jueves, 29 de abril de 2010

Los Intelectuales y la Humanidad.

Y de la comunicación como supuesto de toda transformación consciente.

Por Ariel Zúñiga Nuñez


El subdesarrollo es una condición mental que impide comprometerse con un proyecto, con una idea o con un afecto.”*

En el filme “Memorias del Subdesarrollo” de Tomás Gutiérrez Alea.

Y, ahora, huevón,

te las das de lúcido,

explicando porque no te la jugaste entonces,

cuando había más de algo que perder.”

Lucidez Retrospectiva, Jorge Mera, en Lucro Cesante Nº2

La ciencia es la criptonita de la religión”

Alberto Montt.


Hasta que duela, y en especial si duele; hasta perder si es necesario, y si se corre el riesgo de perder con mayor razón, así es cómo deben defenderse los principios. Es por esa razón que la pluma, pese a todo, siempre triunfa sobre la espada. Los ejércitos no pueden conducirse a la derrota, en cambio las ideas siempre deben enfrentarse a la ignorancia, el mito y la impostura, como Leonidas en las Termopilas, luchando por la gloria.

¿Los intelectuales somos una lacra? Afirmación esperable de los simios que esperaron que el primer hombre bajara de los árboles. Los intelectuales somos la razón, y a veces la única razón, de que no seamos bestias o que al menos tengamos consciencia. Y para quién crea que es un trabajo cómodo, de riesgo controlado, debe saber que quién ejerce esta profesión con el compromiso que requiere difícilmente llega a la vejez tranquila que disfrutan muchos dirigentes arrieros de ovejas.

Los intelectuales somos odiados en primer lugar por todos quienes nos envidian, sean del bando que sea. La hermandad de Ricardo III siempre castiga con el rumor y la zancadilla a los mejores hijos de esta tierra.

Somos mirados con sospecha por todos quienes no nos comprenden y en cualquier momento estamos expuestos a ser eliminados por las turbas histéricas, sedientas de sangre, en especial del forastero. ¿Y qué es el intelectual si no el eterno forastero en su propia casa?

Somos enemigos de todo poder, pues los intelectuales “comprometidos” a cualquier orden contingente en vez que a la verdad, a la insoportable e inconveniente verdad, no son dignos de esa investidura. Viles jureros, meretrices, encantadores de serpientes, escritores sombríos capaces de torcerle la nariz a los hechos para asustar a las masas o adormecerlas. La poltrona y la biblioteca calefaccionada, con whisky de sobra en las bodegas, escritura de terciopelo y masajista privado, esos viles hombrezuelos son presentados a las masas analfabetas, en el estricto sentido de la palabra, como los “intelectuales”. Y los “hombres de acción” los denostan, y con mano ajena financian a las meretrices para que exalten sus inventadas virtudes, o que guarden silencio.

Pero quienes padecemos de la ingrata compulsión a resistirnos al vaivén de las olas, al balar, a la edulcorada abundancia construida sobre cadáveres; aquellos que vivimos como extranjeros, que no nos conformamos con los aplausos e incluso rehuimos de ellos, no haremos nunca algo o lo dejaremos de hacer por conveniencia. Seremos ante todo insoportables para el poder, para el que sea, pues siempre diremos lo que no quieren aunque intenten complacerse con nosotros.

¿Que somos un vil subproducto burgués?

Les aseguro que cualquier intelectual que se precie vive una vida llena de obstáculos y privaciones y el éxito sólo le llega cuando está acallado, es decir, cuando está tres metros bajo tierra. Los intelectuales de verdad somos en general hombres póstumos; los que reinan en la tierra son otros, todos sabemos quienes son y cómo se les puede llamar.

La (in comunicación).

La comunicación comienza donde termina el negocio. Se trata de una transacción entre iguales con la misión del enriquecimiento mutuo.

El negocio, en cambio, es sinónimo de contrato, es decir, de una transacción interesada.

Ya que nuestro mundo no es igualitario, aunque queremos que así sea algún día, las transacciones son, en la generalidad de los casos, en desigualdad y además interesadas. Eso produce un previsible resultado, la tragedia del apostador en el casino: Haga lo que haga la casa va a ganar. En nuestro mundo los poderosos ganan en todas las transacciones y hacen que sus intereses prevalezcan aún cuando creemos actuar desinteresadamente ¿alguien dijo teletón?

Por lo tanto, las escasas “islas” en donde se materializa el milagro de la comunicación son ecosistemas muy frágiles.

Cuando dichas instancias son públicas, de libre acceso, permite que los intelectuales nutran a y se nutran de la sociedad. Con ello todos ganan menos los que quieren vender la información, construir o conservar su poder mediante engaños, o instituirse como los mercaderes monopólicos del saber.

El intelectual es un enemigo de lo establecido y su actividad es siempre sediciosa. La verdad por sí misma es corrosiva, su sola divulgación desestabiliza.

La tarea de los negociantes, independiente de las banderas con que se cubran, es siempre la misma y en ello se asocian del modo más hipócrita posible: Aniquilar a los intelectuales, y transformar a las islas de comunicación en un paraíso para los negocios.

El intelectual no sabe por saber, ni por vender su compleja mercancía, es un visionario que ve semidioses ahí donde otros ven súbditos y o consumidores. En un tiempo bajó de los árboles, inventó los idiomas, cruzó desiertos y gélidas estepas, océanos. Siempre ha mirado más allá y por lo mismo siempre ha sido un enemigo de los emperadores del ahora.

La comunicación es el único vehículo de transformación que se conoce. El intelectual llega a serlo porque la soledad lo arroja a hablar con los muertos, por eso lee y escribe mucho. Pero vivimos en una época en que los desarrollos técnicos posibilitan la comunicación de los dispersos y marginados intelectuales. Eso le incomoda a muchos, se resisten a ello con todas sus fuerzas, apelando al rumor, al engaño, a desatar los temores más primarios.

Sus esfuerzos son en vano, los intelectuales ya no dependemos de su visto bueno para publicar ni de sus aulas para ser escuchados. La comunicación puede prosperar, un insignificante (para algunos) espacio en la internet es la acrópolis más grande jamás construida.

Pese a las resistencias la verdad prosperará tarde o temprano, la comunicación sustituirá al negocio, el intercambio pacífico a las extorsiones del mercado. El hombre pese a las atávicas bestias, escasas pero dominantes mediante el terror, se encamina a la emancipación de los dioses y las supersticiones, ha de erigirse en su propio dios y soberano, y eso ocurrirá necesariamente aunque tarde mil o diez mil años, y eso nos basta para celebrar, pues nuestros tiempos son siderales.

El hombre común se dedica a cultivar su jardín, el intelectual, a la humanidad.


* Cita libre, textualmente dice así: “Una de las cosas que más me desconcierta de la gente es su incapacidad de sostener un sentimiento, una idea sin dispersión. Helena demostró ser totalmente inconsecuente, es pura alteración como diría Ortega y Gasett, no relaciona las cosas. Esa es una de las señales del subdesarrollo, incapacidad para relacionar las cosas, acumular experiencia y desarrollarse. Es difícil que se produzca aquí una mujer trabajada por los sentimientos y por la cultura, el ambiente es muy blando. Todo el talento del cubano se agota en adaptarse al momento, la gente no es consistente y siempre necesita que alguien piense por ellos.”


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miércoles, 28 de abril de 2010

Sobre el Sapo Ariel Zúñiga.

Primera Parte.

Por Ariel Zúñiga Nuñez


Estoy con los brotes tiernos, pero mientras exista maleza desbrozaré”.


Algunas respuestas, apuradas, respecto a las acusaciones delirantes de algunos “compañeros”.

Hasta que pasó lo que iba a pasar. En esta izquierda retrospectiva, pasada a stalin, el que no se cuadra en la fila de los rabanitos lo acusan de sapo: "USTEDES SON DE MUCHO BLA-BLA-BLA-, LOS DOS,........ ...DE ARIEL ME LLEGÓ UN CONTRACHEQUEO ,QUE ES INFORMANTE.....MIEDO NO TENGO DE NINGUNO DE LOS DOS, PERO A FELIPE, A ...PARTE DE SER SOCIALISTA...NO LO PUEDEN TOCAR."

