martes, 29 de julio de 2008

La Acción y la Omisión.

Sobre el pacto electoral municipal.



Las expectativas de vida en Chile son muy altas, la longevidad supera por ejemplo a los EE.UU. Sin embargo las inscripciones electorales vacantes por la muerte de electores no han sido cubiertas por los jóvenes. En un país con más de dieciséis millones de habitantes sólo tres millones y medio constituyen su padrón electoral. Y ese sobrerepresentado veinte por ciento de la población además se da el lujo de excusarse de participar mediante la argucia o el desacato, o hace la fila para dejar su voto en blanco o convertirlo en un grafitti. Cualquiera que consiga convocar electoralmente a una pequeña fracción de los no inscritos y que capture la adhesión de algunos de los inscritos apáticos puede obtener lo que quisiera.

El sistema electoral, que se lo presenta hasta la majadería como legado de la dictadura, no está diseñado para vetar a las mayorías, más bien, su diseño permite excluir a las minorías. La pregunta no es porqué los grupos hoy mayoritarios electoralmente, que ya he señalado representan a una pequeña fracción de la población del país, no comparten su poder político con las minorías sino porqué el partido comunista, el humanista y la infinita constelación de grupúsculos denominada “Juntos Podemos” no es capaz de seducir siquiera una fracción del amplio grupo de apáticos. En el actual estado de cosas sólo un millón y medio de habitantes les bastaría para competir con la derecha el segundo lugar y gracias al suculento subsidio del sistema binominal mayoritario eso le basta y sobra para co gobernar con la concertación y excluir políticamente a la derecha.

Hugo Gutierrez, quien quería ser ungido alcalde de Estación Central por secretaría, ha declarado sin ruborizarse que el objetivo del pacto electoral entre la concertación y la izquierda sistémica era castigar a la derecha por excluir a la izquierda. En primer lugar quien excluye a la izquierda sistémica no es el sistema electoral sino que la carencia de electores; segundo, el sistema electoral, fuente de la exclusión según ellos, es defendido con más tenacidad por el pacto gobernante que por la derecha puesto que la izquierda sistémica compite por sus electores; tercero, los municipios son empresas destinadas al aseo y la conservación de áreas verdes por lo tanto no representan un objetivo político que merezca tantos enroques, negociaciones y parafernalia. La derecha, en específico la UDI, inventó al municipio político en los noventa aplicando la tecnocracia de última generación de la derecha estadounidense; la política se reducía al cosismo por lo tanto era más importante sacar la basura y conservar las áreas verdes que trazar los lineamientos del país. Quizá lo peor de todo es que muy sea insignificante el aporte de los municipios eso no significa que deban ser utilizados para “castigar” a la derecha.

El superficial neo liberalismo se ha colado en toda la sociedad, todos caen rendidos ante las cifras contables aunque estas no signifiquen nada. Todos quieren decir que han aumentado su votación en la elección municipal y nadie está dispuesto a reconocer la irrelevancia de los municipios. Los únicos que han podido sacar ventajas políticas de los municipios han sido los UDI asesorados por GMA (Gestión Municipal Avanzada) y que hoy están expuestos a perder sus cargos e incluso a sanciones criminales. Su “negocio” consistía en identificar a quienes votaban y quienes no en la comuna y así podían cuidar el antejardín de unos y no sacarle la basura a otros; sabían a quien atender personalmente con un café y a quienes obligar a hacer la fila. Ya que GMA ha sido ilegalizada, no por posibilitar el clientelismo geo referencial, sino porque ambición de los alcaldes UDI les hizo romper el saco, los municipios han quedado nuevamente reducidos a una pequeña agencia de empleos modestos y proyectos de escaso impacto social destinados a saquear las arcas públicas. El Juntos Podemos aspira sólo a mantener el azul su contabilidad política y obtener algunos cargos para satisfacer a sus pacientes militantes.

Por lo dicho es falaz culpar al sistema electoral por la falta de votos. Injusto sería excluir a la izquierda sistémica teniendo a los votos, el hacerlo en tanto minoría consuetudinaria no es un crimen en contra de la democracia liberal en ningún lugar del mundo. La pregunta se dirige hacia la propia izquierda sistémica sobre porqué no convoca ni convence. Podemos aventurar algunas hipótesis: Falta de ideas, falta de proyectos, negativa a revisar su historia y renacer. La falta de crítica es lo que permite que la izquierda sistémica se haya refugiado en el fracaso y se haya acostumbrado tanto a él que sólo aspira a seguir fracasando, quiere hacernos creer que ese es un triunfo como sí lo cree apenas setecientas mil personas. Todos los jóvenes que no nos inscribimos, que no le creemos ninguna palabra ni a Guido Girardi ni a Hugo Gutierrez, que con creces superamos en número al actual padrón electoral no podemos estar tan equivocados. Si mediante la democracia se pudiera dejar vacantes los cargos cuando no conciten la adherencia de la mayoría en Chile hace bastante que no gobernaría nadie.

Comentarios:

El problema es que la democracia dentro de un mercado trata al elector como a un consumidor. Si un producto no se diferencia de otro se subsume en él. El riesgo para el juntos pajeros es que los electores no logren discernir entre estos y la concertación; esto es peor para el pajiemos que para la concerta pues la bebida que imita a la coca cola refuerza la hegemonía de este. El pajiemos, en busca de un resultado electoral contable, inmediato, dilapida su escaso capital electoral sin preocuparse de convencer a los que hoy no participan como prioridad. Es más, al pactar con la concerta quema los puentes que hubiera tendido con los grupos antisistémicos que los doblan o triplican el poder electoral en potencia. Si la izquierda sistémica trabaja su “producto” en tanto minoría, radical, inconfundible con los demás, reacia a cualquier pacto, dedicada nada más a aguar la fiesta del gobierno, tiene muchas más posibilidades de crecer incluso electoralmente. Sólo diferenciándose y siendo honesta consigo misma puede crecer desde un núcleo duro; ese núcleo puede parir una nueva mayoría mediante un largo proceso. Lo que está haciendo el pajiemos es nada más que pedir oxígeno y morfina para una infamante muerte asistida; ni siquiera se está atreviendo a morir con dignidad. (azeta)

0 comentarios: