viernes, 30 de noviembre de 2007

Criminalización de Tercera Vía, sufrimiento de última generación.



Ponencia Presentada en el Congreso Latinoamericano de Criminología: Guaruja, Brasil. 14 de Septiembre de 2001.

En 1999, en el marco del III Congreso Iberoamericano de Criminología, el prestigioso Profesor Don Roberto Bergalli dictó la ponencia "El Derecho Penal en la Tercera Vía" en la ceremonia de inauguración de dicho certamen. El profesor Bergalli dilapidó erudición en una de las conferencias más extenuantes a las cuales he asistido. En ella, no fue el profesor Bergalli el tratadista crítico que presentara a Latinoamérica el libro de Pavarini, sino más bien un enconado reivindicador del derecho, del derecho penal, del Estado; todo esto mediante una militante defensa a la tercera vía - la cual analiza en función de una evolución histórica que relata desde la revolución francesa- y que la expone, en pleno proceso eleccionario Uruguayo e incipiente Argentino y Chileno, en los cuáles se postulaban candidatos de conocido talante tercerista.
En esta breve monografía sólo intento fundamentar, luego de dos años de Gobiernos de Tercera Vía - o socialistas renovados - en el cono sur, las críticas que quedaron pendientes después de la exposición del señor Bergalli. Este trabajo en un principio intentaba analizar lo que había sido el Gobierno de Lagos y De la Rúa. El caso Argentino iba a ser tratado por Adriana Duprez de la Universidad de Buenos Aires: Justamente el gobierno de tercera vía De la Rúa le ha impedido no solo viajar a este Congreso sino que el abocarse a este trabajo. De todas formas mis saludos a ella; creo que la situación en Argentina impediría cualquier trabajo académico mientras las cosas no se enfríen. Mis más afectuosos saludos a Adriana y al querido pueblo Argentino en sus difíciles momentos.

"... la tercera vía es un acierto terminológico, una especie de mágica fórmula verbal que legitima a los partidos de centro-izquierda para hacer políticas de centro-derecha."
Alain Touraine

"...fue la propiedad de los medios de producción el que explicaba la diferencia de unos y otros. Pero hoy
vemos cómo una de las empresas más grandes del mundo, Microsoft, no tiene que ver tanto con medios de producción, sí con el conocimiento y la creatividad de quién fue capaz de plasmarla y generarla..."
Palabras del Presidente de la República al Asistir al Consejo General del Partido Socialista, Santiago de Chile
Sábado 29, Abril de 2000

"...Dije en mi campaña presidencial que mi gobierno sería firme en el castigo a los delincuentes. Reitero esa advertencia: ¡No estoy dispuesto a permitir que las familias chilenas se sientan amenazadas por unos pocos elementos que han errado el camino en la sociedad!..."
Ricardo Lagos Escobar, Presidente de la República de Chile.
Inauguración de la legislatura ordinaria.
21 de mayo del 2000.

"... como dije en mi campaña, los delincuentes sepan que aquí habrá una mano dura, firme, serena, para enfrentar la delincuencia. Esa es la forma de mi Gobierno para abordar este flagelo..."
Palabras del Presidente de la República al visitar la 12º
Comisaría de San Miguel, Santiago de Chile.

Luego que la izquierda permitiera el acceso al poder de Lagos (los votos Comunistas le dieron el triunfo) lo lógico era que luego le cobraran algunas deudas pendientes a la Concertación, que les exigieran: Corresponder a su historia y que se desrenovaran un poco. Quizá los Comunistas pensaron en que ese gran susto pasado por el Laguismo, de ser casi arrasados en las urnas por el hombre nuevo Pinochetista, los iba hacer despertar de un sueño que los había mantenido lejanos del pueblo y de sus reivindicaciones.

No sé si los Comunistas hayan comprendido que el mayor triunfo del Pinochetismo fue que tuvieran que regalar los pocos votos de la izquierda sistémica a un proyecto en naturaleza idéntico al de Lavín, que eso lo hicieran por que la tortura aún persiste en sus cuerpos y así se ha infiltrado1 de tal modo como el capitalismo en los socialistas. Tal fue el triunfo del Pinochetismo en tal elección, que un hijo de Pinochet logró, que votaran la mitad de los chilenos por él; que los socialistas y demócrata-cristianos llevaran un proyecto presidencial exactamente igual - e incluso mejor, para los intereses capitalistas- que el de Lavín, y que los comunistas votaran por un gobierno opositor que ha continuado la política de desmantelamiento de la izquierda chilena.
Hace tan solo veinte años, el Partido Socialista Chileno, defendía la lucha de clases armada y una radicalidad que de alguna manera afectó irremediablemente la gobernabilidad en los tiempos de Salvador Allende. La experiencia del exilio llevó a algunos Socialistas Chilenos a rebautizarse en la socialdemocracia europea, movimiento que difería esencialmente con el socialismo de la Unidad Popular.

Preliminarmente podemos señalar que paralelo al muro de Berlín, occidente construye otro muro para impedir el ingreso del socialismo a la Europa "libre". Es el proyecto Marshall o construcción del Estado de Bienestar. Cuando cae el muro de Berlín, ya se había desmoronado gran parte del Welfare debido al auge del neoliberalismo. Ante la fuerza de los acontecimientos la socialdemocracia europea cambia de giro y pasa decididamente desde una Izquierda conservadora - que intenta impedir el desmantelamiento del estado de bienestar- a una Derecha progresista que se propone superar el neoliberalismo haciéndolo comunicacionalmente, mediáticamente, ornamentalmente más llevadero que el pesado y del capitalismo propiamente tal.

Así surge la tercera vía como una posibilidad inédita de hacer política de derecha apareciendo como de izquierda, como una mirada hacia el futuro de los ex-socialdemócratas cuando lo único que los une es el pasado, y junto a él, coyunturas pasadas que dicen ya haber superado. El término de los partidos políticos al imponerse el fin de la historia, la utopía capitalista o el pensamiento único o como quiera llamársele a la década de los noventa, no impide que subsistan como clubes empresariales e industrias de gestión, de una política que ya no discute sobre ideologías puesto que la ejercen sólo los que comparten la hegemonía; este cambio no es anunciado a nadie, se intuye que los antes militantes se comportarán como un cliente fiel a una marca de vehículos, cigarrillos o gaseosas, para quienes sería indiferente que la Coca-cola comenzara a ser una limonada mientras se la venda en botellas con una pequeña etiqueta roja. Lamentablemente parte de esto es verdad; Es tal el desconcierto en las gaseosas que los clientes históricos deben elegir entre consumir limonadas o marginarse del consumo de refrescos embotellados.

Ésa es la razón por la que se siguiera votando por los antes de izquierda y luego de "centro izquierda"2, por el pasado, por nostalgia. Al difuminase las diferencias ideológicas, programáticas y hasta los cortes de sus trajes, los electores - quienes ya no militan pero aún votan - lo hacen de la misma manera que los hinchas de los equipos de fútbol: Saben que no hay ninguna diferencia entre ellos, sabe que todos los equipos son empresas, negocios y nidos de corrupción, pero aún se acercarán al Colo-colo o al Boca para mantener encendida esa conciencia social o de clase, reducida hoy a un grito y una pancarta. Más que una pasión, un reflejo condicionado de identificarse con algo.

Si por un lado el Fútbol da razones para enojarse y alegrarse, la desmovilización en la política no se explicaría por otro motivo que por su falta de espectacularidad, no por no convencer sino por ser predecible. No seductiva. Además el político ha dejado los púlpitos, las concentraciones, la retórica; se acerca medidamente a sus clientes y con una sonrisa de apuro les pide sólo una vez a cada uno que los compren. El arte de la política se ha reducido más a la administración en pocas dosis de los políticos que a la administración del poder detentado. Es más, el poder se ejerce cada vez con mayor arbitrariedad y menos control, sólo que el Político no se gasta comunicacionalmente para que nadie le pida cuentas. El político se convierte en un ser anónimo que embruja cada período de elecciones a sus clientes para luego esconderse nuevamente en la impunidad de su castillo.

El ex socialista, doctorado en Duke o en Harvard, vive de las rentas de la política de antaño: Cada cierto tiempo recuerda pasajes macabros de la Dictadura o del golpe de Estado para abonar una tierra reseca que ha tolerado una infinidad de cosechas consecutivas. Este rentista intenta valerse del pasado para gozar el presente, es así como Lagos para ganarle a Lavín en vez que apelar a la confianza, a la integración festiva de las propagandas contrapinochetistas, apeló al miedo señalando a Lavín como un torturador, cuando éste proponía su misma política de defensa y seguridad pública; para ganar la segunda vuelta, apeló a los fantasmas que la clandestinidad, la tortura, el asesinato, la infiltración dejó impresa en los comunistas. Apeló a la paranoia, para que con ello avalaran un proyecto de derecha progresista, un capitalismo del año, un sufrimiento de última generación: La Tercera Vía.

La tercera vía no se presenta ni intenta siquiera presentarse como una estrategia contracapitalista sino que por el contrario, intenta ser una superación histórica del neoliberalismo; Superación que no surgiría de su negación sino que en un perfeccionamiento dentro de su propia lógica. Es así como recoge lo "mejor" del sistema neoliberal como los mercados libres, la inseguridad social, la exigencia de "buenos cristianos"3 a los ciudadanos, como condición de exigencia de sus derechos económico-sociales. La libre iniciativa privada, la privatización de todo lo privatizable, la utilización de la economía monetarista, etc. Sus discrepancias con el neoliberalismo sólo son estéticas y es por ello que solo propone medidas cosméticas. Intenta poder presentarle a la mamá un ser tan nefasto como el neoiberalismo y poder sentarlo su la mesa sin que ella sospeche.

Es la lógica continuación del Estado de Bienestar, no es casual que la Socialdemocracia haya comenzado a actuar de tercera vía antes que Clinton, Blair o Giddens le adjudicaran tal denominación; justamente Antony Giddens escribe su tratado sobre la tercera vía para justificar un proceder ya en despliegue. Esto porque la socialdemocracia surgió con el objeto de parasitar en un Estado de Bienestar construido por la derecha, diseñado como un coloso de la ingeniería política destinado a evitar que una Europa empobrecida levantara el puño izquierdo. La socialdemocracia le permitió el sustento al capitalismo en sus tiempos más duros, permitió que la economía Keynesiana le lavara la cara a Adam Smith. Los socialdemócratas aceptaron este Leviatán "críticamente" lo que permitió ser médicos de cabecera4 de este mounstro, permitiendo una vida mucho más larga de lo que cualquier análisis histórico le concedía. Requería el Welfare de un feedback, ello permitió que durante más de cuarenta años se administrara a los europeos5, anodizándo a sus ciudadanos, dejándolos como niños consentidos e imposibilitados de reclamar ya que corrían el riesgo de ser escuchados por el poder. La democracia participativa europea actuó como el mejor método de control social y de lucha político mundial. El valor estratégico, geopolítico y simbólico de Europa fue custodiado a un coste menor que lo que significaba la campaña armamentista, su eficacia permitió que de parte de los europeos del Este, existiera siempre el deseo irrefrenable por cruzar las alambradas; similar a lo que ocurre hoy con Miami y Cuba.

Es así como la socialdemocracia europea entendió su cometido histórico de contribuir a la Justicia Social: Conseguir la tranquilidad económica de sus cercanos e intentar hacer Justo su civilizado entorno. Una reflexión menos ombliguista los hubiera llevado a la conclusión de que nosotros, el tercer mundo, costearía su guerra fría y su oneroso mundo feliz. Cierto es que llegó a Latinoamérica algún chorreo de ese bienestar pero hubo que pagarlo con creces con las dictaduras que asumieron para contener al pueblo. A nuestros cercanos antepasados les bastó unos cuantos años de alimentación mínima, precaria educación, libertades básicas y Derecho de Asociación, para tener conciencia de la injusticia en que estábamos -y estamos- inmersos.