Soy puro verso, soy un intelectual, lo afirmo a mucha honra, y en eso que hago soy bueno, debería ser juzgado en atención de ello en vez que ir y expulsarme a la derecha, pues harta materia gris hace falta en la izquierda, venimos perdiendo hace mucho rato como para andar basureando y ninguneando a los que piensan. Muy ... lujo burgués sea, Marx también se lo dió, Bakunin también.”

"Piensen lo que quieran, es asunto vuestro. Yo fui involucrado en esta conversación, yo no los he sacado a bailar. Y es obvio, no somos ni hermanos, ni compañeros, ni nada. No he defendido a nadie, sólo me he negado a adherir a una campaña de difamación, la cual, si disponen de antecedentes haganlo de forma pública, objetiva y "dialectica".

Resolver este asunto es parte insustituible de lo que "hago" que sea un intelectual, puro verso, la intención de mis textos no es otra que el autoanálisis, la autocŕitica antes de cualquier crítica, la depuración de la izquierda (en el sentido de volverse a sus principios y finalidades y desde ahí juzgar sus prácticas). Esto que sucede es un punto crucial de ese desarrollo teórico-práctico. No existe nunca nada más práctico que una buena teoría; y la teoría en el aire, disociada de la práctica, es paja, y su publicación no afecta ni molesta a nadie.

El camino fácil es huir, fomentar la "fuga de cerebros" hacia la derecha o al pos modernismo, al new age o lo que sea, con la cantinela de "en la izquierda son puros dogmáticos" o "ya no hay izquierdas ni derechas". Una fuga sin escalas hacia el nihilismo que nos puede llevar, previa escala en el pelambre, a Wall Street, la Moneda o el The Clinic. No estoy para eso. No soporto que esa izquierda me trate como un hijo pues ni la he elegido como doctrina, ni como ideología, ni como familia, ni estimo que sea una institución jerárquica, disciplinada y no deliberante como ellos pretenden.

No aceptaré que se autoinstituyan porteros que visen las entradas al sector o echen a patadas a los revoltosos.

Uno de los asuntos graves, en este caso llega al patetismo, es que lo sintetizas: A algunos le permiten todo y a otros nada. Ha sido un espectáculo histérico como se han juntado los tipos que hablan peste unos de otros con tal de rayarme la pintura. Aún así, todos juntos y en patota, deberán cambiar sus prácticas sectarias a riesgo de quedarse solos en un caústico caldo, como una familia victoriana, para cuidar las apariencias.

Como se los dije una vez me importa un bledo la izquierda geriátrica, aquella que disminuye año a año por la mera tasa de mortalidad vegetativa, de esa que se hace más chica cada agosto; me interesa la izquierda que se gesta, casi todos menores que yo. Aquellos que vivieron como esa vieja izquierda los dejó botados en el mochilazo y en el pinguinazo; que siguen chocando con su dogmatismo, conmemorativismo, maniqueismo, homofobia, e insoportable bolchevismo. Los jóvenes que se reúnen por afinidad, que no les compran ni a los curitas ni a los pacos verdes o a los rojos. Aquellos que comprenden que es mucho lo que se debe cambiar como para creer que bastará un levantamiento en armas para hacerlo.

Como lo afirmé en mi muro "mi apuesta es por los nuevos brotes, pero mientras halla maleza desbrozaré".

Respecto a la tortura, mi opinión se contiene en este artículo: "La infiltración y lo infiltrado", Todo quien tortura tuvo que ser torturado para aprender a aplicarla; todo quién es víctima de tortura tiende necesariamente a reproducirla. La función de la tortura no es la producción de información (pues existen métodos indoloros más efectivos como la aplicación de drogas como el óxido nitroso); su función se reduce a infiltrar, en el sentido más profundo del término, pues se trata de introducir en el individuo la lógica de la tortura. Por esa razón me opongo a todas las formas de tormento, vengan de quién vengan, y bajo los buenos oficios de quién sea. Jamás trataré a mis adversarios, o a mis enemigos, del mismo modo que ellos a mi pues en ese momento la tortura habría triunfado.”


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viernes, 23 de abril de 2010

El Colapso de Rapa Nui II.


El dilema de la papa.

Por Ariel Zúñiga Nuñez


Escribí el texto “El Colapso de Rapa Nui” como reacción ante la lectura de “Armas, gérmenes y acero”, y “Colapso”, ambos de Jared Diamond. Llegué a tales textos debido a una entrevista a un reputado ecologista, Juan Pablo Orrego, opositor al proyecto hidroaysen, concedida a Cristián Warnken en “Una belleza Nueva”.

Me costó mucho poder acceder a esa información, no disponía del dinero (superior al ingreso mínimo medio latinoamericano) para comprar el libro. Sólo pude leerlo con detención cuando llegó “Colapso” a la Biblioteca del Congreso en Valparaiso, y “Armas...” a la biblioteca regional de Santiago, en Matucana.

Por lo tanto no me pidan exhaustivas referencias, se trata de libros que no están en mi esmirriada biblioteca, tampoco dispongo de fotocopias de las páginas relevantes. Se trata de uno de los tantos libros que he leído apurado para que no me lo quiten de las manos.

Pero algo quedó tatuado en mis neuronas, aquello que podría denominar “el dilema de la papa”.

Si Diamond se hubiese limitado a realizar una indagación científica, desarrollar un “estado del arte” para legos curiosos, no habría objeción alguna. La facilidad para refutar al reputado escritor de Best Sellers radica en que sus especulaciones, válidas por lo demás, las impone como un juicio científico, más allá de la relatividad inherente a una conclusión de esa naturaleza.

La ciencia es un saber provisional, sujeto a la refutación posterior. Hablar de refutación, de falsación, de mejora, de revolución científica, para el caso da lo mismo, la ciencia se conforma con dar una explicación mejor que la que la precede o guardar silencio. El terreno de las conjeturas, de las válidas especulaciones, es también científico pero sólo en un estado germinal de las teorías, es decir, en la formulación de hipótesis.

Diamond impone un conjunto de válidas conjeturas para afirmar categóricamente algo muy difícil de probar científicamente, por ende, muy sencillo de refutar: Basta como en los tribunales plantear sólo una duda razonable para que el edificio teórico del estadounidense colapse.

Para defender que Rapa Nui jamás tuvo contacto con América antes de la llegada de los europeos necesariamente se deben refutar todos y cada uno de los argumentos aportados por Thor Heyerdahl, navegante noruego que suscribía la hipótesis contraria. Se puede admitir que en tal sentido Diamond actuó con diligencia, amen de décadas de investigación científica adicional que dispuso, pero le faltó un detalle. Heyerdahl menciona a la papa, quizá la variedad vegetal más americana que se tenga noticia, en Rapa Nui, antes de la llegada de los europeos. Diamond sin más, basado en la abundante evidencia que maneja, desecha tal antecedente como irrelevante.

¿Puede un científico descalificar una evidencia que refuta su teoría basado en su propia teoría?

En caso alguno.

A lo más Diamond debe aceptar que su tesis, que además no es propia, compite con otras tesis igualmente válidas científicamente hablando pues debido a la carencia de evidencias para refutar a las demás. La papa en Rapa Nui no refuta la tesis de Diamond; tampoco los objetos polinésicos refutan a Thor Heyerdahl. Y sería prematuro, y hasta superficial, defender desde ya una teoría ecléctica, la cual solamente estaría motivada por nuestra obsesiva compulsión por encontrar una respuesta.

El juicio tajante de Diamond lo desenmascara como un pensador liviano y relativiza toda su teoría posterior sobre Rapa Nui ¿Porqué habría de ser un científico serio en un caso si no lo es en los demás?

Y como dije en el artículo anterior, se trata de un darwinismo con piel de oveja. La apurada tesis de Diamond es funcional a la imposición occidental y hasta del “blanqueado” de las culpas coloniales, pues, la principal razón por la que Rapa Nui es un misterio es porque los europeos mataron a toda su población salvo una centena.

Francia, por otra parte, quiere afirmar su pretensión imperialista sobre la polinesia bajo el vulgar ardid (como todos los argumentos geopolíticos expansionistas) que Rapa Nui es parte de la polinesia (francesa) y para ello debe poner la bota encima a cualquier tesis alternativa que defienda contactos americanos precolombinos.

Propaganda barata confeccionada sin mezquinar recursos. Incas navegantes, comunicados con Rapa Nui no es una tesis pseudo científica como la “teoría de la tierra hueca”. No comparto el defender americanistamente tal teoría haciéndome el ciego ante las evidencias en contrario, lo que quiero dejar por establecido es que ambas tesis son válidas, coexisten, y deben ser respetadas como tales.

En cuanto a que Rapa Nui es el ejemplo ejemplar de lo que nos sucederá a todos los humanos si no variamos nuestra economía extractiva y depredativa, me parece que es un salto al abismo. Como dije en el artículo anterior la isla más aislada del planeta es el paradigma de lo contrario. Los Rapa Nui fueron capaces de sostener una población tan densa como la de los países desarrollados de hoy, sin depender de la explotación de otras latitudes, y durante un tiempo mayor a la de todos los imperios conocidos con la excepción del egipcio y el chino, y disponer del tiempo excedente suficiente, y alimentos, como para construir sus conocidos megalitos.

Los europeos, en cambio, cuando llegaron al estrecho de magallanes, lugar plagado de recursos forestales, energéticos, pesqueros y para la cacería, se terminaron comiendo entre ellos pasados unos cuantos meses. El ejemplo para “Colapso” Diamond lo debería buscar en todas las historias de europeos incapaces de adaptarse al medio ambiente que terminaron en masacres: Comiéndose unos a otros o asesinándose.

La “historia total” de Diamond se hace burda cuando confunde al ser humano con un vil rata. Es cierto, los europeos se han comportado de ese modo e incluso peor, pero eso no ha sido común en los seres humanos, son múltiples los desarrollos culturales que conocemos, y son infinitos los que desconocemos y los que son posibles. Las ratas están presas de su biología, su cultura es una extensión de la misma, los humanos en ese aspecto somos diferentes: Estamos sujetos a nuestra cultura pero poseemos la capacidad de transformarla; nos comportamos de acuerdo a nuestra cultura pero existen infinitos desarrollos culturales posibles. LA EUROPEA ES UNA SOLA, LA EUROPEA ES UNA SOLA, LA EUROPEA ES UNA SOLA... eso debería escribir en una pizarra Diamond hasta el infinito.




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viernes, 16 de abril de 2010

Lluvia en el País de los Sin Techo.


Sentando las bases para una mejor productividad.

Por Ariel Zúñiga Nuñez


Ha llegado la lluvia, al menos una quincena de ventaja le dio al gobierno para que actuara y como vemos, nada. Escombros sobre escombros, adobes licuados, niños tapados con plásticos, periodistas bien abrigados y alimentados impostando la congoja, la calamidad evitable exhibida con asombro.

Aunque desde aquí se escuchen los martilleos de los techistas, y hasta aquí llegue el olor a chaleco mojado de sus buenas intenciones, sabíamos desde el principio que todo era una continuación del espectáculo, por otras vías, y de la calamidad por la acción de otros eventos naturales previsibles.

Los especuladores, que deberían adornar nuestro escudo junto a los pacos y los perros vagos, se frotan las manos, y no es por el frío, como los cientos de miles de damnificados. Socios, amigos y financistas del gobierno anterior; ministros, subsecretarios, intendentes ¡y hasta el presidente! de la administración actual. Esperaban ansiosos la lluvia que desmoronara por fin la quimera de la reconstrucción y arrojara los cuerpos sobrantes a las fauces del libre mercado: El shock, a río revuelto ganancia de pescadores.

Nada mejor que los adobes irreparables por efecto de la humedad para soslayar las normas de monumentos nacionales; nada mejor que niños moquillentos en la TV, y tiritando para justificar la miserable política de arrojar mediagüas como solución habitacional definitiva.

Son transitorias, dicen, como los arreglos en la villa olimpica que cumplieron 25 años de transitoriedad y el 27 de febrero quedaron en el suelo.

Qué mejor que un pueblo de rodillas, entumecido, estilando, atacado inclemente por un terremoto, un tsunami, un diluvio sin protección, y para colmo, por la piratería avalada por nuestra clase dominante. Asediado por las buenas intenciones de los vampiros, de todos quienes quieren esquilmarlos, explotarlos, empezando por el gobierno, siguiendo por los bancos y todo el macroempresariado “caritativo”.

Los buitres con maletín que recorren las zonas devastadas, comprando por tres monedas los terrenos sin que el gobierno haga nada, sin que se congelen las transferencias, como se hizo luego de la erupción del Chaitén, o se utilice la “zona de emergencia” para algo diferente que para amedrentar al propio pueblo arrodillado.

Qué mejor para la raza de mercanchifles que nos asolan que un país en mediagüas ansioso que le pasen un chuzo y una picota para emplearse en el PEM y el POJ por un plato de garbanzos.

Es el modo de crear los empleos prometidos, de aumentar nuestra “productividad”, bajando los salarios de facto al llevar a un diez por ciento de la población a la más angustiante miseria.

Y las cifras dirán que Chile sigue creciendo, el próximo año será de un crecimiento “sin precedentes”. Cada ventana que le hagan a la mediagüa, cada bolsa plástica que le arrojen encima, aumentará el IMACEC, el miserable nivel de ingresos “fomentará la inversión extranjera”, y los multimillonarios recursos del cobre, de lo cual hoy nadie más habla, aportarán al “crecimiento” local, al menos de la cifras, mientras son disfrutados en otras latitudes.

Lo único transitorio será el aumento del royalty, que se aumenta dentro de niveles risibles, y se hace de modo que no “se vayan a enojar las grandes compañías”. No vaya ser cosa que se enojen y se aburran de enriquecerse a nuestra costa.



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miércoles, 14 de abril de 2010

Respuestas Urgentes e Importantes IV.


Apurado porque el dinero de Miami paga mis cuentas.

Por Ariel Zúñiga Nuñez

"Sólo quién está con el estómago lleno puede tratar con tanta ligereza la miseria que hay en Cuba; sólo alguien que disfruta de todas las ventajas del capitalismo puede considerar pintoresco el que un país entero esté estancado hace más de cincuenta años y disfrutar de la Havana como si fuese un parque temático. Quienes hemos sentido el persistente rumor del hambre en las entrañas la miseria no nos parece digna, la repudiamos, la consideramos una maldición y huimos de ella como de la peste."

A Von Pathoven:

No es que “ande con argumentos a favor de Cuba”. No estoy forzando los hechos ni los principios para que calcen con una condena o con un panegírico. Estoy realizando un esfuerzo de comprensión más profundo basado en los estudios de Lindes Alves y Danilo Zolo respecto a los DDHH. Ambos trabajos realizan un lúcido análisis de lo existente sin dar alternativas. Hernán Montecinos, que obviamente no ha leído ni a Alves ni a Zolo, va y arroja el agua de la tina con el bebé adentro, y si eso no fuese ya suficiente luego defiende a la isla por ser la que menos ensucia esa agua que ya arrojó. Esa argumentación es falaz. Y comienza a ser majadero, conspiranoico y flagrantemente falso cuando habla de una estrategia elaborada por la CIA en vez que una dinámica producida desde fines de los años 30, en especial desde 1945, con mayor razón desde 1948, extremada entre 1975-1989 por razones ideológicas, geopolíticas y económicas. Lo que además no habría tenido impacto alguno si es que el gobierno cubano y la hinchada fidelista no les hubiese seguido la burra.

