero es inevitable. Solo individualmente, en una fila india, podemos salir del fango. Colectivamente podemos hacerle frente a los enemigos, que nos coloca circunstancialmente este mundo de acuerdos parciales y estamos autorizados a defendernos. Así el vigilantismo12 y la policía comunitaria se constituyen como el arma de los justos burgueses en contra de los malos, y del gobierno como la justificación perfecta13 para ocultar la utilización de la criminalización como herramienta de conservación del poder en una sociedad estructuralmente injusta.

Desde la Tolerancia Cero hacia el Compromiso Cien:

La criminalización de tercera vía se caracterizaría por apelar a lo comunitario, al control democrático del delito. El problema es que construye dicha política sobre el terreno antidemocrático, violento, jerarquizado y timorato heredado de la dictadura y la reingeniería social neoliberal. Se preocupa de controlar el miedo al delito como fenómeno aislado. No se preocupa del delito, sino que de políticas de seguridad vecinales destinadas principalmente a un control situacional14 y mediático15. En este sentido, el Príncipe16 se preocupa de parecer solamente. Intenta enviar señales al mercado que se dirigen a los ciudadanos - consumidores - y no a los "delincuentes", (Zuñiga, La Plata 2000) a través y en el lenguaje de los medios de comunicación17. Existiría una relación mediática con la sociedad y no un contacto directo; los gobernantes se dirigen a los ciudadanos-consumidores a través de los media y escuchan sus demandas también a través de ellos. En el apuro de no ser pillado en su agenda por la prensa18, y que sea ella quien instale los temas, el Príncipe criminaliza simbólicamente. Esto le permite solucionar mediáticamente el problema que han instalado los medios o él con sus políticas públicas destinadas a impactar mediáticamente19. El tabú de los defensores del Derecho Penal Simbólico es de que él genera efectos reales; produce un título de intervención para que las policías criminalicen realmente su clientela habitual legitimándose en la criminalización primaria simbólica20.

La tercera vía asume a la política como una actividad de gestión de riesgos21, es por ello que la delincuencia no es observada desde los autores de los delitos sino que desde los afectados sin que esto implique que el Estado asuma postulados victimólógicos. Los énfasis no están puestos en la reparación de los daños causados a las víctimas sino que a perseguir a delincuentes. El Estado no considera a las víctimas sino que se preocupa de ellas en tanto afectados por lo que mediáticamente se ha impuesto como delincuencia, por ello no importa quien a sido afectado por delitos reales sino quiénes demandan seguridad independientemente de haber sido objeto de delitos reales. Por ello los afectados del delito son aquellos que se quejan de las incivilidades y no los jóvenes inciviles que se quejan de la estigmatización; persecución moral; acoso psíquico y mediático; violencia psíquica y física de las Policías sobre ellos, etc.

El Estado deja de preocuparse de los delitos, ya no asume el rol de prevenir o reprimir delitos individuales, sino que se asume en una compleja relación de Control en la cual es más importante el parecer y aparecer en los medios interesado por las víctimas y con ello segurizar a los estratos carenciados utilizando a la inversa las políticas comunicacionales con que las desegurizó. Paralelo a esto mantiene intactos sus métodos arbitrarios y selectivos de criminalización y agrega a la legitimación del control policíaco a los derogados delitos de bagatela con el nombre de incivilidades22, y al peligrosismo con el nombre de control de identidad23. Se restablecen los controles tradicionales del autoritarismo Penal y además lo potencia al hacerlo eficiente y más oculto; El policía conoce el barrio donde patrulla y es amigo de la población burguesa de escasos recursos asentada en él. El control situacional seguriza de la mano de las políticas comunicacionales en las cuáles se incluye el derecho penal simbólico. Con ésta maquinaria en acción la delincuencia en alza durante el neoliberalismo es por fin controlada puesto que su alza solo fue mediática; Como contrapartida se maneja al conflicto en la sociedad validando el consenso por oposición: Se patologiza a los alcanzados por los procesos de criminalización arbitrarios y selectivos, desistorizando y despolitizando el conflicto mediante sofisticadas tecnologías de criminalización mediática que administran las practicas transversales de segmentación social. El arribísmo de los pobres permite que discriminen a los más pobres de sus poblaciones y los de otras poblaciones que conozca real o mediáticamente. Este instinto producido en una socialización capitalista lo justifica con el lenguaje que imponen los medios y el gobierno a través de ellos, discriminando ésta vez no a los integrantes de su propia clase que han fracasado históricamente en las metas que se les impone como sociales, sino que a individuos que se encuentran equivocados y han optado libremente por vivir en la calle, o estar todo el día en ella, consumir drogas o alcohol el público, o traficar drogas o robar casas, o autos; su carencia de metas o el intento de cumplirlas ilícitamente los pone en contra de todos aquellos que cumplen las reglas del juego, aunque en tal juego no tenga ninguno posibilidades de ganar por su histórico fracaso. El de que cada uno riegue su propio jardín redunda en que el vigilantísmo de la comunidad se dirige en contra de quienes pisen el césped y no en quienes cometan delitos, el vecino podrá traficar armas, drogas o tener una red de pornografía de niños pero mientras viva su vida, no sea raro, sea buen vecino, podrá vivir tranquilamente en la comunidad a diferencia de la pandilla que baila rap, toma cerveza y a garabateado a alguna vecina chismosa. Sobre ellos caerá todo el poder punitivo del Estado: Una maquinaria macabra destinada a dar una respuesta civilizada a los grandes criminales se transforma en un duro y necesario hospedaje de los marginados de las poblaciones marginadas.

La tercera vía entiende a la "delincuencia" como un problema aislado de la persecución penal del Estado, de los presupuestos normativos que la posibilitan y ante todo, los económico-políticos en los cuales descansa. Sólo es asumida como un asunto comunicacional fruto de una percepción de los ciudadanos24que a la vez originan o potencian en las campañas comunicacionales emprendidas por gobiernos anteriores, la prensa y los representantes de los grupos económicos25.

El gobierno de Lagos en no intenta desmitificar el miedo a la delincuencia explicándola como producto de una política apresurada o exagerada, lo instaura como el supuesto de su política criminal: Disminuir el miedo a la delincuencia. Si en los noventa la discusión giraba en torno a lo que ha aumentado la delincuencia, en el dos mil se reconoce que jamás ella aumentó sino que se mantuvo estable durante veinte años26 pero no así la percepción, el miedo a ella que se ha incrementado sin que se haya sondeado ese miedo antes de que se preanunciara la catástrofe de su aumento. Discutible además es que el miedo se entienda como un dato posible de producir estadísticamente. ¿Qué medida puede tener ese miedo, cuáles serían las magnitudes que permitieran su comparación? (Los niveles de miedo en Chile son comparables con los de las ciudades más violentas del mundo27, en instancias que ostenta los indicadores de homicidios y delitos violentos comparables a las ciudades europeas más pacíficas28) También discutible es que se pueda medir la delincuencia29. Por tanto, más discutible es que se mida el miedo a la delincuencia y la delincuencia sin antes definir que se va a entender por miedo a la delincuencia; Nunca se ha definido en las encuestas fundantes de la política criminal chilena que se va entender por ella30. Además los sondeos sobre miedo sólo comienzan a aplicarse una vez comenzada la campaña de insegurización por parte de los medios de comunicación y los grupos económicos31. De hecho, se comienza a testear el miedo más para medir la eficiencia de la campaña de insegurización que para constatar un sufrimiento de la ciudadanía.32 ¿Cómo saber cuánto de ese miedo - o todo ese miedo- fue producido desde las mismas estrategias comunicacionales, gubernamentales y privadas, que acusaban a diario el aumento desmesurado de los delitos comunes?33. Esa pregunta para el gobierno no es relevante, hay que solucionar los problemas concretos, no definirlos.

Lagos sólo recoge el problema en su tramo, olvidando todo su devenir y su contexto. Luego intenta indexar su política de control social en el marco de una política comunicacional que produce una nueva politización basada en el vigilantismo; Se trata de una juntura de individuos-propietarios-privados que se unen a la policía en su rol de aparato de clase constituyendo entre todos la policía comunitaria del plan cuadrante. Ella está compuesta por una comunidad que tan solo hace diez años lanzaba piedras y molotov a esas mismas fuerzas otrora asumidas represivas34.

Del tránsito que describe Wacquant del Estado maternal o providencia al Estado paternal o penitencia con la criminalización neoliberal, pasaríamos desde ésta última a una criminalización mercancía en la que los delincuentes comienzan a ser objeto de lucro directo al privatizarse la seguridad y las cárceles35. Ello sería una la fase incipiente de la criminalización de tercera vía en donde la consolidación del Estado Penitencia y la criminalización mercancía redundaría en un exitísmo de los gobernantes sobre sus políticas comunicacionales al haber hecho cómplices a la ciudadanía de ellas. El gobierno no puede seguir defendiendo un alza continua luego que se hayan efectuado las grandes inversiones del lucro privado de la miseria crimininalizada. Es por ello que se puede anticipar que el gobierno de tercera vía, al cumplir sus fines constitutivos, le quedaría dirigir la atención a otras cuestiones que el problema delictivo. Éste no puede seguir siendo problema ya que se lo ha derrotado al controlarlo. Con esto la Prensa se dirigiría buscar otros temas para seguir fabricando actualidad, ello sucedería por medio de levantar otro tema o por medio de una saturación comunicacional36con éste mismo. Lo que digo, es que a diferencia de las políticas represivas neoliberales de ley y el orden que propenden a un espiral de violencia, las políticas de tercera vía llevarían a una pacificación y una refundación de la sociedad a través de su control social en qué éste se hace más represivo que el actual pero sofisticado, en el sentido que se trata un marcado control diferencial: Dependiendo si se trata de integrados a la sociedad es controlado subjetivamente - dentro del mismo sujeto37- al estilo europeo o se lo reprime autoritariamente al estilo Doctrina de la Seguridad Nacional38. Sostengo que la tercera vía comprende el riesgo de la contradicción que exacerba el neoliberalismo en todos los sentidos y propone un cambio a una sociedad cada vez más injusta en su distribución del ingreso y capitalización, cada vez más inconsciente de ello, con un estatuto diferenciado que permita en que se trate dignamente a los que aceptan las reglas del juego y a los que no, se los aplaste con la fuerza del Estado y todos los ciudadanos; Los delincuentes a ser enemigos de cada miembro de la sociedad lleva a que ésta solo exija que se trate el problema sin que les provoque grandes dolores de cabeza o riesgos. Que se haga eficientemente el trabajo de la poda39 de pobres implica que se haga silenciosamente, limpiamente. Una sociedad activa no exige que no se mate ni se torture, sino que ello no afecte su cotidianeidad. Es por ello que la tercera vía -o versión más evolucionada del capitalismo- debe poner un énfasis tal en lo mediático, puesto que se le exige un control por obnubilación. El Estado de tercera vía tiene hoy como desafío el construir un nuevo chivo expiatorio para poder exterminar a los delincuentes a espaldas del público de los media40 y que transfiera las contradicciones del sistema a un objeto específico e identificable. Al ser anteriormente blanco de torturas y mecanismos de exterminio por las dictaduras, los tercerístas sufren mucho con la violencia aunque tengan claro que se dirige a los que sí se la merecen41. Ello no significa que quieran abrogar la violencia sino pretenden que deje de ser ostensible. Si no logra la tercera vía sus finalidades de control llevaría a una alternancia entre criminalización de tercera vía y una de tolerancia cero42 por muchos lustros. Del espectáculo de la criminalidad como mecanismo de exterminio legítimo la tercera vía, intenta un triunfo en el control del delito que implica un exterminio silencioso de los excedentes43. Esto es lo progresista de la tercera vía, conseguir ganar tan solo en las formas. El fracaso eventual de ello será el volver al control neoliberal. El triunfo estará en producir un espectáculo de la entidad de la delincuencia para poder invisivilizarla.