A lo que queda de ese pueblo - despolitizado semánticamente con la anodina denominación de gente - acude el ex- socialismo chileno para que los contraten por un nuevo período de gestión. Serán aquellos políticos los más halagados cuando unos anacrónicos derechistas les reprochen el querer retornar a la unidad popular, es la campaña más efectiva para cautivar a su público el que aún recuerda en sus entrañas aquellos tres cuartos de siglo en que convocaban a un tercio de la fuerza electoral del país.

Instrumentalizando al pueblo, desmovilizándolo y dirigiéndolo a los intereses individuales del club de políticos, la tercera vía se constituye como un cártel de políticos que alguna vez militaron en una izquierda funcional al capitalismo en Europa y torpe en sus buenas intenciones en Chile. Las versiones sudacas que constituyeron el engendro tercermundista del Socialismo Renovado, consistente en la pérdida de la identidad propia que habían ensayado los socialistas chilenos antes de la dictadura: ¿Producto de la buena vida disfrutada en el primer mundo al ser exiliados?, fue tal vez sólo el reconocimiento de las intenciones que siempre estuvieron latentes: Si el capitalismo no es tan malo, miren cómo funciona en Europa. Si los pobres son así por que quieren...

Gracias al bienestar: La criminología sociológica, el garantismo, el minimalísmo, la criminología crítica, los proyectos rehabilitadores, el cuestionamiento a la cárcel y los movimientos antipsiquiátricos. La literatura que hasta hoy disponemos surge gracias al bienestar, a su educación libre, democrática y subsidiada. Así mismo se pierde la criminología crítica de los centros de poder cuando ella logra desnudar al Estado. Coincide tal período con el advenimiento del neoliberalismo y su borrar con el codo de Friedman el keynesianismo. Tatcher y Reagan comprenderán el desafío histórico de principios de los ochenta. Asumen lo riesgoso que ha sido de todas formas el bienestar, no ha sido caro ni menos inviable, pero está mellando los mitos en los cuales se fundamenta el Estado y el poder; tanto el norteamericano como el soviético. Ya no se corre el riesgo que se sovietice Europa sino que unos años más bastarán para que se puedan emancipar de todo poder. Los intentos fallidos de liberación latinoamericanos y los movimientos universitarios en Europa comienzan a llegar a los umbrales del zozobre ideológico capitalista. La fuerza debe imponerse pero la batalla se comienza a librar en el aula y por fin los europeos y norteamericanos comienzan a comprender la farsa en la cual los mantenía el Estado; comienzan a entender que mientras en Latinoamérica torturan, a ellos los controlan subjetivamente, imperceptiblemente. Se dan cuenta que están rodeados, vigilados, que su comodidad es producto de que los han producido inofensivos. No es casual que el neoliberalismo haya dejado de escuchar al saber criminológico6 hasta ahora acumulado, no es que no le simpatizara si no que justamente era incompatible con la sociedad que el neoliberalismo instala y políticamente más peligrosa que la misma delincuencia. Ya no importa saber qué es la criminalidad, ahora basta elaborar políticas para combatirla. El neoliberalismo7 justamente descansa en el mito de la libertad, de la propiedad, de la familia y de "los malos". El neoliberalismo repudia al Estado, asume al egoísmo como el motor del bien común, define al bien común como la realización de cada individuo de su libertad, a la libertad como la posibilidad de poder elegir consumir o no, a la felicidad como la satisfacción de las necesidades y a éstas como los anhelos libremente elegidos en su especial manera de concebir a la libertad. En materia criminal, el neoliberalismo recriminaliza todo lo anteriormente decriminalizado, impone la ley y el orden como un imperativo de seguridad interior del Estado8. Instala toda una infraestructura que impermita la reconfiguración de una duda acerca de la "naturaleza de las cosas"; léase Estado, Derecho, Propiedad Privada, Delincuentes, Drogas9.

En Chile, "la revolución silenciosa"10 neoliberal pinochetista que se emprendió se sigue administrando en "democracia". Lagos es un continuador de la represión Dictatorial puesto que ella no se dirigió a matar a Allende o exiliar a ciertos opositores para que se capitalizaran política y económicamente en el extranjero, sino que su afán era el desarme de las fuerzas contracapitalistas existentes en el país. En ese contexto la política criminal se establece como un mecanismo dirigido a despolitizar y deshistorizar los conflictos generados por las contradicciones intrínsecas del sistema al adjudicarles a algunos, una responsabilidad individual por las condiciones económico-políticas.

El llamado a abrir los espacios públicos y el unirse para combatir una delincuencia que no ha sido definida pero sí se sabe qué hacer en contra de ella, es una vuelta de tuerca más del efecto toque de queda que produjo el llamado a encerrarse en las casas para enfrentar la delincuencia11. El enemigo sigue estando en todas partes, pero el delincuente es una minoría, unámonos todos, superemos las trancas del pasado, miremos hacia adelante, protejamos entre todos ese televisor y ese auto que tanto nos costó y declarémosle la guerra total a todos ellos que intentan robarnos. Toda la culpa la tiene la droga, el maltrato infantil, el precio del petróleo, el alza del dólar y la capa de ozono, nada de ello podemos solucionar políticamente movilizándonos en pro de la justicia; la injusticia es fundante de los problemas, pero es inevitable. Solo individualmente, en una fila india, podemos salir del fango. Colectivamente podemos hacerle frente a los enemigos, que nos coloca circunstancialmente este mundo de acuerdos parciales y estamos autorizados a defendernos. Así el vigilantismo12 y la policía comunitaria se constituyen como el arma de los justos burgueses en contra de los malos, y del gobierno como la justificación perfecta13 para ocultar la utilización de la criminalización como herramienta de conservación del poder en una sociedad estructuralmente injusta.