Como mi afán en este artículo (“Una nueva Politización de los Derechos Humanos”) no es manifestar mi opinión sobre la Cuba gobernada por los Castro, cuestión que he realizado suficiente y oportunamente, sino describir un estado del arte, aunque sea tan sólo un esbozo, considero forzado eso de intentar rebatir otros artículos mediante éste, y sin hacerse cargo de los de éste.

Por lo demás me parece ofensivo separar el mundo de forma tan rustica, entre agentes de la CIA y defensores de la gloriosa revolución permanente cubana. Son muchas las voces de la izquierda contrarias al régimen de los Castro, para qué abundar en la serie de colaboradores de Fidel que terminaron en el extranjero no por haberse vendido al enemigo sino por no soportar una autocracia populista y carismática vendida de revolucionaria. Disentir de Cuba no nos transforma en Jorge Edwards ni en Roberto Ampuero, hasta el stalinista Neruda se permitió críticas a Castro, que de ser cubano lo agusanarían hasta entonces; y Eduardo Galeano ha criticado los paredones que tanto se enorgullecen algunos “compañeros”, y ha dicho hace pocos días que "Cuba duele"; Saramago, que se apura en citar Hernan Montecinos, dice que hasta aquí llega él, "y que desde ahora Cuba sigue sola".

No existe ningún cambio en la “linea editorial” de este blog. Siempre ha sido iluminista, eso implica, ser antioscurantista, anti obsecuente, anti supersticiones, y ateo en sentido lato lo que obliga a ser anti fidelista, anti nerudista, anti allendista, anti jarista, anti enrriquista, anti guevarista, etc. La izquierda no precisa ni de un paraíso prometido (“la creencia en el hombre ajeno de sí mismo”) ni de santos, ni beatos, ni ídolos.

Al menos esa es mi opinión.

Por lo que la hinchada del actual gobierno de la isla debiera procurar una defensa en su mérito. Explicar porqué es socialista su régimen y porqué ese socialismo es bueno. Explicar porqué es bueno que la mayoría de los terrenos de cuba estén incultos; porqué no se aprovecha el potencial pesquero ¿será porque temen que se les escapen con botes y redes? Porqué pudiendo comerciar con China, el mayor mercado del mundo, justifican todos sus males en el bloqueo con los EEUU. Cómo pueden llamar revolución a cincuenta años de dictadura del proletariado que no tiene ninguna posibilidad de avanzar más allá de eso.

Mis razones para estar en contra del Cuba, por lo tanto, no son solamente morales, de principios políticos, sino que también tácticas y estratégicas. Cuba no es el horizonte al cual debemos dirigirnos ni el modo en que debemos transitar a dicho horizonte; y además es un lastre que impide avanzar a la izquierda ya que la energía que se dispensa en defender a la isla entra en un saco roto e impide masificar culturalmente a la izquierda, en especial en las nuevas generaciones, que consideran inconcebible, e injustificable desde todo punto de vista, las restricciones que sufren los cubanos. Un joven chileno que machetea en la esquina para ir a un ciber café no puede considerar que existe “justicia social”, o que ella valga la pena, en un lugar en donde no pueda acceder a aquello que es natural por el actual avance de la tecnología, y que el mercado por sí mismo, provee a quienes lo necesitan. O hacer colas por alimentos que aquí puede incluso robar, si los precisa, porque abundan en las vitrinas, ya hurto simple a lo más implica una tarde de molestia en una comisaría.

Que no se te olvide que Cuba duplica la población carcelaria chilena la cual es la más alta de toda sudamérica por lo que la “justicia social” de la isla precisa de una injusticia penal que para los cubistas es irrelevante. Para mí no lo es, esas cifras hablan por sí mismas, el país hispano parlante más injusto es Cuba y luego Chile; como quiero mejorar a Chile no puedo concebir como modelo a quienes están peor que nosotros.

Disparos a la bandada espistémica.

Utilizar la duda metódica, comprender al conocimiento como una aventura progresiva, colectiva, está en las antípodas del posmodernismo, del nihilismo y de esos “escepticismo al peo” que denuncias. Por lo que la “hazaña” cubana debiera ser capaz de resistir análisis, y sus obsecuentes defensores el válido cuestionamiento, en especial desde su propio bando.

Respecto al empleo de las palabras, a mucha honra me solazo meando sobre los ídolos, en especial sobre los de izquierda, qué quieres ¿Que festine respecto a Macial Maciel o Escribá de Balaguer o Pinochet? ¿Que dibuje una bandera yanqui en llamas? Para eso está el The Clinic, el Punto Final y el Siglo. Y con mayor razón lo hago luego que Samir Amín metiera en el mismo saco a todos quienes discrepan con los Castro, no son lapsus linguae, es un uso y abuso deliberado así como cuando digo marxista, comunista, estalinista o lo que sea, o como jamás verás una arroba mula tratando de feminizar una palabra. Asimismo le llamo dictadura al régimen de Pinochet y golpe militar a los hechos del once de septiembre del 73'; y le digo invasión a las tres guerras de Iraq, a Kosovo, Timor oriental o Afganistán. Suelo llamar ladrones a los ladrones, asesinos a los asesinos, tiranos a los tiranos, frívolos y temerarios a los frívolos temerarios, etc.

Por lo tanto, y además porque nunca he sido parte de la izquierda charanguera, jamás le he dicho Fidel a Castro, ni Salvador a Allende, ni Silvio a Silvio Rodriguez, ni Milanés a Pablo Milanes, ni Pablo a Neruda, etc, no se me puede imputar más que llamar las cosas por su nombre y a las personas por sus nombres y apellidos, y de transgredir las burdas operaciones ideológicas con el rotulado.

Por mearme en la heráldica de la izquierda chalequera, de vino navegao y zampoña al ristre, no me pueden acusar de agente del imperialismo sin delatar su burda posición.

Las "lucas".

En cuando al vil y sucio dinero, la razón de mencionarlo fue para dejar mención del indolente y pudiente defensor promedio del régimen de la isla. Sólo quién está con el estómago lleno puede tratar con tanta ligereza la miseria que hay en Cuba; sólo alguien que disfruta de todas las ventajas del capitalismo puede considerar pintoresco el que un país entero esté estancado hace más de cincuenta años y disfrutar de la Havana como si fuese un parque temático. Quienes hemos sentido el persistente rumor del hambre en las entrañas la miseria no nos parece digna, la repudiamos, la consideramos una maldición y huimos de ella como de la peste.



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martes, 13 de abril de 2010

Bertone Vino por Lana...


La venganza de las almas descarriadas.

Por Ariel Zúñiga Nuñez


La misión de Tarcisio Bertone en nuestro país consistía en acarrear las terremoteadas almas de los chilenos. Desde la “Santa Sede” se sabe que un pueblo ignorante prefiere medallitas niqueladas que verdades geológicas.

De paso la visita a nuestro país le permitiría, al segundo a cargo del Vaticano, escapar al cuestionamiento mundial producto del reiterado abuso sexual a menores seguido por el encubrimiento. Qué mejor que ir al punto más alejado del globo, pensó, y se equivocó rotundamente. Es que los pechonos nacionales que lo visitan lo tienen engrupido que en nuestro país los estúpidos abundan y que esto seguía siendo un arzobispado como lo es Paraguay.

Lo curas hasta tan punto han normalizado la pedofilia que su defensa institucional ni siquiera pasa por negar la comisión de los horrendos hechos sino que tan sólo cambiarles el nombre: “Los curas que han abusado de jóvenes no son pedófilos, son efebólicos, es decir, homosexuales que abusan de adolescentes de su mismo sexo”, declaró hace unos meses una alta fuente eclesiástica.

Bertone pensó que nadie en este país le recordaría las debilidades sexuales de los “castos” sacerdotes, y que en este momento implican hasta al papa en ejercicio; creyó que lo recibirían con ramas de palma y al irse, Chile quedaría agradecido de su visita en estos momentos tan difíciles. Pero al llegar al aeropuerto de Pudahuel un periodista del canal de Piñera, Chilevisión, lo importunó con la pregunta que caía de cajón. Bertone en vez que responder guardó silencio.

Sin poder callar por más tiempo al día después desempolvó la teoría de los “efebólicos”, que no es más que una falacia pues independiente cómo se llamen sus perversiones, y la opción sexual de sus autores, ellas son delitos y los curas deben pagar por ello. La consecuencia de la burda defensa en vez que terminar el asunto lo explotó en la cara. Nadie recordará a Bertone como el prelado que viajó a salvar a las almas desperdigadas tras el tsunami y el terremoto sino como el oscuro y cínico burócrata capaz de mentir hasta las últimas consecuencias.

La estrategia del Vaticano en este punto es “salir jugando”, en vez que reconocer sus pecados utilizar la condena mundial para justificar la persecución a los homosexuales iniciada por Juan Pablo II. Cuestión que no deja de ser curiosa habida cuenta que la mayoría de los sacerdotes son homosexuales que esconden su opción en los conventos con la burda excusa de la castidad. Los sacerdotes no homosexuales deben ser quizá los que actos más aberrantes cometen. Qué mejor que ocultar los delitos propios dando argumentos para linchar a otros, en especial si son débiles. Chile ha cambiado mucho y nadie está dispuesto a tolerar a un homofóbico, menos a uno que exhibe sus prejuicios para encubrir delitos.

En vez que fieles en vigilia a la espera de su fugaz paso, Bertone encontró contramanifestaciones en la Universidad Católica Silva Henriquez, lugar en que se reunió con la jerarquía católica criolla. No sólo el MOVILTH (Movimiento de liberación homosexual) protestó sino que además los propios alumnos del plantel. Uno de ellos declaró en la radio: “No podemos aceptar que una persona como él hable en este espacio sin que a los que pensamos distintos se nos dé la posibilidad de refutarlo públicamente”.

El “vice papa” tuvo que arrancarse por los estacionamientos mientras los matones que los custodiaban golpeaban a los periodistas. Vino por lana y se irá trasquilado.

La iglesia católica es el imperio más antiguo del globo. Desde la caída de Roma es tan sólo el paso de este imperio a la informalidad, conservando su influencia hasta entonces en los países más miserables del planeta que siguen siendo, oh casualidad, católicos apostólicos y romanos.

El Vaticano ha impedido que Italia se emancipara de la monarquía y luego de la mafia. Fue Benito Mussolini acorralado por Paton desde el norte quién les concedió el título de Estado, “los estados pontificios” y con ello la personalidad de derecho público internacional en la era moderna. Es decir, el Vaticano, que defendió a rajatabla el laico nazismo y el pagano fascismo italiano no tuvo reparos en ser un protectorado de la República de Salo, administrada por Mussolini y apoyada por Hitler.

Esta vieja historia ha sido recordada por dos reconocidos escritores de la derecha darwinista británica, Richard Dawkins y Christopher Hitchens, quienes promueven una campaña para que Benedicto XVI responda por las incuantificables violaciones y abusos sexuales en contra de menores. El Papa, según ellos, no poseería inmunidad ni diplomática ni por ser gobernantes de un Estado, el Vaticano no es más que una ficción, una especie de paraíso fiscal creado a última hora como la república de Salo, que a diferencia de ella ha sido tolerada, pero jamás legitimada.

No creo que tales iniciativas prosperen. No dejará de verse como una continuación de las guerras religiosas de la época de la reforma o de la gestación de la iglesia anglicana; tampoco me parece que las acusaciones culminen en un colapso del Vaticano, algo que tan bien le haría a Italia -como tantas veces lo dijeron Maquiavello, Gramsci, entre otros-, y al mundo entero.

Y si llegara a caer la iglesia católica seguiremos estando presos de las creencias y las supersticiones: Mientras haya un idiota allí habrá un cura, o como se llame, para venderle un sitio en el cielo.





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Hablando nos Entendemos.





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No es lo Mismo.




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lunes, 12 de abril de 2010

Debates Televisados y Twitteados.


Un mundo por conquistar.

Por Ariel Zúñiga Nuñez


Hoy asistí al “debate” de TVN (Vía pública) a través de twitter.

Obviamente el tipo que elegía los mensajes cuidaba de forma desmedida su pega por lo que nada importante apareció en pantalla. Sin embargo, entre quienes participábamos en twitter el debate prendió, y lo mejor, a diferencia de facebook, es que se puede compartir con personas a quienes no conocemos sus discursos, lo cual enriquece y aburre menos.

A pesar que twitter siga siendo un sitio dominado por los chicos Mac y sus ingeniosos e insustanciales comentarios, es todo un mundo a conquistar por parte de la izquierda, que en este momento brilla por su ausencia.

Sorprende lo elitista que sigue siendo twitter a pesar de su facilidad de uso y loo liviano de su página, que no discrimina por velocidad de conexión.

Los invito a incorporarse y participar en los debates de TVN, Canal 13, o cualquier otro. Con la función “gato” es posible entrar a algo equivalente a una sala de chat y debatir con los chicos Mac y con los picados a quienes no nos publican los mensajes. Mejor que conversar entre nosotros, y seguir sobándonos la espalda, es hacerlo con los demás, con los que quieren opinar desde la soledad de sus computadoras y no tienen las cosas tan claras.



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Bachelet y su “Vocación de Servicio Público”.


Un nuevo capítulo de la serie “Hood Robin”.*

Por Ariel Zúñiga Nuñez


La ex presidenta Michelle Bachelet cuestionó las torpes declaraciones de Piñera en Buenos Aires, “sólo los muertos y los santos no tienen conflictos de interés” declaró el presidnete. Bachelet dijo que era posible estando vivo y sin aureola mediante, “basta tener vocación de servicio público”, sentenció lapidaria.

Sin embargo hasta ahora no se ha hecho cargo de las millonarias transferencias a “Santiago a Mil” (FITAM), que para cualquier ciudadano con dos dedos de frente la involucra, por la evidente relación política existente entre el festival teatro a mil de los meses de enero y el gobierno saliente.

El festival surgió junto a la concertación y como parte de la campaña estética, comunicacional, de exhibir que la “alegría había vuelto”. La cultura, por obra y gracia de la concertación, se transformó en murgas, batucadas, clowns y saltimbanquis, y además, en la insoportable reiteración de rostros que se pasaban de las campañas electorales a las culturales financiadas por el estado, con mayor frecuencia que los ministros o superintendentes pasan a se gerentes o directores de las macroempresas.

De la lista de “rostros”, Paulina Urrutia, del sindicato de actores, pasó al ministerio de la cultura con una gestión turbia que amerita una serie de contralorías. Otros, como Francisco Reyes y Delfina Guzmán, se paseaban (y pasean) como actores de la TV estatal muy bien remunerados, rostros de campañas políticas, y también de las publicitarias de macroempresas (Delfina Guzmán, por ejemplo, fue una de las que se prestó para lavar la cara de las AFP luego que perdieran multimillonarios recursos de sus cotizantes)

Lo que no estaba claro es que además actuaban como miembros de un cártel comercial destinado a financiar y apuntalar comunicacionalmente a la concertación.

Delfina Guzmán, quién es la madre del ex ministro -y actual funcionario del Banco Mundial-, Nicolás Eyzaguirre, es la directora del teatro a mil, entidad que recibió un cheque de mil millones de pesos por el gobierno saliente, sin concurso ni sorteos, y sin necesidad de contraprestación, es decir, no deben rendir cuenta alguna.

La “muñeca gigante” ya había sido financiada por creces por varias empresas chilenas y extranjeras, entre ellas una minera, de esas que pagan un ridículo royalty, aportó mil millones de pesos más por sí misma.

Bachelet, entonces, no sólo desayunó con la “muñeca gigante” (un burdo espectáculo propio del paupérrimo estado de la cultura concertacionista) sino que retribuyó muy bien a sus organizadores.

No sólo ha capitalizado comunicacionalmente, insulta la inteligencia el que se afirme que no existe una triangulación de recursos, o un pago por servicios, cuando en el directorio del “teatro a mil” participan Delfina Guzmán, Francisco Reyes y su señora; y en la ejecución Paula Echeñique, esposa del Senador Guido Girardi. Todos acérrimos concertacionistas.

Francisco Reyes se integró al comando de Eduardo Frei y además al del actual diputado Guillermo Teillier del Partido Comunista. Por lo tanto no se trata de un mero actor-empresario, a lo Juan Pablo Sáez, o de uno devenido en político debido a su poder económico como Vasco Moulian, sino que de un operador político puro y duro.

Por lo tanto los “conflictos de interés”, según Bachelet, se solucionan con fraudes de etiquetas. Ella no es dueña del “teatro a mil”, ni su socia, al menos en la formalidad, pero concertación y teatro a mil han prosperado de forma conjunta y hasta simbiótica. Francisco Reyes y Bachelet son apoderados del mismo colegio y además vecinos en el balneario de Tunquén.

Piñera debe dejar de hablar huevadas y vender Chilevisión, y Bachelet, y Girardi, deben dar cuentas de este negociado y dejar de acusar a los demás de sus propios pecados.

* Una de las frases típicas del ex ministro de hacienda, Nicolás Eyzaguirre, era calificar -o descalificar ciertas políticas- como propias de un “Hood Robin”, es decir, un Robin Hood al revés, uno que le roba a los pobres para darle a los ricos. Debería haber empezado por casa.



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domingo, 11 de abril de 2010

Respuestas Urgentes e Importantes III.


Sobre el pacto “progresista” o Concertación 2.0.

Por Ariel Zúñiga Nuñez


Cuando los pesimistas terminamos teniendo la razón es que están muy mal las cosas. Esto no sólo es vino picado en odres viejos, además es la confirmación que Enriquez Gumucio, Arrate, y Salvador Muñoz, etc, no son más que subproductos concertacionistas. Los nombres PAIZ, Copihue, y hasta PC, valen tanto como oceános azules, meros caballos de troya para cazar incautos y acarrearlos para que boten por una concertación ampliada, pero no por eso renovada.

Lo más grave es que pasan los días y aún se fortalece una posición de izquierda (una oposición de izquierda), o una alternativa al binominalismo que la cooptación del PC no mella sino que fortalece. Sé que existen cicatrices de la contienda electoral, y hasta decepciones, pero la concertación ya está pensando de aquí a cuatro años y al parecer, nosotros, seguiremos mordiéndonos la cola discutiendo si Cuba es lo que dice el Gramma o el Pais, mientras se cierra la discusión por la soberanía de los recursos naturales (COBRE, agua dulce, Mar) y de los impuestos. El caso "Andrusco" aparece como una excelente cortina de humo para entretener a los "compañeros" y desatender lo importante para avocarse a lo urgente.

A propósito de esto último, cómo se puede ser tan mentiroso como para hablar de coincidencias entre océanos azules y el programa del juntos podemos. Las coincidencias están entre el programa de Piñera y el de Frei. Para la concertación, empezando por Carlos Ominami (conocido agente de las multinacionales del Cobre), la nacionalización de la gran minería es un anatema, al mismo tiempo, esa era la única propuesta de peso de ese programa. Desde luego si le restamos la nacionalización del Cobre (o una versión débil como instituir un royalty decente), el programa del juntos podemos es compatible con el de océanos turbios y hasta con el de Piñera. Para eso último bastaría pegar con engrudo unos trescientos caracteres refiriéndose a los DDHH en retrospectiva.

Por lo tanto decir, a lo Aylwin, "hay más que nos une que nos separa" soslaya indecentemente que aquello que separa es irrenunciable, no acepta matices ni moderaciones.

*Ilustración de Fiestoforo: www.fiestoforo.cl



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sábado, 10 de abril de 2010

Sobre el Altruismo Bien Remunerado.

¿Sin fines de lucro?.

Por Ariel Zúñiga Nuñez


La aceptación del mundo como es, de su estructura, y cómo esta forja a los seres humanos en el fuego del egoísmo, me hace comportarme doblemente escéptico con aquellas instituciones y personas que se asientan en lo opuesto, en el altruismo.

Vigilante sin ser paranoico, comprendo, y casi todo el mundo lo hace, que las empresas no persiguen otro fin que el lucro. Cuando se muestran caritativas sé que están lucrando aún más y que están sacando el dinero de mi bolsillo a hurtadillas. Pero, qué sucede con las corporaciones y fundaciones “sin fines de lucro”, aquellas que actúan, supuestamente, al margen de los negocios.

Esta categoría, creada por exclusión, agrupa un sinnúmero de organizaciones, con los fines más diversos, iglesias, clubes deportivos, colegios, universidades, clínicas, hospederías, partidos políticos, centros culturales, grupos de exploradores, ONGs, etc. Su diversidad es casi infinita pues caben en la definición todas las organizaciones no dedicadas al lucro (de modo directo debemos agregar) y las que no se pueden considerar ilícitas, es decir, destinadas a la comisión de delitos.

Que el lucro no motive la organización no significa que su financiación no sea un asunto prioritario. Es preciso pagar arriendos, el tiempo de los profesionales y los insumo de todo trabajo, en primer lugar de pan vive el hombre y después, en la saciedad de lo primero, se alimenta el espíritu.

Y como la santidad es excepcionalísima los altruistas profesionales, por lo general, no distan de los egoístas asumidos. El problema aquí es que comprometen las ilusiones de muchos, en primer lugar de niños y jóvenes en que la ingenuidad es comprensible, y el segundo es que lucrar con actividades altruistas siempre es sucio, oscuro y deleznable. Son actos en que ni un comerciante inexcrupuloso incurriría pudiendo optar, se requiere de una cara y estómago muy duros por lo que las personas que hacen de eso su vida son tan extraños, aunque más numerosos, que los santos.

No entraré en el modo en que muchas de estas organizaciones aprovechan las limitaciones constitutivas de nuestro estado, a saber, el sacrosanto “principio de subsidiariedad” que obliga al aparato público a dedicarse exclusivamente a aquello que la sociedad, “por sí misma”, no es capaz. Es así como la educación se ha “privatizado”, y al quedar a merced de los “privados” y sus mezquinos intereses la sociedad completa se ha ido construyendo a la medida de los intereses macroempresariales.

Es tan extraña, para decir lo menos, ese modo de entender a la sociedad, como enfrentada al estado, que soslaya que este último ha sido constituido por los habitantes de un territorio. El estado no cayó del espacio exterior como un meteorito y los fines que está llamado a cumplir, al menos desde su versión oficial, son los de la sociedad toda. Por lo tanto la sociedad para cumplir sus fines “por sí misma” se organiza políticamente en un estado, y procura que esa organización colectiva en que participamos todos, sea quién realice las acciones, brinde las prestaciones e imponga las decisiones democráticas.

Sé bien que acabo de describir un mito, que en esta bitácora semana a semana exhibo como fantasioso o meramente retórico, pero las palabras del párrafo anterior explican lo que está en la cabeza de todos quienes participan en el sistema ¿donde caben las ONG en el marco que he descrito?

Las organizaciones no gubernamentales, a diferencia de los partidos políticos, no se organizan para la toma del poder del estado sino que para que ciertas y acotadas materias sean resueltas por el mismo, siempre que se trate de un gobierno democrático (según modo occidental de concebirlo).

Hasta aquí todo bien, el problema surge cuando se transgrede la línea y las ONG actúan bajo el “principio de subsidiariedad” esté o no incorporado en la constitución. La legitimidad de las acciones del estado, cuestionable desde la metapolítica pero irrebatible en el día a día, colisiona con una presuntuosa respetabilidad publicitaria de organizaciones que nadie ha sido consultado para que se arroguen competencia alguna. Si pretenden actuar como Pedro, Juan y Diego organizados, no veo problema alguno, es un asunto “privado”, pero si quieren intervenir en lo público me parece que están usurpando el lugar que le corresponde en esta historia a los votantes, contribuyentes, partidos políticos y el estado mismo. Doblemente reprobable me parece que conjuntamente con usurpar funciones públicas, más allá de cualquier modo razonable de comprender a la democracia, además busquen el modo de ser financiadas por el estado, quien recauda sus recursos mediante impuestos.

