lunes, 13 de agosto de 2007

Dinero y Política: Relaciones Incestuosas.




Desde las elecciones presidenciales pasadas el tema del dinero y su relación con la política se encuentran en la palestra. Esto porque el candidato opositor en segunda vuelta a Bachelet, Sebastián Piñera, es un empresario exitoso: Tan exitoso que dispone de una de las fortunas más grandes del país.

Sin embargo, antes de la candidatura de Piñera el tema ya se había discutido extensamente a propósito de la ley de financiamiento de las candidaturas. En aquellos tiempos quedaba claro que se debía regular el aporte privado a las campañas y subsidiar a los candidatos que no tuvieran tanta llegada con los más ricos. El resultado ha sido una ley ecléctica que se aplica ligeramente y que ha inducido a que algunos estén lucrando directamente con fondos públicos con total impunidad; la ley de la selva, que regía anteriormente, era igualmente injusta que la actual pero reflejaba con mayor honestidad las relaciones entre política y dinero.

¿Qué se le puede reprochar a Piñera? Belisario Velasco, siendo Ministro, recibiendo sueldo de Ministro, tiene negocios en Cuba; Allende mientras era senador por las provincias nortinas era accionista de empresas salitreras; Hirsh, el candidato de la Izquierda Extraparlamentaria es un empresario, igual que Piñera, y el que sea un empresario quebrado y fracasado no le da título alguno a criticar la actividad del opositor.

La objeción que pondrán a tal argumento es el de las magnitudes: No es malo ser empresario, lo malo es ser multimillonario.

Tal argumento es muy difícil de defender puesto que el dinero que obtiene, todo empresario, es producto de la explotación de los trabajadores y en cuestiones morales - si es bueno o malo ser empresario - las magnitudes no importan.

El sistema económico nos sitúa a todos los seres humanos en los bandos de los explotadores y los explotados y los políticos, cualquiera sea su bandera, siempre SIEMPRE van estar del lado de los explotadores... Dejen explicar tal afirmación antes de que la sangre llegue al río: Vivir de la esperanza de los otros, de decir que representamos a otros, que abogamos por el más allá o el más acá exige recursos y si dispensamos nuestro tiempo en esas actividades es porque logramos obtener esos recursos de otro lugar que del trabajo puesto que el trabajo es la venta de nuestro tiempo útil.

Pero acusar a los "grandes empresarios" parece un negocio rentable a corto plazo y desde todos lados se critica a quienes tienen más dinero que otros explotadores. Tal discurso es promovido por muchos explotadores que parece que respiran aún por la herida.

Piñera, aburrido y con justa razón, de ser tratado como el niño símbolo de la plutocracia, le espetó a sus críticos que era más digno ser empresario, dar empleos miserables y chupar la sangre a otros que vivir gracias a lo que el papito fisco les provea. Lagos Wea, sin que nadie lo obligara, tomó el fierro caliente y respondió que era un "servidor público y no un vago". Hasta ahí para la Gaviota en Viña del Mar.

El mismo aludido aparte de lucrar hasta hoy del dedo de su padre exhibido hace 19 años ha metido la mano directamente en arcas fiscales como en sus posgrados vacacionales jamás concluidos o en la caída del puente Loncomilla en que todos los chilenos pagaron la externalidad negativa de su negocio de prefabricado de hormigones.

Da para pensar que la virulencia de Lagos W contra Piñera se explica en que las condiciones tanto o más favorables del primero le impiden obtener la fortuna del segundo. No creo que eso tenga que ver con que Lagitos W dé más propina en el Liguria o que le pague sueldos éticos a sus jardineros.

Y la demagogia de los críticos impide visualizar la demagogia del criticado: Cuando se discutió lo del sueldo a las dueñas de casa, Tatansito Piñera propuso que el fisco pagara una cotización previsional por ellas para volcar más fondos públicos en las AFP y de ese modo las grandes empresas obtuvieran más dinero barato; ahora que se discute lo del sueldo ético, a propósito del Obispo Goic, nuevamente se sube arriba del piano y dice que el fisco debe subsidiar para garantizar un ingreso mínimo familiar.

Dichas propuestas en el papel resultan posibles y financiables pero no son acompañadas de otras que propongan mecanismos para transferir recursos desde los ricos a los pobres sino que otro medio de nivelar a los pobres hacia abajo.

Desde luego que el populismo del gobierno de turno le impide criticar el populismo opositor pero los ricos, con mayores competencias técnicas que los pobres, sí reconocen esas "sutilezas" y eso es lo que explica que prefieran poner sus fichas sobre el color de la Concertación que en el de la Alianza.

Como saben que para gobernar no hacen falta carguitos, financian a aquellos que viven de la teta del fisco y luego les cobran "de un modo en que no se pueden resistir". Esa es la verdad de la milanesa y todo lo demás es aire.

Pero Piñera, como puede financiar por sí sólo la campaña, se manda solo, y eso rompe la Omertá que define a la política Chilena desde el 12 de Febrero de 1541.

Sólo la izquierda extraparlamentaria dirá si el plan de Piñera se materializa, pues fueron ellos quienes le dieron el triunfo a Lagos y a Bachelet.

Y si Piñera gana, necesitará muchos proxenetas fiscales; y aquellas golondrinas migrarán sin que nada las detenga.

Con Pinochet muerto la estrategia de apelar a la izquierda Pinochefílica se debilita y el único barco por quemar que le queda a la Concertación es seguir aturdiendo al electorado con una crítica a la pleurexia de unos: Cómo si ellos fueran "servidores públicos" por bolita de dulce.

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