Desde la Tolerancia Cero hacia el Compromiso Cien:

La criminalización de tercera vía se caracterizaría por apelar a lo comunitario, al control democrático del delito. El problema es que construye dicha política sobre el terreno antidemocrático, violento, jerarquizado y timorato heredado de la dictadura y la reingeniería social neoliberal. Se preocupa de controlar el miedo al delito como fenómeno aislado. No se preocupa del delito, sino que de políticas de seguridad vecinales destinadas principalmente a un control situacional14 y mediático15. En este sentido, el Príncipe16 se preocupa de parecer solamente. Intenta enviar señales al mercado que se dirigen a los ciudadanos - consumidores - y no a los "delincuentes", (Zuñiga, La Plata 2000) a través y en el lenguaje de los medios de comunicación17. Existiría una relación mediática con la sociedad y no un contacto directo; los gobernantes se dirigen a los ciudadanos-consumidores a través de los media y escuchan sus demandas también a través de ellos. En el apuro de no ser pillado en su agenda por la prensa18, y que sea ella quien instale los temas, el Príncipe criminaliza simbólicamente. Esto le permite solucionar mediáticamente el problema que han instalado los medios o él con sus políticas públicas destinadas a impactar mediáticamente19. El tabú de los defensores del Derecho Penal Simbólico es de que él genera efectos reales; produce un título de intervención para que las policías criminalicen realmente su clientela habitual legitimándose en la criminalización primaria simbólica20.

La tercera vía asume a la política como una actividad de gestión de riesgos21, es por ello que la delincuencia no es observada desde los autores de los delitos sino que desde los afectados sin que esto implique que el Estado asuma postulados victimólógicos. Los énfasis no están puestos en la reparación de los daños causados a las víctimas sino que a perseguir a delincuentes. El Estado no considera a las víctimas sino que se preocupa de ellas en tanto afectados por lo que mediáticamente se ha impuesto como delincuencia, por ello no importa quien a sido afectado por delitos reales sino quiénes demandan seguridad independientemente de haber sido objeto de delitos reales. Por ello los afectados del delito son aquellos que se quejan de las incivilidades y no los jóvenes inciviles que se quejan de la estigmatización; persecución moral; acoso psíquico y mediático; violencia psíquica y física de las Policías sobre ellos, etc.

El Estado deja de preocuparse de los delitos, ya no asume el rol de prevenir o reprimir delitos individuales, sino que se asume en una compleja relación de Control en la cual es más importante el parecer y aparecer en los medios interesado por las víctimas y con ello segurizar a los estratos carenciados utilizando a la inversa las políticas comunicacionales con que las desegurizó. Paralelo a esto mantiene intactos sus métodos arbitrarios y selectivos de criminalización y agrega a la legitimación del control policíaco a los derogados delitos de bagatela con el nombre de incivilidades22, y al peligrosismo con el nombre de control de identidad23. Se restablecen los controles tradicionales del autoritarismo Penal y además lo potencia al hacerlo eficiente y más oculto; El policía conoce el barrio donde patrulla y es amigo de la población burguesa de escasos recursos asentada en él. El control situacional seguriza de la mano de las políticas comunicacionales en las cuáles se incluye el derecho penal simbólico. Con ésta maquinaria en acción la delincuencia en alza durante el neoliberalismo es por fin controlada puesto que su alza solo fue mediática; Como contrapartida se maneja al conflicto en la sociedad validando el consenso por oposición: Se patologiza a los alcanzados por los procesos de criminalización arbitrarios y selectivos, desistorizando y despolitizando el conflicto mediante sofisticadas tecnologías de criminalización mediática que administran las practicas transversales de segmentación social. El arribísmo de los pobres permite que discriminen a los más pobres de sus poblaciones y los de otras poblaciones que conozca real o mediáticamente. Este instinto producido en una socialización capitalista lo justifica con el lenguaje que imponen los medios y el gobierno a través de ellos, discriminando ésta vez no a los integrantes de su propia clase que han fracasado históricamente en las metas que se les impone como sociales, sino que a individuos que se encuentran equivocados y han optado libremente por vivir en la calle, o estar todo el día en ella, consumir drogas o alcohol el público, o traficar drogas o robar casas, o autos; su carencia de metas o el intento de cumplirlas ilícitamente los pone en contra de todos aquellos que cumplen las reglas del juego, aunque en tal juego no tenga ninguno posibilidades de ganar por su histórico fracaso. El de que cada uno riegue su propio jardín redunda en que el vigilantísmo de la comunidad se dirige en contra de quienes pisen el césped y no en quienes cometan delitos, el vecino podrá traficar armas, drogas o tener una red de pornografía de niños pero mientras viva su vida, no sea raro, sea buen vecino, podrá vivir tranquilamente en la comunidad a diferencia de la pandilla que baila rap, toma cerveza y a garabateado a alguna vecina chismosa. Sobre ellos caerá todo el poder punitivo del Estado: Una maquinaria macabra destinada a dar una respuesta civilizada a los grandes criminales se transforma en un duro y necesario hospedaje de los marginados de las poblaciones marginadas.

La tercera vía entiende a la "delincuencia" como un problema aislado de la persecución penal del Estado, de los presupuestos normativos que la posibilitan y ante todo, los económico-políticos en los cuales descansa. Sólo es asumida como un asunto comunicacional fruto de una percepción de los ciudadanos24que a la vez originan o potencian en las campañas comunicacionales emprendidas por gobiernos anteriores, la prensa y los representantes de los grupos económicos25.

El gobierno de Lagos en no intenta desmitificar el miedo a la delincuencia explicándola como producto de una política apresurada o exagerada, lo instaura como el supuesto de su política criminal: Disminuir el miedo a la delincuencia. Si en los noventa la discusión giraba en torno a lo que ha aumentado la delincuencia, en el dos mil se reconoce que jamás ella aumentó sino que se mantuvo estable durante veinte años26 pero no así la percepción, el miedo a ella que se ha incrementado sin que se haya sondeado ese miedo antes de que se preanunciara la catástrofe de su aumento. Discutible además es que el miedo se entienda como un dato posible de producir estadísticamente. ¿Qué medida puede tener ese miedo, cuáles serían las magnitudes que permitieran su comparación? (Los niveles de miedo en Chile son comparables con los de las ciudades más violentas del mundo27, en instancias que ostenta los indicadores de homicidios y delitos violentos comparables a las ciudades europeas más pacíficas28) También discutible es que se pueda medir la delincuencia29. Por tanto, más discutible es que se mida el miedo a la delincuencia y la delincuencia sin antes definir que se va a entender por miedo a la delincuencia; Nunca se ha definido en las encuestas fundantes de la política criminal chilena que se va entender por ella30. Además los sondeos sobre miedo sólo comienzan a aplicarse una vez comenzada la campaña de insegurización por parte de los medios de comunicación y los grupos económicos31. De hecho, se comienza a testear el miedo más para medir la eficiencia de la campaña de insegurización que para constatar un sufrimiento de la ciudadanía.32 ¿Cómo saber cuánto de ese miedo - o todo ese miedo- fue producido desde las mismas estrategias comunicacionales, gubernamentales y privadas, que acusaban a diario el aumento desmesurado de los delitos comunes?33. Esa pregunta para el gobierno no es relevante, hay que solucionar los problemas concretos, no definirlos.

