lunes, 23 de junio de 2008

¡Putas que está cagao el Ariel!


He sabido que arenga a sus vecinos desde su jardín,

como si fuera una proa,

en contra de potencias inexistentes.


He sabido que lo ha abandonado su propia madre,

que ninguna lo soporta

aunque cada vez es más difícil saber si realmente le gustan las mujeres.


Su vida se circunscribe al ocio,

a la miseria que cultiva como si fuera un oficio,

a la inmundicia.


He sabido que no le ha trabajado un día a nadie,

y que se jacta de ello.


Que organiza asados y tomateras en viernes santo.

Que habla solo cuando esta sobrio y que ebrio...

... ebrio no se sabe si habla, grita o baila,

se transforma todo en un griterío que ningún cristiano,

o chileno bien nacido soportaría.


Lo he visto llegar tambaleándose,

y forzando su propia puerta,

comprando cervezas a las diez de la mañana.


Llegó a decirme que cuando me relajara me separaría,

cuando aún estaba casado.


Mi madre tenía razón,

es un líder negativo, un pozo sin fondo.


Un anarquista, ateo,

ambiguo sexual,

resentido social.


La autodestrucción es su meta.

Sólo se irá al infierno una vez que nos convenza a que lo acompañemos.

2 comentarios:

kat dijo...

jajajajajaja...

Me hiciste reir mucho con eso...
Lo único que puede acotar es que a pesar de todo y ti mismo eres querible.

Batman Peredo dijo...

Oye, el weón pal pico el tal Ariel. Interpelo al dueño del Blog y le pregunto si acaso lo conoce, si es conocido suyo, o es que ha colocado este texto por que lo ha conmovido una descripcion de semejante ser bestial y decadente, que triza nuestros valores occipucidentales.