Me parece que constituye un crimen de lesa economía el que Bachelet le entregara a Carlo de Gavardo un millón de dólares, así como quién convida un sándwich, para que se diera un gusto personal en el atacameño Dakar y bonaerense París. Del mismo modo me parece un escándalo que el gobierno, en vez que avocarse a la construcción de viviendas de emergencia le done cuantiosos recursos NUESTROS a “un techo para Chile” o la “Teletón”, que son dos consorcios dedicados a tiempo completo a lavar la imagen del macroempresariales. Es decir, son organizaciones que tienen como único fin, al lucro, pues venden un producto llamado relaciones públicas, o “responsabilidad social empresarial” según el neologismo. Las mediaguas y las sillas de ruedas son una actividad colateral.


Y de igual modo me parece de uncaraderajismo incatalogable el que Alvaro Ramis, de Accion (gremio de las ONG), considere normal el que todos los chilenos contribuyamos económicamente al trabajo de las ONG, cuestión que los hace felices, plenos, y a veces hasta ricos, sólo a ellos. Si quieren ser altruistas deben serlo con “la de ellos”; eso de dar limosna del bolsillo ajeno es indefendible.

No se trata de que necesitemos un modo “transparente” de asignar estos recursos pues aunque sean diez pesos es un derroche en un país pobre como el nuestro.

Eso de “fortalecer a la sociedad civil” no es más que un viejo cuento para justificar lo injustificable, quién se quiere organizar lo hace, se “autogestiona”, paga por sí mismo los cafecitos y los queques. Si somos altruistas no necesitamos que el fisco nos asigne recursos a cuenta perdida para que nos demos una vida glamorosa de cócteles y viajes al extranjero. Esto no es otra cosa que corruptela, clientelismo, y coimería destinada a conservación de máquinas políticas que hacen todo lo posible para que la “ciudadanía” que dicen representar no se manifieste, y en momentos claves, manipularla sin asco.

Al fin entiendo la defensa delirante de Alvaro Ramis a Eduado Frei Ruiz Tagle en la segunda vuelta. Cuando decía “contra Frei se lucha mejor”, que a simple vista es un juicio tan falaz como decir “ebrio manejo mejor”: Estaba cuidando su patrimonio y el de sus socios “altruistas” y “desinteresados”. En vez que ruborizarse por la información de prensa que lo exhibe como un “ciudadano” sobornado por la concertación para que la defienda con ínfulas de “independencia” y “respetabilidad”, se sube por el chorro y pasa el aviso: “Para que no parezcamos agentes del gobierno de turno el estado nos debe asegurar un financiamiento constante”. Es decir, aparte de las exenciones tributarias, del dinero foráneo obtenido gracias a explotar los conflictos existentes, gestionarlos y jamás resolverlos, en vez que pedir limosna como los curas (aunque la ley les da la posibilidad de recibir donativos y hasta hacer colectas en algunos casos), más encima quieren que nosotros, al comprar la marraqueta y la palta, le pasemos dinero. Que el estado los financie, es decir, dinero fiscal para actuar con “independencia”, y que sea constante y transparente su asignación no sea que parezcan “organizaciones gubernamentales”.

Un viejo refrán reza que mayor delito a robar un banco es fundar uno, en el futuro se dirá lo mismo de fundar iglesias, organizaciones sin fines de lucro y ONGs.



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viernes, 9 de abril de 2010

Una nueva politización de los DDHH.

Hacia la institucionalización de nuestros valores.

Por Ariel Zúñiga Nuñez


Le diría a los partidos de izquierda que todo lo que se le puede proponer a la gente está contenido en un documento burgués que se llama Declaración de los Derechos Humanos, aprobado en el año 1948 en Nueva York. No se casen con más propuestas. No se casen con más programas. Todo está dicho allí. Háganlo. Cúmplanlo”.

José Saramago*


Los derechos humanos son usados como bastión, por distintos grupos políticos, desde mediados de los sesenta. En la conferencia de Teherán (Irán) de 1968 los estados nacientes, tardíamente descolonizados, constituyeron un frente común junto a todo el “tercer mundo”, es decir, aquella categoría residual de otra, el primer mundo.

La influencia de la teoría de la dependencia, suscrita en aquel tiempo por CEPAL y otros organismos internacionales, complementaba la hegemonía del nacional desarrollismo -crecimiento hacia dentro- o keynesianismo. Los estados “dependientes”, por más esfuerzo que dispensaran en la tarea del desarrollo limitaban en un mercado mundial injusto, de comercio en desigualdad, que los explotaba tras la careta de la libertad contractual internacional. A veinte años de la declaración de los derechos humanos el tercer mundo se rebelaba al uso hipócrita de los mismos y reivindicaba una politización de dichos preceptos. En vez que ser una placa pujada en bronce o una inscripción en granito, reivindicaban que los DDHH eran normas jurídicas obligatorias, no sólo para las potencias derrotadas tras la segunda guerra mundial como se impuso en los tribunales de Nüremberg y Tokio, sino que en primer lugar para los estados dominantes, económica y militarmente.

En aquella época los EEUU y la URSS se disputaban el mundo, y cada uno dominaba a los estados dentro de su bloque. La alineación de los oprimidos significó un desafío a los estados dominantes, empezando por la estadounidense y soviética. La historia consigna este fallido intento de tomarse los DDHH en serio, el cual estaba condenado al olvido de antemano debido a que el derecho sin una fuerza letal y determinante de respaldo es sólo poesía de mala calidad.

El segundo intento, este sí exitoso, cuyos efectos nos rigen hasta el día de hoy, es el uso de los DDHH como táctica de denuncia a los socialismos reales. Esto se puso en marcha en la conferencia de Helsinsky de 1975 (Finlandia) y no ha cesado, hasta el día de hoy, pese a la caída del muro de Berlín.

Es indesmentible que en China, Corea del Norte y Cuba, existen limitaciones a los derechos civiles y políticos que por sí son consideradas hoy en día violaciones a los derechos humanos, pero, cuando ellos se consagraron (1948), gran parte de mundo estaba regido por sistemas similares. Incluso hoy diversos estados atentan contra los DDHH de modo más flagrante y sanguinario, empezando por los EEUU y siguiendo por Rusia y Europa, sin que nadie cuestione la soberanía de los mismos.

El “occidente” democrático cuando comenzó su campaña de deslegitimación de los socialismos reales fundamentado en los DDHH no pareció importarle que en el “patio trasero” de los EEUU gobernaban con arbitrio e impunidad los regímenes más sanguinarios que recuerde América y que tiranías afines a sus intereses fueran defendidas a rajatabla en todo el orbe sea en Indonesia, Sudáfrica y Filipinas, mientras se condenaba por lo mismo o por menos a sus adversarios.

En la conferencia de Viena de 1993 la doctrina de una facción en Helsinsky ya era hegemónica debido a los sucesos políticos que transformaron un mundo bipolar, una hegemonía incontestable de los EEUU y sus socios. Ha sido tan evidente, incluso pornográfico, el uso y abuso del poder de los EEUU -sólo hasta hace un par de años ha decaído su justificación más no sus crímenes-, y su desprecio por las normas más elementales, incluso aquellas anticuadas derivadas del iure beli y que hasta los romanos respetaban, y la desnaturalización de los DDHH para cumplir sus fines -venganza preventiva, guerra al terrorismo-, que muchos prefieren concebir a la política como una cuestión completamente ajena a los derechos fundamentales. Es más, los DDHH eran defendidos por Stalin y hoy por Obama, lo que en vez que ser paradojal los define con nitidez más allá de los cinismos, hipocresías e ingenuidades.

La izquierda y los DDHH.

Siendo los DDHH nada más que una quimera de algunos liberales, defendida hipócritamente por quienes con más dedicación los vulneran, es saludable que la izquierda no se confunda y sea capaz de denunciarlos como una superstición que oculta las relaciones -reales- de poder existentes en el mundo. Dicho con mayor precisión, los DDHH no son normas jurídicas por cuánto no son exigibles y en vez que ser generalmente respetados son universalmente transgredidos.

Pero la orfandad teórica, que es incluso más grave que la carencia del respaldo, siempre relativo y condicionado a la realpolitica, de la URSS, impide a la izquierda liberarse de la trampa de los DDHH.

Como respuesta a Helsinsky ha elaborado un anti Helsinsky que en nada contribuye a su propósito. Esto se inscribe como una táctica más, carente de estrategia, como ha sido su derrotero tras la caída del muro. Dicho de otro modo es torpe oponer a la denuncia de las violaciones de los DDHH en Cuba los crímenes de los demás o el respeto de los derechos económicos y sociales; si no son posibles de defender las políticas desde el socialismo no se comprende cómo podrían serlo desde la ideología burguesa.

Los no alineados.

Las reivindicaciones de Teherán, por otra parte, hoy constituyen las de los países no alineados, los cuales, son minoritariamente de izquierda.

Aún así podría defenderse la actuación conjunta, desde una táctica coherente con una estrategia emancipatoria, pero nada de ello ocurre. Todo pasa de un modo burdo, tan carente de principios como de finalidades como toda lucha de poder por el poder:

Venezuela defiende sus yacimientos de crudo y gas, los más ricos del mundo, y por lo tanto a Chávez le importa un cuerno tanto el abastecimiento energético de los pobres (lo que oculta con campañas caritativas de relaciones públicas), ni la polución, ni el subdesarrollo que produce en su propio país, como daño colateral, los petrodólares. Defiende a Cuba por estética y de vuelta Fidel defiende las políticas internacionales de Chávez por ser retóricamente antiyanquis pero no son otra cosa que mezquinamente pro petropolíticas. Lula hace lo mismo, defiende a sus socios independiente de sus pecados y son los intereses comerciales y geopolíticos de su país los que están hablando.

La izquierda sin aún advertir cómo se han rebarajado los naipes estos últimos años sigue fustigando, y por cualquier razón, al gigante decadente de los EEUU, y defendiendo a sus enemigos de guerra fría, sin comprender cómo se fragua el nuevo sistema mundial, con un mercado en desigualdad aunque con un dominio multipolar.

Los DDHH como trampa.

La izquierda latinoamericana es la que con menos resistencia ha caído en la trampa de los DDHH.

La caída de las dictaduras militares coincidió con la consolidación de la tesis de los EEUU en Helsisnky, es decir, aquella que permite cuestionar la soberanía de los estados en función de derechos universales que no rigen en ninguna otra parte que en las cabezas de los profesores de DDHH. Luego coincidió la impunidad de los crímenes de las dictaduras con el imperialismo jurídico, lo que fue avalado por los defensores de DDHH y en especial por la izquierda.

Como los DDHH son el argumento para encarcelar a algunos gobernantes, o agentes de ellos, de las dictaduras, se los defiende no sólo como normas jurídicas sino que como realidades ontológicas, sin comprender que lo que se hace es suscribir la tesis imperial del momento, con toda su potencia discursiva: El imperialismo humanitario forjado en Helsinsky, fortalecido en Viena y llevado a la práctica por primera vez en Kosovo. El “caso” a Pinochet fue la judialización de dichos principios.

Y si se defienden los DDHH, de ese modo, es obvio que se debe condenar a Cuba por violaciones sistemáticas a los mismos. Realizar distinciones o burdas comparaciones cuantitativas no hace más que agravar la falta.

¿Y porqué no condenar a los EEUU, a Rusia y a China?

Porque el modo en que se defienden hoy los derechos humanos es como una exigencia a los pobres y a los marginados, a los otrora poderosos, y a los que están en el suelo o de capa caída.

Es por eso que se persigue a los violadores de los DDHH de la dictadura chilena y a nadie se le ocurre denunciar a Bachelet por la muerte de Matias Catrileo, Jaime Mendoza Collio y la desaparición de Jośe Huenante, entre otras gravísimas violaciones a los derechos fundamentales.

En otras palabras, los DDHH se usan como una justicia del vencedor, nada de humanitaria por lo demás, y sólo con un afán retributivo y retrospectivo, jamás de un modo constructivo y prospectivo.

Si se usan para “hacer justicia”, entendiendo por tal el trabajo del verdugo, o para luchar en contra de la impunidad, con veinte o más años de retardo, constituyéndose en un santo oficio, no se hace más que un uso desnaturalizado de los valores que se dice defender, un pragmático y torcido uso, entrampado o tramposo.

Por ejemplo la aplicación de penas entraña una serie de limitaciones a los derechos fundamentales por lo que una enconada persecución en contra de los violadores de los derechos humanos del pasado obliga a la suspensión de garantías procesales en el presente.

Lo más grave es que se consolida el peor modo en que han sido concebidos los DDHH, es decir, un uso criminalizador de los mismos. Para criminalizar es preciso estar sentado en el trono del poder, por lo tanto tras la “justicia”, se esconde al mismo tiempo la revancha y la aceptación del statu quo que impusieron los crímenes. Por ejemplo, aquellos que le exigen “justicia” al gobierno de Chile están aceptando que Pinochet se instaló sobre los cadáveres de sus deudos y que el sistema que hoy nos rige descansa en la efigie de Pinochet ¿De qué justicia hablan? Chile es la continuación política, económica y moral de la dictadura ¿Qué sentido tiene exigir reconocimientos, disculpas, actos de constricción y reparación, si sabemos que si nos volvemos a organizar y luchar seremos exterminados del mismo modo y con la misma diligencia?

Lo peor es que al defender a los DDHH como normas jurídicas vigentes, y en su uso criminalizador, fortalecemos la posición de la clase dirigente nacional y mundial que se sirve de ellos para asediar a sus enemigos.

Una nueva politización de los DDHH.

Por lo tanto los derechos humanos, generalmente transgredidos en todo el mundo, no son otra cosa que privilegios que ostentan algunos debido a la fortuna personal o a la suerte de haber nacido en un estado que los proteja de un modo excepcional.

Como es un mal de muchos, o de casi todos, es la excusa perfecta para el poder pues permite criminalizar en blanco: El régimen que sea va incurrir en violaciones a los derechos humanos por lo que la condena internacional en tal sentido siempre será arbitraria, de acuerdo al capricho del poder.

No sólo es extenuante sino que contraproducente el instaurar un santo oficio que persiga a los actuales, y a los de antaño, violadores de los derechos humanos; resulta ingenuo o hipócrita, dependiendo de quién lo realice, pues la energía dispensada en ello se le resta a la que se debe colocar en el proyecto de transformación radical de la humanidad.

El único sentido que pueden tener los DDHH para la izquierda es, en lo individual, un anhelo moral y, en lo colectivo, un proyecto político.

Tácticamente los DDHH se deben usar siempre y cuando se engloben en una estrategia emancipatoria; hoy por hoy, su uso sólo fortalece el statu quo, lo que hace de su defensa absoluta no sólo una pérdida de tiempo sino que un error de incalculables consecuencias.

Si los DDHH son un proyecto político la defensa de los mismos, desde la izquierda, no consiste en la judicialización de sus normas sino que en la transformación de la humanidad. Esto último por lo siguiente:

Porque el funcionamiento de nuestro sistema es inseparable de las violaciones sistemáticas a los DDHH, entonces, lo que se debe hacer, para defender dichos valores, dicho programa político, es construir un sistema en que el respeto de los DDHH sea lo normal y su transgresión sea erradicada a lo excepcional y o patológico.

* Cita tomada del artículo Violación de los derechos humanos en Cuba, una estrategia ideológica promovida desde el Departamento de Estado norteamericano” de Hernán Montecinos.






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