Lagos sólo recoge el problema en su tramo, olvidando todo su devenir y su contexto. Luego intenta indexar su política de control social en el marco de una política comunicacional que produce una nueva politización basada en el vigilantismo; Se trata de una juntura de individuos-propietarios-privados que se unen a la policía en su rol de aparato de clase constituyendo entre todos la policía comunitaria del plan cuadrante. Ella está compuesta por una comunidad que tan solo hace diez años lanzaba piedras y molotov a esas mismas fuerzas otrora asumidas represivas34.

Del tránsito que describe Wacquant del Estado maternal o providencia al Estado paternal o penitencia con la criminalización neoliberal, pasaríamos desde ésta última a una criminalización mercancía en la que los delincuentes comienzan a ser objeto de lucro directo al privatizarse la seguridad y las cárceles35. Ello sería una la fase incipiente de la criminalización de tercera vía en donde la consolidación del Estado Penitencia y la criminalización mercancía redundaría en un exitísmo de los gobernantes sobre sus políticas comunicacionales al haber hecho cómplices a la ciudadanía de ellas. El gobierno no puede seguir defendiendo un alza continua luego que se hayan efectuado las grandes inversiones del lucro privado de la miseria crimininalizada. Es por ello que se puede anticipar que el gobierno de tercera vía, al cumplir sus fines constitutivos, le quedaría dirigir la atención a otras cuestiones que el problema delictivo. Éste no puede seguir siendo problema ya que se lo ha derrotado al controlarlo. Con esto la Prensa se dirigiría buscar otros temas para seguir fabricando actualidad, ello sucedería por medio de levantar otro tema o por medio de una saturación comunicacional36con éste mismo. Lo que digo, es que a diferencia de las políticas represivas neoliberales de ley y el orden que propenden a un espiral de violencia, las políticas de tercera vía llevarían a una pacificación y una refundación de la sociedad a través de su control social en qué éste se hace más represivo que el actual pero sofisticado, en el sentido que se trata un marcado control diferencial: Dependiendo si se trata de integrados a la sociedad es controlado subjetivamente - dentro del mismo sujeto37- al estilo europeo o se lo reprime autoritariamente al estilo Doctrina de la Seguridad Nacional38. Sostengo que la tercera vía comprende el riesgo de la contradicción que exacerba el neoliberalismo en todos los sentidos y propone un cambio a una sociedad cada vez más injusta en su distribución del ingreso y capitalización, cada vez más inconsciente de ello, con un estatuto diferenciado que permita en que se trate dignamente a los que aceptan las reglas del juego y a los que no, se los aplaste con la fuerza del Estado y todos los ciudadanos; Los delincuentes a ser enemigos de cada miembro de la sociedad lleva a que ésta solo exija que se trate el problema sin que les provoque grandes dolores de cabeza o riesgos. Que se haga eficientemente el trabajo de la poda39 de pobres implica que se haga silenciosamente, limpiamente. Una sociedad activa no exige que no se mate ni se torture, sino que ello no afecte su cotidianeidad. Es por ello que la tercera vía -o versión más evolucionada del capitalismo- debe poner un énfasis tal en lo mediático, puesto que se le exige un control por obnubilación. El Estado de tercera vía tiene hoy como desafío el construir un nuevo chivo expiatorio para poder exterminar a los delincuentes a espaldas del público de los media40 y que transfiera las contradicciones del sistema a un objeto específico e identificable. Al ser anteriormente blanco de torturas y mecanismos de exterminio por las dictaduras, los tercerístas sufren mucho con la violencia aunque tengan claro que se dirige a los que sí se la merecen41. Ello no significa que quieran abrogar la violencia sino pretenden que deje de ser ostensible. Si no logra la tercera vía sus finalidades de control llevaría a una alternancia entre criminalización de tercera vía y una de tolerancia cero42 por muchos lustros. Del espectáculo de la criminalidad como mecanismo de exterminio legítimo la tercera vía, intenta un triunfo en el control del delito que implica un exterminio silencioso de los excedentes43. Esto es lo progresista de la tercera vía, conseguir ganar tan solo en las formas. El fracaso eventual de ello será el volver al control neoliberal. El triunfo estará en producir un espectáculo de la entidad de la delincuencia para poder invisivilizarla.

La tercera vía es un mecanismo de legitimar la sociedad capitalista actual y en ese sentido lo que hace es cambiar su relación con los integrados a la sociedad: Los cuales se integran a la policía en una policialización de la comunidad más que una comunitarización de las policías. La comunidad conseguirá tal triunfo -sentirse seguros- con lo cual el Estado debe a continuación cambiar su relación con los medios para que éstos no se basen principalmente en la página roja para producir actualidad. Habrá un esfuerzo de hacer más humanas las relaciones del saldo de la población que puede costear el precio de los derechos humanos y ser considerado ciudadano, en tal misión se convocará nuevamente a los media. Como resultado de eso; Una sociedad pacífica, integrada, civilizada, que ha progresado, ha conseguido invisivilizar el crimen y con ello lo ha derrotado tras intensos siglos de lucha. Esta titánica labor la emprende un gobierno que apela a las masas para proclamarse pero que dirige una política solo a "los que alcanzan" en el desarrollo del país44 el cual es un sector intrínsecamente minoritario.