La tercera vía es un mecanismo de legitimar la sociedad capitalista actual y en ese sentido lo que hace es cambiar su relación con los integrados a la sociedad: Los cuales se integran a la policía en una policialización de la comunidad más que una comunitarización de las policías. La comunidad conseguirá tal triunfo -sentirse seguros- con lo cual el Estado debe a continuación cambiar su relación con los medios para que éstos no se basen principalmente en la página roja para producir actualidad. Habrá un esfuerzo de hacer más humanas las relaciones del saldo de la población que puede costear el precio de los derechos humanos y ser considerado ciudadano, en tal misión se convocará nuevamente a los media. Como resultado de eso; Una sociedad pacífica, integrada, civilizada, que ha progresado, ha conseguido invisivilizar el crimen y con ello lo ha derrotado tras intensos siglos de lucha. Esta titánica labor la emprende un gobierno que apela a las masas para proclamarse pero que dirige una política solo a "los que alcanzan" en el desarrollo del país44 el cual es un sector intrínsecamente minoritario.

La criminalización de tercera vía es la clara continuación de una criminalización neoliberal exitosa: El neoliberalismo en sus insalvables contradicciones45 se queda sin poder fundamentar adecuadamente sus políticas una vez que ya operan y no solucionan lo que en un principio se propusieron. La tolerancia cero no está al alcance económico de ningún país latinoamericano y su influencia a principios de los noventa se bate en retirada. Los tercerístas asumen que una política criminal represiva y violenta genera más riesgos46 que los que intenta mitigar o consigue no disminuir el nivel general de riesgos a niveles tolerables de convivencia para los ciudadanos47; El neoliberalismo solo conduce a un far west, a una guerra continua y eterna contra de un crimen imbricado en forma de enemigo interno. La finalidad es que se le dé una solución a los marginados por medio del encarcelamiento - la cárcel sustituye a la vivienda social, la cárcel sustituye el trabajo que no existe- y por último, se transforme en un negocio altamente rentable. Este propósito es asumido por los históricos defensores de la intervención del Estado; la pequeña diferencia es que ahora exigen una intervención punitiva y una desregulación social. La tercera vía se sirve de toda la potencia instalada por el neoliberalismo para sofisticar los mecanismos de exclusión y principalmente de la relación comunicacional con los no criminalizados. En los casos en que el neoliberalismo no concluyó en una privatización carcelaria son los gobiernos tercerístas quienes continúan la misión. Por ejemplo Lagos, Blair y Jospin.

Además los gobiernos de tercera vía no solo criminalizan segurizando la sociedad panóptizándola, subjetivando el control, escondiendo el exterminio, sino que también desegurizando socialmente, precarizando el empleo, mercantilizando el sufrimiento y por último, emprendiendo una carrera armamentista sin precedentes48 en plena recesión económica desequilibrante para la paz regional, y en el caso de Estados Unidos, para la paz mundial.

Resumiendo, la tercera vía constituye un perfeccionamiento del neoliberalismo en la medida que por apoyos populares históricos puede conseguir apoyo eleccionario que le permita continuidad en su proyecto "modernizador". Su teoría capitalista no contiene las contradicciones evidentes del neoliberalismo que intenta modernizar económicamente pero conservar instituciones familiares, morales y legales tradicionales. El tercerísmo nace emancipado de tales conflictos y plantea una nueva moralidad49 más flexible que los lastres paralizantes conservadores. La tercera vía es un cártel político, en la medida que sus miembros solo tienen en común el conseguir y gestionar el poder. Es progresista, ya que intenta erigir un proyecto modernizador volcando una racionalidad finalista y no principista, y es de derecha puesto que con su proyecto modernizador se propone consolidar las actuales estructuras económico-políticas existentes basadas en una injusticia necesaria que posibilita el disfrute de unos pocos elegidos.

No es un proyecto ideológico novedoso sino un planteamiento metodológico innovador. Intenta superar los fallos estéticos del neoliberalismo emprendiendo enmascaramientos y dominaciones mediáticas más efectivas; Supera el burdo control físico de la tolerancia cero con un modelo igualmente excluyente pero de control subjetivo que se fundamenta en una moralización más sutil que pretende un núcleo duro de ciudadanos que se encuentren sólidamente integrados a la sociedad de tal suerte que simule un consenso; En la otra faz, una desinstitucionalización exterior e interior de los oprimidos al patologizarlos de tal manera que se dispongan en la sociedad dispersos y alienados, incapaces de emprender cualquier lucha para su superación. Este acto tan macabro solo era posible que lo construyeran los ex izquierdistas: Los Conversos suelen ser los más fanáticos.

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1 Ivan Atencio, Inteligencia y Contrainteligencia, inédito.
2 O Derecha Progresista.
3 Giddens (1998). “No hay Derecho sin Responsablidad...”. El problema que los Derechos solo intentan ejercerlos quienes no detentan el poder. En éste sentido sólo los pobres deben ser Responsables: El Derecho les impone a pobres y a ricos por igual dormir debajo de los puentes.
4 En palabras de Marcuse refiriéndose al comunismo.
5 Con ello a gran parte del mundo.
6 En algunos casos fue más allá de quitarles el escucha, como en el cierre de la Escuela de Criminología de Berkeley. Pavarini (1993)
7 Ver Radrigán (2000).
8 Wacquant (2000)
9 El mito consiste en que sólo son drogas aquellas no comercializadas por la industria farmacéutica, tabacalera, cafetera, vitivinícola o licorera. Escohotado (1994), Escohotado (1996), Escohotado y Baratta (1986)
10 Lavín (1987), Piñera (1991)
11 Zúñiga (1999) y (2000). Ramos y Guzmán (2000)
12 Aniyar de Castro (1999); De la Puente y Torres (2000)
13 Atencio (Inédito)
14 Aniyar de Castro (1999).
15 Esteban Rodríguez (2000)
16 Esteban Rodríguez.(1999)
17 Champagne (1993)
18 Ídem.
19 Se observa que se confunden Medios e Información, Comunicación y Mediación, Estado y Medios, Ciudadanos y Consumidores, Periodistas, Policías y Jueces. Ver Zúñiga (La Plata 2000)
20 Sobre Derecho Penal Simbólico, Bustos (1995)
21 Pucci (1999)
22 Aniyar de Castro (1999)
23 Baeza (2001)
24 Los ciudadanos son los “cuellos blancos” y no los “cuellos azules.” La analogía es un chiste cruel: la tercera vía se dirige al convencimiento de los trabajadores de cuello blanco -oficinistas- en ves de los cuello azul, - obreros, en el caso chileno se aplica mejor cuello negro. Para ellos las políticas de tercera vía, para los burgueses con uniformes de tal. Cuellos blancos y azules en Giddens (1998).
25 Ramos y Guzmán (2000)
26 Según las propias estadísticas oficiales.
27 Oviedo y Rodríguez (1999)
28 Indicadores Chilenos en Zúñiga (La Plata 2000). Europeos, Stageland (2000). En el trabajo de La Plata se utilizan fuentes oficiales y todos los datos disponibles a la fecha. Ello no aparece en la publicación ya que no incluyó las notas al pié de página pero pueden bajarse en la página web del ministerio del interior y en la de la fundación Paz Ciudadana.
29 Stageland (2000), Atencio (2000), Zúñiga (1999) y Zúñiga (2000)
30 Zúñiga (2000)
31 Ramos y Guzmán (2000)
32 La primera encuesta sobre el miedo de los chilenos se practica luego de cinco años de una ininterrumpida campaña comunicacional en donde se logra levantar a la delincuencia como el problema más importante acusado por la ciudadanía. La campaña sobre el aumento de la delincuencia pierde intensidad y es reemplazada por un actuar político más efectivo en donde se comienzan aplican las políticas públicas más costosas que ha hecho Chile en sus 190 años de existencia, me refiero a la Reforma Procesal Penal, al Plan Cuadrante de Carabineros, al Plan Comuna Segura Compromiso Cien y la construcción de cárceles privadas. Ver Zúñiga (2000) y Zúñiga (2001).
33 Zúñiga(1999)
34 Ojeda (2000)
35 Wacquant (2000), Zúñiga (2001)
36 Champagne (1993)
37 Foucault (1999)
38 Tocora (1990)
39 El año pasado sostuve que el Derecho Penal es un mecanismo de exterminio legitimado. Sigo defendiendo la idea pero creo que el concepto de poda es el más adecuado. Los jardineros podan las plantas para que ellas sigan creciendo. Los pobres los seguirá reproduciendo el sistema, es consustancial al capitalismo. Su exterminio nunca será una erradicación.
40 El año pasado también definí al Estado como todo aquel que castiga legítimamente. En tal descripción los medios de comunicación serían órganos del Estado. Sigo sustentando tal idea pero he trabajado el texto sin tal conceptualización pues creo que era más importante que el texto se entendiera que luchar por una rigurosidad conceptual en sí misma. (En ambas notas, Zúñiga 2000)
41 Zúñiga (La Plata 2000)
42 O intolerancia selectiva, Wacquant (2000)
43 Ídem.
44 Sobre los problemas estructurales que imposibilitaría el desarrollo de Chile y que anuncian un creciente desempleo ver: Latorre (2000) y a nivel internacional, Chomsky y Dieterich (2000).
45 Radrigán (2000)
46 Pucci (1999)
47 Se intentar controlar los riesgos como si se trataran de emisiones contaminante. Ver Giddens (1998)
48 Tanto Clinton (Proyecto guerra de las Galaxias) Blair (ha aumentando el presupuesto armamentista británico pese a que es el más alto de la Comunidad Económica Europea) y Lagos (autoriza la compra de aviones f-16 y la construcción de submarinos) “Diversos proyectos de las FFAA en ejecución o realizándose: Ejército Compra de 202 tanques "Leopard"-1 (80 millones de dolieras) Compra de 11 vehículos adicionales de chasis leopard-1 (por ejemplo posa puentes, de ingenieros, para hacer estallar minas) por un monto desconocido. Se sabe además que el ejército se encuentra interesado en la compra de helicópteros de ataque (el General Juan Carlos Salgado director del Centro de Estudios e Investigaciones Militares reconoció que concepto de guerra moderna obliga a adquirirlos para proteger las fuerzas blindadas recién incorporadas(léase tanques leopard-1) la inversión podría alcanzar los US$ 250 millones. Armada: Proyecto Tridente (construcción De 6 fragatas en Chile, (actualmente Chile tiene en servicio 3 Destructores y 3 fragatas) Tradicionalmente los barcos se compraban a Inglaterra y usados (en los últimos cincuenta o sesenta años se han comprado solo dos unidades nuevas) estas tendrán un costo de $1.600 millones de dólares y debieran estar construidas de aquí a 10 años. Proyecto Neptuno Construcción de 2 submarinos nuevos en España y Francia, por un total de $413 millones de dólares. Fach: Proyecto caza 2.000 (Compra de 10 F-16 más dos aviones tanqueros KC-135, el tanquero "Águila" que actualmente tiene Chile no le sirve a los F-16 por lo que esta obligado a encarecer la transacción con la compra de estos aparatos) monto, más de 700 millones de dólares. Resumen de gastos realizados y probables: Ejército, 330 millones Armada 2.400 millones, Fach 700 millones, Total 3.430 millones de dólares. Con esto Chile Gasta 3, 9 Dólares per cápita en instancias que Argentina solo gasta 1,2, Brasil 1,8, Bolivia 1,9, Perú 2,1. Fuente Eduardo Ahumada. Agradecimientos a Jorge Ojeda Frex.
49 No hay derecho sin responsabilidad, Giddens (1998) Blair (1998) dice: "La Tercera Vía persigue la consolidación de un nuevo equilibrio entre derechos y deberes no sólo en la esfera del sistema de protección social, sino también desde un tratamiento más riguroso de la delincuencia juvenil, y un énfasis mucho mayor en los deberes de los padres". Cita de Tony Blair en editorial de The Economist, 19 diciembre 1998.