La criminalización de tercera vía es la clara continuación de una criminalización neoliberal exitosa: El neoliberalismo en sus insalvables contradicciones45 se queda sin poder fundamentar adecuadamente sus políticas una vez que ya operan y no solucionan lo que en un principio se propusieron. La tolerancia cero no está al alcance económico de ningún país latinoamericano y su influencia a principios de los noventa se bate en retirada. Los tercerístas asumen que una política criminal represiva y violenta genera más riesgos46 que los que intenta mitigar o consigue no disminuir el nivel general de riesgos a niveles tolerables de convivencia para los ciudadanos47; El neoliberalismo solo conduce a un far west, a una guerra continua y eterna contra de un crimen imbricado en forma de enemigo interno. La finalidad es que se le dé una solución a los marginados por medio del encarcelamiento - la cárcel sustituye a la vivienda social, la cárcel sustituye el trabajo que no existe- y por último, se transforme en un negocio altamente rentable. Este propósito es asumido por los históricos defensores de la intervención del Estado; la pequeña diferencia es que ahora exigen una intervención punitiva y una desregulación social. La tercera vía se sirve de toda la potencia instalada por el neoliberalismo para sofisticar los mecanismos de exclusión y principalmente de la relación comunicacional con los no criminalizados. En los casos en que el neoliberalismo no concluyó en una privatización carcelaria son los gobiernos tercerístas quienes continúan la misión. Por ejemplo Lagos, Blair y Jospin.

Además los gobiernos de tercera vía no solo criminalizan segurizando la sociedad panóptizándola, subjetivando el control, escondiendo el exterminio, sino que también desegurizando socialmente, precarizando el empleo, mercantilizando el sufrimiento y por último, emprendiendo una carrera armamentista sin precedentes48 en plena recesión económica desequilibrante para la paz regional, y en el caso de Estados Unidos, para la paz mundial.

Resumiendo, la tercera vía constituye un perfeccionamiento del neoliberalismo en la medida que por apoyos populares históricos puede conseguir apoyo eleccionario que le permita continuidad en su proyecto "modernizador". Su teoría capitalista no contiene las contradicciones evidentes del neoliberalismo que intenta modernizar económicamente pero conservar instituciones familiares, morales y legales tradicionales. El tercerísmo nace emancipado de tales conflictos y plantea una nueva moralidad49 más flexible que los lastres paralizantes conservadores. La tercera vía es un cártel político, en la medida que sus miembros solo tienen en común el conseguir y gestionar el poder. Es progresista, ya que intenta erigir un proyecto modernizador volcando una racionalidad finalista y no principista, y es de derecha puesto que con su proyecto modernizador se propone consolidar las actuales estructuras económico-políticas existentes basadas en una injusticia necesaria que posibilita el disfrute de unos pocos elegidos.

No es un proyecto ideológico novedoso sino un planteamiento metodológico innovador. Intenta superar los fallos estéticos del neoliberalismo emprendiendo enmascaramientos y dominaciones mediáticas más efectivas; Supera el burdo control físico de la tolerancia cero con un modelo igualmente excluyente pero de control subjetivo que se fundamenta en una moralización más sutil que pretende un núcleo duro de ciudadanos que se encuentren sólidamente integrados a la sociedad de tal suerte que simule un consenso; En la otra faz, una desinstitucionalización exterior e interior de los oprimidos al patologizarlos de tal manera que se dispongan en la sociedad dispersos y alienados, incapaces de emprender cualquier lucha para su superación. Este acto tan macabro solo era posible que lo construyeran los ex izquierdistas: Los Conversos suelen ser los más fanáticos.

Bibliografía:

Aniyar de Castro, Lolita, La Participación Ciudadana en la Prevención del Delito. En revista Capítulo Criminológico vol. 27, Nº 2 Agosto de 1999. Zulia, Maracaibo, Venezuela.

Atencio, Iván, ¿La estadística tiene la culpa?. En Revista Investigación y Crítica, 2º Semestre Número 4º, año 2000. C.I.S. Universidad Arcis, Chile.

Baeza, Eugenio, Control de Identidad. Ponencia publicada en éste mismo volumen.

Bustos Ramírez, Juan (Coordinador), Pena y Estado: función simbólica de la pena. Editorial Jurídica Conosur, Santiago de Chile, 1995.

Champagne, Patrick, La visión Mediática. En La Miseria del Mundo, Dirigido por Pierre Bourdeau, Fondo de Cultura Económica, 1993.

Chomsky, Noam y Dieterich, Heitz, La Sociedad Global. LOM, Colección Sin Norte, 2000.

De la Puente, Patricio y Torres, Emilio, Seguridad Ciudadana y Prevención del Delito. En Revista de Estudios Criminológicos y Penitenciarios, UNICRIM, Chile, Nº 1 Noviembre del 2000.

Escohotado, Antonio y Baratta, Alessandro (1986) Legalizar las Drogas?: Criterios técnicos para el debate. Madrid, Popular, 1991.

Escohotado, Antonio, Las drogas. De los orígenes a la prohibición. Madrid, Alianza Cien, 1994.

Escohotado, Antonio, Historia elemental de las drogas. Barcelona, Anagrama, 1996.

Foucault, Michel, La verdad y las formas jurídicas. Gedisa, Barcelona, 1999.

Giddens, Antony, La Tercera Vía, la renovación de la socialdemocracia. Taurus, Colombia, 1998.

Lavín, Joaquín, Chile, Revolución Silenciosa, Zig- Zag, 1987.

Lopardo, Peduzi y Casagrande, La Inseguridad Como Realidad Social Construida. En Libro de Ponencias del XII Congreso Latinoamericano y IV Iberoamericano de Derecho Penal y Criminología, La Plata, Argentina, 2000.

Ochotorino, Schklender y Ciarlantini, El Gigante Represor Llamado Estado. En Libro de Ponencias del XII Congreso Latinoamericano y IV Iberoamericano de Derecho Penal y Criminología, La Plata, Argentina, 2000.

Ojeda, Jorge, Rol de la Policía Uniformada en Chile (1973-2000). En Libro de Ponencias del XII Congreso Latinoamericano y IV Iberoamericano de Derecho Penal y Criminología, La Plata, Argentina, 2000.

Oviedo, Enrique y Rodríguez, Alfredo, Santiago, Una Ciudad Con Temor. En Temas Sociales N 26, SUR profesionales, Agosto de 1999.

Piroyansky y Lastres, Tolerancia Cero o El Mito del Eterno Retorno. En Libro de Ponencias del XII Congreso Latinoamericano y IV Iberoamericano de Derecho Penal y Criminología, La Plata, Argentina, 2000.

Pavarini, Massimo, Control y Dominación, Teorías Criminológicas Burguesas y Proyecto Hegemónico. Siglo XXI, México, 1992.

Piñera, José, El Cascabel al Gato, La Batalla por la Reforma previsional, Zig- Zag, 1991.

Pucci Francisco, Conducta Criminal, Mecanismos de Control Social y Gestión de Riesgo. En Libro de Ponencias XI Congreso Latinoamericano y III Iberoamericano de Derecho Penal y Criminología, FCU, Uruguay, 1999.

Radrigán, Juan, Globalización, dominación y sentido común neoiberal: La experiencia Chilena, en Revista Investigación y Crítica, 2 Semestre Número 4, año 2000. C.I.S. Universidad Arcis, Chile.

Ramos, Marcela y Guzmán Juan, La Guerra y la Paz Ciudadana. LOM, 2000.

Rodríguez, Esteban, Justicia: Espectáculo y Credibilidad. En Libro de Ponencias XI Congreso Latinoamericano y III Iberoamericano de Derecho Penal y Criminología, FCU, Uruguay, 1999.

Rodríguez, Esteban, La Justicia Mediática. En Libro de Ponencias XI Congreso Latinoamericano y III Iberoamericano de Derecho Penal y Criminología, FCU, Uruguay, 1999.

Rodríguez, Esteban, La Gestión de la (IN)Seguridad Ciudadana. Criminalización Mediática y Políticas de Seguridad. En Libro de Ponencias del XIICongreso Latinoamericano y IV Iberoamericano de Derecho Penal y Criminología, La Plata, Argentina, 2000.

Stageland, Per, Criminología Realista y Problemas de la Víctimas. En Problemas Criminológicos en las sociedades complejas, Universidad Pública de Navarra, año 2000.

Tocora, Luis Fernando, Política criminal en América Latina. Ediciones Librería del Profesional, Bogotá, 1990.

Wacquant, Loïc, Las Cárceles de la Miseria, Manantial Buenos Airees 2000.

Zúñiga Ariel, Seguridad Ciudadana y Medios de Comunicación masivos. En el libro de Ponencias XI Congreso Latinoamericano y III Iberoamericano de Derecho Penal y Criminología, FCU, Uruguay, 1999.

Zúñiga Ariel, ¿Aumento de la Represividad Estatal en Chile?. En Libro de Ponencias del XII Congreso Latinoamericano y IV Iberoamericano de Derecho Penal y Criminología, La Plata, Argentina, 2000.

Zúñiga Ariel, Producción Estadística de Paz Ciudadana y Realidad Delictiva. Inédito, año 2000.

Zúñiga Ariel, ¿Necesitamos más cárceles por que Queremos más Presos?. En http://www.derechopenalonline.com/.

Fuentes Electrónicas:

- http://www.elpais.es/suplementos/babelia/20010407/b12.html . El Estado del Malestar, Fernando Vicente.

- http://www.eurosur.org/rebelion/izquierda/menan050201.htm . La Tercera Vía: mito y realidad, Menan

- http://www.zmag.org/Spanish/0010terc.htm . La Tercera Vía: política de la traición. Por Edward S. Herman.

- http://www.chile-hoy.de/econ_trab/100501_terceravia.htm . Hacia un nuevo consenso de tercera vía , Joseph Stiglitz

- http://www.filosofia.cu/contemp/frank002.htm . La tercera vía: ¿nueva alternativa socialdemócrata?. Francisco Alvarez Somoza. Centro de Estudios Europeos. La Habana

- http://www.baquia.com/com/20010409/art00022.html . Peter Mandelson: La Tercera Vía a la izquierda. Javier Castañeda

- http://www.cesj.org/spanish/tercera-via.htm . Cerrando la Brecha de la Riqueza: Una Tercera Vía Justa. Norman G. Kurland, Michael D. Greaney y Dawn K. Brohawn. Centro para la Justicia Económica y Social, Washington D.C.

- http://www.geocities.com/CapitolHill/7109/temas.html . Temas Policiales Chilenos. Carlos Maldonado

- http://www.presidencia.cl/cuenta/cap1/cap1_5.htm . Seguridad Pública. Cuenta del Presidente de la República.

- http://www.ugm.cl/pacifico/informes/2000/inf_may.htm . Instituto de Estudios del Pacífico

- http://www.interior.gov.cl/index2.html . Plan Integral de Seguridad Ciudadana, Ministerio del Interior de Chile.

- http://www.fach-extraoficial.com/ . Página Extraoficial de la Fuerza Aérea Chilena. Eduardo Ahumada.

1 Ivan Atencio, Inteligencia y Contrainteligencia, inédito.
2 O Derecha Progresista.
3 Giddens (1998). “No hay Derecho sin Responsablidad...”. El problema que los Derechos solo intentan ejercerlos quienes no detentan el poder. En éste sentido sólo los pobres deben ser Responsables: El Derecho les impone a pobres y a ricos por igual dormir debajo de los puentes.
4 En palabras de Marcuse refiriéndose al comunismo.
5 Con ello a gran parte del mundo.
6 En algunos casos fue más allá de quitarles el escucha, como en el cierre de la Escuela de Criminología de Berkeley. Pavarini (1993)
7 Ver Radrigán (2000).
8 Wacquant (2000)
9 El mito consiste en que sólo son drogas aquellas no comercializadas por la industria farmacéutica, tabacalera, cafetera, vitivinícola o licorera. Escohotado (1994), Escohotado (1996), Escohotado y Baratta (1986)
10 Lavín (1987), Piñera (1991)
11 Zúñiga (1999) y (2000). Ramos y Guzmán (2000)
12 Aniyar de Castro (1999); De la Puente y Torres (2000)
13 Atencio (Inédito)
14 Aniyar de Castro (1999).
15 Esteban Rodríguez (2000)
16 Esteban Rodríguez.(1999)
17 Champagne (1993)
18 Ídem.
19 Se observa que se confunden Medios e Información, Comunicación y Mediación, Estado y Medios, Ciudadanos y Consumidores, Periodistas, Policías y Jueces. Ver Zúñiga (La Plata 2000)
20 Sobre Derecho Penal Simbólico, Bustos (1995)
21 Pucci (1999)
22 Aniyar de Castro (1999)
23 Baeza (2001)
24 Los ciudadanos son los “cuellos blancos” y no los “cuellos azules.” La analogía es un chiste cruel: la tercera vía se dirige al convencimiento de los trabajadores de cuello blanco -oficinistas- en ves de los cuello azul, - obreros, en el caso chileno se aplica mejor cuello negro. Para ellos las políticas de tercera vía, para los burgueses con uniformes de tal. Cuellos blancos y azules en Giddens (1998).
25 Ramos y Guzmán (2000)
26 Según las propias estadísticas oficiales.
27 Oviedo y Rodríguez (1999)
28 Indicadores Chilenos en Zúñiga (La Plata 2000). Europeos, Stageland (2000). En el trabajo de La Plata se utilizan fuentes oficiales y todos los datos disponibles a la fecha. Ello no aparece en la publicación ya que no incluyó las notas al pié de página pero pueden bajarse en la página web del ministerio del interior y en la de la fundación Paz Ciudadana.
29 Stageland (2000), Atencio (2000), Zúñiga (1999) y Zúñiga (2000)
30 Zúñiga (2000)
31 Ramos y Guzmán (2000)
32 La primera encuesta sobre el miedo de los chilenos se practica luego de cinco años de una ininterrumpida campaña comunicacional en donde se logra levantar a la delincuencia como el problema más importante acusado por la ciudadanía. La campaña sobre el aumento de la delincuencia pierde intensidad y es reemplazada por un actuar político más efectivo en donde se comienzan aplican las políticas públicas más costosas que ha hecho Chile en sus 190 años de existencia, me refiero a la Reforma Procesal Penal, al Plan Cuadrante de Carabineros, al Plan Comuna Segura Compromiso Cien y la construcción de cárceles privadas. Ver Zúñiga (2000) y Zúñiga (2001).
33 Zúñiga(1999)
34 Ojeda (2000)
35 Wacquant (2000), Zúñiga (2001)
36 Champagne (1993)
37 Foucault (1999)
38 Tocora (1990)
39 El año pasado sostuve que el Derecho Penal es un mecanismo de exterminio legitimado. Sigo defendiendo la idea pero creo que el concepto de poda es el más adecuado. Los jardineros podan las plantas para que ellas sigan creciendo. Los pobres los seguirá reproduciendo el sistema, es consustancial al capitalismo. Su exterminio nunca será una erradicación.
40 El año pasado también definí al Estado como todo aquel que castiga legítimamente. En tal descripción los medios de comunicación serían órganos del Estado. Sigo sustentando tal idea pero he trabajado el texto sin tal conceptualización pues creo que era más importante que el texto se entendiera que luchar por una rigurosidad conceptual en sí misma. (En ambas notas, Zúñiga 2000)
41 Zúñiga (La Plata 2000)
42 O intolerancia selectiva, Wacquant (2000)
43 Ídem.
44 Sobre los problemas estructurales que imposibilitaría el desarrollo de Chile y que anuncian un creciente desempleo ver: Latorre (2000) y a nivel internacional, Chomsky y Dieterich (2000).
45 Radrigán (2000)
46 Pucci (1999)
47 Se intentar controlar los riesgos como si se trataran de emisiones contaminante. Ver Giddens (1998)
48 Tanto Clinton (Proyecto guerra de las Galaxias) Blair (ha aumentando el presupuesto armamentista británico pese a que es el más alto de la Comunidad Económica Europea) y Lagos (autoriza la compra de aviones f-16 y la construcción de submarinos) “Diversos proyectos de las FFAA en ejecución o realizándose: Ejército Compra de 202 tanques "Leopard"-1 (80 millones de dolieras) Compra de 11 vehículos adicionales de chasis leopard-1 (por ejemplo posa puentes, de ingenieros, para hacer estallar minas) por un monto desconocido. Se sabe además que el ejército se encuentra interesado en la compra de helicópteros de ataque (el General Juan Carlos Salgado director del Centro de Estudios e Investigaciones Militares reconoció que concepto de guerra moderna obliga a adquirirlos para proteger las fuerzas blindadas recién incorporadas(léase tanques leopard-1) la inversión podría alcanzar los US$ 250 millones. Armada: Proyecto Tridente (construcción De 6 fragatas en Chile, (actualmente Chile tiene en servicio 3 Destructores y 3 fragatas) Tradicionalmente los barcos se compraban a Inglaterra y usados (en los últimos cincuenta o sesenta años se han comprado solo dos unidades nuevas) estas tendrán un costo de $1.600 millones de dólares y debieran estar construidas de aquí a 10 años. Proyecto Neptuno Construcción de 2 submarinos nuevos en España y Francia, por un total de $413 millones de dólares. Fach: Proyecto caza 2.000 (Compra de 10 F-16 más dos aviones tanqueros KC-135, el tanquero "Águila" que actualmente tiene Chile no le sirve a los F-16 por lo que esta obligado a encarecer la transacción con la compra de estos aparatos) monto, más de 700 millones de dólares. Resumen de gastos realizados y probables: Ejército, 330 millones Armada 2.400 millones, Fach 700 millones, Total 3.430 millones de dólares. Con esto Chile Gasta 3, 9 Dólares per cápita en instancias que Argentina solo gasta 1,2, Brasil 1,8, Bolivia 1,9, Perú 2,1. Fuente Eduardo Ahumada. Agradecimientos a Jorge Ojeda Frex.
49 No hay derecho sin responsabilidad, Giddens (1998) Blair (1998) dice: "La Tercera Vía persigue la consolidación de un nuevo equilibrio entre derechos y deberes no sólo en la esfera del sistema de protección social, sino también desde un tratamiento más riguroso de la delincuencia juvenil, y un énfasis mucho mayor en los deberes de los padres". Cita de Tony Blair en editorial de The Economist, 19 diciembre 1998.

0 comentarios: