martes, 26 de enero de 2010

Cuatro Años más de Soporífero Consenso.



Por debajo de la mesa.


Pinochet luego de perder el plebiscito del 88', accedió a las demandas reformistas de la concertación sujeto a una apurada y aprobada de antemano consulta popular. La moneda de cambio se desconoce aunque nadie afirmaría que se trató de un gesto de grandeza, patriotismo o altruismo del dictador. Podemos especular que el pago de la concertación fue el silencio y el compromiso de no mecer el bote durante la perpetua “transición”.

Honrando dicho acuerdo secreto la concertación echó tierra y cal sobre todos y cada unos de los crímenes de la dictadura, en especial sobre los económicos, y consumó una serie de delitos continuados como el subsidio al duopolio de la prensa (mercurio-copesa), la destrucción de los medios propios y la desmovilización de sus cuadros.

El “caso Letelier” obligó a ofrecer una cabeza importante para que rodara, era nada menos que los EEUU quienes solicitaban una retribución ejemplarizadora. Aquello abrió un boquerón que aún no se cierra, el interés de Aylwin era que se olvidara todo una vez que Raúl Retig le entregara el informe que le fue encomendado, desde entonces se recurre falazmente a la tantas veces vulnerada independencia de nuestros tribunales en procura que el tiempo pase y los querellantes se aburran.

Pero los delitos económicos, fundamentalmente aquellos perpetrados durante la privatización de un hipertrofiado sistema de empresas públicas, quedaron por siempre olvidados. Por lo tanto el Pinochet asequible a los acuerdos del 89' estaba motivado por un pago; no se trataba de una capitulación como se nos quiere decir. El senil dictador asumiría como comandante en jefe de un ejército ultra politizado, por lo tanto sería él por sí mismo (o por interpósitos testaferros) el “garante de la institucionalidad”. Sería una especie de monarca, dedicado solamente a la alta política, y como fachada ocuparía un cargo burocrático al mando del ejército. En calidad de cogobernante Pinochet se comprometió a no hacerle olitas a Aylwin, siempre y cuando éste actuara en reciprocidad. Como un matrimonio en crisis dormirían en la misma cama exagerando esfuerzos por no rozarse.

¿En qué consiste la política de los acuerdos de Piñera? ¿Cuál es la moneda de cambio?

Piñera quiere un acuerdo con la concertación, un aglomerado de viejas meretrices capaces de sellar y respetar acuerdos con dioses y diablos, el único requerimiento, moral o estrategia es ganar algo, una ventaja, una mordía, una colita. El presidente electo prefiere mil veces consolidar un modus vivendi con estos mercaderes del verbo que con sus obstinados aliados de la derecha; el integrismo cristiano de los UDI lo hará tropezar más de una vez. Piñera ha sufrido en carne propia por estas malas juntas, y su gobierno lo debe estructurar a sabiendas que la oposición de la cual debe precaverse es de la interna.

Por otra parte si la concertación quiere, puede frustrar todas y cada una de sus políticas ya que posee las redes sociales para hacerlo y del poder político del congreso nacional.

¿Qué ganaría la concertación en este pacto con Piñera?

No será la grandeza de los escalonas o sus sucedáneos -coligados con los Marco Enriquez Gumucio y los Jorge Arrate Mc Niven- ni su patriotismo o su madurez cívica. Ejercerán una oposición mediática, al estilo Moreira de día domingo de febrero. Duras palabras, vituperaciones al por mayor, acusaciones, exhortaciones, el dedo de Lagos recargado y manicurado. Pero, “por debajo de la mesa”, actuarán en connivencia con Piñera.

¿Porqué? ¿Por conseguir alguno del millón de empleos prometidos?

No, estas ratas siempre encuentran madera para roer, la cesantía no será un padecimiento.

La única moneda de cambio que puede usar Piñera con ellos y que no le implique un desastre financiero (pues coimear a este tipo de personajes es demasiado caro) es ofrecer lo mismo que su ex camarada Patricio Aylwin Azocar: Mirar para el costado, silenciar y olvidar.

¿Olvidar qué? Las millones de “irregularidades administrativas” que aparecerán como gusanos en la carne putrefacta en cuanto algún funcionario medianamente competente, y sin filiación concertacionista, se dé a la tarea de sumar y restar. Malversaciones cubiertas con nuevas malversaciones, gimnasia bancaria y palaciega que bastaría para encarcelar a una centena de “distinguidas autoridades”.

Piñera guardará silencio, los escalonas apoyarán a su gobierno “lealmente”, secuestrados por sus propias tropelías, mientras por los medios representarán el papel de exaltados opositores.

Bostecemos de inmediato, se nos vienen cuatro años más de aburrida política de los consensos.



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jueves, 21 de enero de 2010

La Derrota.



Más Allá del Piñera Malo.

Debemos ser claros, se perdió, y se lo hizo de la peor manera, esto no está sujeto a discusión. El terreno de lo opinable comienza al conceptuar esa pérdida, describir con precisión qué se perdió exactamente y cuándo.

Para la Concertación, alianza que dispuso del poder ejecutivo durante veinte años y que lo hará hasta el once de marzo próximo, ha ganado “la derecha”. En los medios se exhiben recriminaciones internas entre sus dirigentes y algunas maromas de sus militantes; en cuánto a sus adherentes, muchos de ellos con profundos lazos clientelares con el gobierno que se va, reaccionan de la peor forma atacando a sus vecinos y amigos, con la ofuscación de quién perdió un beneficio en una sociedad de privilegios.

Se nos quiere convencer que ha ganado el mal por sobre el bien, que Eduardo Frei Ruiz Tagle es un niño bueno al cual le suceden cosas malas y que Sebastián Piñera es un despiadado empresario fascista que ha comenzado a confeccionar listas negras y cercar predios para utilizarlos de campo de exterminio. Al menos eso es lo que refleja la prensa foránea progre y la de izquierda, una catástrofe comparable al golpe del 73', con la agravante que han sido los propios chilenos quienes la han permitido.

Se culpa a la educación, a la falta de formación política, finalmente a la estupidez de los pobres en específico de su “raza”. Ninguna falacia queda en el tintero, no hay palabrota que se guarezca en la punta de la lengua, todo vale para manifestar la indignación de los desconcertados acostumbrados a tener a un amigo de un amigo meciendo los hilos del poder.

Si fueran reales los cargos imputados a Piñera no me explico porqué los pasos fronterizos no han colapsado con cientos de miles de chilenos refugiándose en países vecinos.

Se nos ha querido decir que las luchas revolucionarias de los ochenta, maquiavélicamente manipuladas hacia lo pro democrático, pro concertación y finalmente “progre”, eran para instituir una monarquía concertacionista a perpetuidad. Los “democratas” se convierten en estatuas de sal si se les habla de la alternancia en el poder.

Desde hace más de diez años que soy de la idea de destruir a la concertación al costo que sea pues, primero, la izquierda precisa de un espacio en el cual desarrollarse, el cual ha sido usurpado y administrado por los sátrapas autodenominados “demócratas”; y segundo, la alianza de socioslistos e hipócritas cristianos fue desde el principio un matrimonio bien constituido a la “chilena”, es decir, desde la puerta hacia afuera, lo que ha impedido que una crisis los separara. Si no se paraba a la concertación ésta se transformaría en algo peor que el PRI mexicano, incluso me aventuré a afirmar que la confrontación decisiva se produjo cuando fue electa Bachelet, entre mis amigos socialicé la idea que tendríamos concertación por décadas.

Por eso la derrota la siento tanto y más fuerte que los imberbes electores (niños de más de cincuenta años por lo general) o todos aquellos que sus padres sólo se han encargado de legarles traumas y complejos. Lo que ha desperdiciado la izquierda es la oportunidad de mirar para el costado mientras la concertación se arrojaba por el precipicio; se ha hecho partícipe de sus veinte años de fraude e impostura uniéndose a ella en su colapso. Quizá ha sido por ese endiosamiento al fracaso que ha cultivado nuestro sector en los últimos años lo que la lleva a apostar siempre y cuándo se esté seguro de perder, pues este resultado era el esperable, estaba cantado desde hace casi un año. Entre el masoquismo de unos el oportunismo de otros que preferían subirse en la pisadera del bus del poder aunque queden dos cuadras para la terminal. Nadie puede decir que abrazarse a un ancla sea una táctica adecuada deducible de un correcto análisis concreto, Lenin, sacúdete en tu cripta.

El resultado no ha sido ni el fin de la concertación ni el principio de algo nuevo, tampoco ha sido el triunfo de la derecha puesto que ha gobernado incontestablemente por 36 años. La palabra derrota, por lo tanto, sólo se puede aplicar a la izquierda:

La concertación seguirá indisolublemente unida debido al sistema electoral binominal que ha producido un congreso nacional polarizado y que ha sido transversalmente custodiado así como el restrictivo padrón electoral. Las mismas fuerzas que permitieron mantener unidos a la UDI y RN por veinte años, pese a las violentas recriminaciones e irresolubles conflictos entre ambos, serán las que coliguen a los cinco partidos de la concertación: DC, PPD, PRSD, PS y PC. El triunfo de Piñera en vez que cuestionar la Constitución de Pinochet y Lagos, la refuerza, y así también lo hace la incorporación de los parlamentarios PC que más que ser los “negritos de Harvard” son los soldados de refresco de Bachelet destinados a insuflar de “vitalidad y ética” al bloque gobernante hoy y co gobernante desde el once de marzo.

Si la concertación le niega la sal y el agua a Piñera sin problemas volverá ésta al poder el 2014 y podrá gobernar sin contratiempos dos décadas más y quizá una centuria. En cambio si realiza una oposición protocolar, que es lo más probable, la concertación -o cualquiera el nombre que reciba dicha alianza a posteriori- subsumirá a la alianza por Chile materializando el sueño de nuestros padres refundadores, Pinochet y Jaime Guzmán, de gobiernos de “unidad nacional” en la oligarquía y que nieguen discursivamente y militarmente los conflictos de clase gestionándolos populistamente. Esto último es lo que se conoce como corporativismo e incluso fascismo, y siempre fue una utopía para algunos personeros del dictador pero jamás antes llegó a implementarse, hoy está en ciernes, es el bolcheconcertacionismoaliancismo.

Sin que existiese la más mínima diferencia moral, política, económica, religiosa, ideológica, etcétera, entre Frei y Piñera (sólo basta mencionar que ambos se enriquecieron en dictadura y en la misma proporción, el diferencial lo generó Piñera en “democracia”) el hecho que la izquierda haya mordido el anzuelo de que su lucha en esta crisis comenzaba y terminaba con apoyar a uno de los criminales por sobre el otro es la derrota de la cual hablo.

Ganó Piñera, un tipo que desenfadadamente propone privatizar CODELCO (aunque Frei lo hiciera de todos modos aunque de modo subrepticio), alguien que nos enemistará con nuestros vecinos, que nos producirá más arcadas que los tartamudeos y cacofonías de la actual mandataria, que querrá asumir un rol machista en seguridad pública incrementando -aunque sea marginalmente- la hiper represividad de nuestra democracia de opereta.

Ganó Piñera, y los que están con él, y para peor la concertación está más viva que nunca.

El objetivo para la izquierda era destruir la concertación, única posibilidad de reconstruir una opción radical en un sistema binominalizado, y era posible; en segundo término también era un objetivo producir una crisis intraburguesa para avanzar en el terreno disputado. Ninguno de esos objetivos se obtuvo porque ni siquiera fueron vislumbrados ni por los oxidados jerarcas ni por nuestra refinada vanguardia.

Es más, el haberse dejado presionar y más, extorsionar, con el cuento chino de la dictadura, contado por quienes han sido sus leales continuadores, ha quebrado toda unidad en ciernes y le ha regalado la oportunidad que precisaba la oligarquía para refundarse en pilares nuevos.

Cuando terminen las purgas de telenovela en la concertación asumirán en gloria y majestad las “caras nuevas”, los Lagos Wea, Carolina Tohá, Orrego, todos hijos, nietos, sobrinos de oligarcas, agentes oficiosos y oficiales de los intereses macroempresariales. Serán los nuevos Arrate, un Manuel Guerrero quizá, los que sellen el acuerdo decorando plantillas parlamentarias so pretexto de romper, esta vez sí que si, la exclusión.

Mientras tanto más de la mitad del electorado seguirá excluído. Quizá lo más grave, es que todos los que estamos afuera somos menores de 35 años lo que transforma a nuestro particular régimen en una oligarquía, y al mismo tiempo, en una gerontocracia. La próxima crisis en tales condiciones será devastadora pues será política, económica y generacional, no para el poder, sino que para nuestra sociedad, y no será el paro de los profesores pues bien dijo el presidente del PRSD “hemos perdido estas elecciones por culpa del señor Velasco, quien nos ha restado quinientos mil votos para pasarle una billetera llena a la derecha para que ella resuelva todas las deudas históricas y le sobre dinero”. No serán los trabajadores privilegiados, los que pueden negociar con el empleador, quienes se revelen, o los hijos de la oligarquía que estudian en la Universidad de Chile o la Católica pese a los palestinos que adornes sus cuellos. Serán los marginados, los excluidos, aquellos a quienes no se les ha preguntado nada, los que ven en la izquierda un inspector de patio de un colegio numerado, con las suelas desgatadas y el bigote mal cortado.

Para matar a los vampiros se necesitan estacas y para los licántropos balas de plata y además, la voluntad de hacerlo. La izquierda no dispuso de lo primero ni de lo segundo, ni supo como ni quiso aniquilar a la concertación. Como lo que no mata fortalece hoy no sólo tenemos concertación para rato sino que además tenemos izquierda para nunca.



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miércoles, 20 de enero de 2010

2º Conversatorio Sobre Teoría del Estado, Crítica al Derecho y Represión.

Escúchelo aquí o en el podcast Violencia y Sociedad:

Si tiene problemas con el reproductor de audio flash que contiene esta página, descargue directamente en este enlace (seleccione "guardar enlace como")




En el taller del sol se realizó el segundo conversatorio “Aspectos Teóricos y Prácticos de la Resistencia contra de el Derecho Estatal Burgués”. Organizado por el Piquete Jurídico y el Taller de Crítica del Derecho y Pensamiento Jurídico Crítico, contó con la participación de:

Domingo Lovera, Profesor de la Universidad Diego Portales, quién expuso sobre los aspectos jurídicos de la protesta social en Chile.

José Luis Ugarte, Profesor de la Universidad de Chile y Diego Portales, quién expuso sobre el Derecho Laboral y el conflicto de clases.

Julio Cortés del Piquete Jurídico, quién efectuó una crítica a los DDHH.

Intervinieron a continuación algunos de los asistentes, entre ellos, Eugenio Baeza y Ariel Zúñiga.

A contar de marzo los conversatorios se realizarán con una periodicidad mínima de una vez al mes, se avisará con antelación.


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martes, 19 de enero de 2010

Resultado Sorpresivo


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jueves, 14 de enero de 2010

Campaña Oficial "Yo Anulo" ¿Y tu?



Le tenemos el clip Oficial de la campaña para anular o abstenerse en las elecciones presidenciales.
http://www.youtube.com/watch?v=hK_WQbAGSrU

Gentileza de Tomás Ramirez Salazar

Si quieren mi opinión más allá de las imágenes revise el siguiente enlace.

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No es lo mismo.


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jueves, 7 de enero de 2010

" Tiempos de bisturí" por Asel Luzarraga


Nuestro camarada está en la sombra, de nosotros depende que no esté silente.


El siglo XXI ha llegado como se fue el XX, y su primera década terminará parecido: los bisturíes cada vez más afilados, haciendo el trabajo cada vez más limpio. Porque vivimos en esos tiempos, en los tiempos del bisturí. En los tiempos de la asepsia, de la higiene, de la limpieza. Y así nos cortan, así recortan nuestros derechos, la voz, el pensamiento: primero la anestesia, el bisturí desinfectado después. Todo limpio, sin daño aparente.


La Edad Media fue tiempo de el hacha en Europa. Después llegaron los tiempos de la guillotina. Tanto en uno como en otro, la sangre estaba a la vista. Junto con los derechos se cortaban también las cabezas, en la plaza, ante la gente, sin vergüenza, con la arrogancia del poder absoluto, con insolencia. Pero en el siglo XIX derramar sangre empezó a ser antiestético, contrario a la moral de los nuevos amos. Hoy día, el mismo enfermar, y aún más el morir, es obsceno, no está bien visto. Por lo tanto, los enfermos, y más aún los muertos, deben guardarse escondidos. O enseñarlos en la televisión, pero si es posible, los lejanos, en los pueblos en los que ser feo es lícito, por ejemplo en Etiopía o en Sudán. En nuestra sociedad todo se necesita higiénico, saludable, robusto.... Segi...

Así pues, el poder ha aprendido a guardar las hachas y las guillotinas y a utilizar la anestesia y el bisturí. La anestesia la aporta la televisión: en los noticiarios nos muestran donde hay que cortar, para que aceptemos la amputación. La televisión nos señala los cánceres de la sociedad, sus purulencias, su tumores, para que aceptemos la utilización en ellos del bisturí, es más, para que agradezcamos y aplaudamos el trabajo del bisturí. Por ejemplo, la última anestesia que he visto en las televisiones de Chile: recientemente un malnacido violó y asesinó a una niña, y aprovechando que la sensibilidad de la gente estaba preparada, los medios de comunicación nos han anunciado que se tomarán y guardarán las huellas dactilares y muestras genéticas de todas las niñas y niños de Chile, todo por la seguridad de las criaturas, para identificarlos fácilmente en el caso de que alguien les secuestrase y apareciesen muertos. Ahí está la anestesia, para que las madres, padres, hijas e hijos acepten locos de alegría estar todos bien archivados en los ficheros de la policía. Detrás de esa anestesia, claro, el bisturí bailando: toda una generación fichada antes de hacer nada, si en el futuro hiciesen algo que no sea de agrado del sistema...

La anestesia la tenemos en cualquier sitio, creando alarmas ("¡que viene la gripe, que viene la gripe!"), tras ofrecer "soluciones" para calmar a la población ante esas alarmas ("¡toma tamiflu!, ¡vacúnate!"), y preparando el camino al bisturí ("para bien de tod@s son necesarias medidas más estrictas en los aeropuertos", "no os junteis demasiado, no vayais a actos multitudinarios"). Utilizan frecuentemente la palabra sensibilización para nombrar a la anestesia. Tragamos la anestesia y tenemos preparados el cuerpo y la mente para dejar hacer al bisturí.... Segi...

Y el bisturí no descansa. Corta nuestros derechos por cualquier sitio, limitando nuestra libertad por cualquier sitio. Límpiamente, sin dejar sangre al descubierto, sin dolor. Quizás algún día nos daremos cuenta de que nos pueden dejar sin hígado y sin rinón en la operación, cuando despertemos de la anestesia, pero entonces tranquilidad, los medios de comunicación nos haran creer que vivimos mejor sin hígado o riñón.

El bisturí, en cambio, es de cultura extranjera. No hay más que reparar en la palabra. El hacha, al menos, la conocíamos, porque veíamos su trabajo claramente. Siendo una herramienta de trabajo que viene de la roca, de la Edad de Piedra, también sabíamos que debíamos defendernos ante ella. Pero el bisturí ni lo olemos. Naturalmente, no tiene olor, tan límpia es esa afilada y ligera herramienta.

Pero todavía tenemos la herramienta que es verdaderamente nuestra, aquella también conocida desde la Edad de Piedra: las tijeras, tanto hechas de piedra como de hierro, herramienta de trabajo humilde y surgida del pueblo. Podemos utilizar las tijeras para cortar las cuerdas de estas máscaras asépticas. Para dejar al descubierto a quien se esconde tras esas caras higiénicas blancas de plástico. Empecemos, ante los tiempos de bisturí, reivindicando los tiempos de tijeras. Para cortar sin anestesia las máscaras y los disfraces no necesitamos más.

sábado, 2 de enero de 2010

Nuevo Año, Nuevos Montajes.

Esperando el turno de ser encarcelado pataleo en favor Asel Luzarraga.

Por Ariel Zúñiga Núñez (Azeta Ene)


A Asel Luzarraga, la nueva víctima de la productora de cine y televisión Estado de Chile S.A., lo conozco, en calidad de “amigo invisible”, hace unos seis meses. Al encender mi computadora, luego de una merecida y excesiva juerga de fin de año, me entero que está detenido en Temuco bajo cargos de la ley “antiterrorista”. Que se supo que a lo mejor pudo saber, estar, parecer, que se investiga su presunta participación, colaboración o simpatía, que una vidente concluyó que era posible que algún día pudiese confeccionar un artefacto que otro, en cualquier época y lugar, pudiese activar como bomba y trizar algún cristal de alguna vitrina.

Ya se veía feo, y olía a estiércol, la noticia de una bomba que había explotado en Temuco, porque en una piscina muy pequeña los tiburones comen de lo que sea. En Santiago, deben vérsela con los diez mil okupas registrados por la ANI y a otros mil sospechosos profesionales, entre los cuales me incluyo, que vivimos una vida incapaz de ser reducida al deudor DICOM promedio, que utiliza el pasquín LUNN (Las últimas no noticias) o para limpiarse el trasero o para encender fogatas, que no hace filas en los dispensadores de vaselina -para suavizar la cuerda de horca que muchos exhiben como trofeo-, en fin, los que hace bastante rato esperamos nuestro turno para que decoren los informativos con nuestras precarias pertenencias, esposados entrando a una patrullera, y con una cuña de algún vecino chismoso declarando: “Era un tipo raro pero súper tranquilo, nunca vi nada sospechoso aunque no sé de qué vivía”.

Asel completa la lista de otros de sus compatriotas que han sido molestados por nuestros bananeros funcionarios imputándoseles cargos inexpresables como inentendibles. A los miembros del grupo de Rock “Los del Puente Romano” se los expulsó del país luego de presentarse en una tocata en la Villa Francia el 29 de Marzo, día del jóven combatiente. A otros ciudadanos Vascos se les impidió el ingreso por el paso “Cardenal Samoré” debido a “presuntos vínculos” con el ETA y “presuntas intenciones” de querer capacitar a “presuntos comuneros” mapuche, en “presuntas materias” que “presuntamente podrían” desembocar en “actos presuntamente violentos”. A ciudadanos argentinos se los ha detenido y exhibido como a Jack el destripador bajo los cargos de okupa, anarquista, portador de literatura subversiva, etc, dependiendo del caso.

Los Estados poseen la facultad de negar el ingreso a su territorio, e incluso a expulsar, a quién deseen por lo que las excusas que ha dado Chile son para reír a carcajadas o llorar desconsolado, dependiendo de nuestra tolerancia a la acidez del humor negro. En todos los casos se ha recurrido a la prohibición de facto a los extranjeros de participar en actos políticos. Esta norma oculta, inexistente en cualquier otro lugar del globo salvo en Afganistán, Iraq, Cuba y China, contraria a cualquier interpretación de la declaración universal de Derechos Humanos, rije del mismo modo que en aquellos sitios: es aplicable sólo a quién se manifiesta políticamente en contra de los régimenes gobernantes. No está prohibido que Ismael Serrano se entreviste en el palacio de gobierno con su groupie número uno, su excelencia la presidenta Michelle Bachelet, ni que Milanes se pronuncie a favor de un candidato mientras “pisa las calles nuevamente”. Se trata de una norma muy específica que criminaliza solamente a artistas, es decir, a personas que ni son célebres, ni poderosas, ni influyentes, ni comprendidas, ni obsecuentes, ni vendidos a la dictadura pinochetista travestida de concertación.

Quienes hemos perdido parte de nuestra juventud, y vida, en una facultad de derecho (o de derecha, el término es equivalente) tenemos tatuado en nuestras neuronas que todo está permitido para el Estado mientras sea capaz de explicarlo es decir, justificarlo que es lo mismo que decir explicarlo sin complicarlo. En Europa, en los EEUU, en casi todo el mundo, las autoridades justifican sus atrocidades cotidianas sin mayor esfuerzo porque la palabrería, y los sofistas, son mercancías baratas de producir y se pueden conseguir en el mercado con un par de miles de dólares al mes, es decir, es un lujo que podría pagar hasta el gobierno de Burkina Faso. Jureros, testaferros, saltimbanquis lenguaraces capaces de cuadrar hasta la circunferencia más perfecta. Lo que ocurre en Chile es escandaloso debido a la imposibilidad de explicar lo que se hace pese a la infinita gama de mentiras prefabricadas con las que cuenta el gobierno.

Los burdos montajes policiales, producidos y puestos en escena por mediocres estudios altamente remunerados y prevalidos de normas de excepción (ley antiterrorista), sólo recuerdan a Fernando Torres Silva (alias Steven Spielberg) y sus carnicerías televisadas y avaladas por Pablo Honorato en el paroxismo de la histeria antiterrorista de dictadura.

Un país en que no se pueda poseer computadoras, bicicletas, extinguidores, aserrín, arena, mierda de gato, libros de Proudhon o camisetas de los Fiscales Ad Hoc es un lugar que nadie con criterio formado quisiera visitar. Pero los medios oficiales, principalmente los extranjeros, no cubren estas informaciones y hace bastante que retiraron sus buenos oficios descasando en que el cadalso sería bien cuidado por los verdugos de turno. La concertación no sólo ha cuidado y consolidado los intereses transnacionales que motivaron el golpe de estado del 73' sino que se han prestado -más bien arrendado- para la justificación de nuevas expoliaciones. En el sur priman los intereses europeos (españoles, italianos y noruegos) y en el norte los canadienses (Barrick) y australianos (BHP Billiton). Todos los nombrados se instalaron en Chile a contar de 1990 y son ellos los que controlan a los políticos que dicen gobernar este país.

Esa es la razón por la que Zapatero, vulgar testaferro socialdemócrata elegido como mal menor ante Aznar, no dice ni pío ni sobre el atropello a los miembros de “los del puente romano” o la detención ilegal y burdamente montada de Asel Luzarraga.

Yo tengo extinguidores, balones de gas que no uso, químicos de uso doméstico, poxilina, aserrín, tachuelas que pueden ser usadas como metralla (o como tachuelas), clavos que pueden usarse como miguelitos (o como clavos), tejidos que pueden usarse como mechas e información de internet que con tiempo y recursos me permitiría construir hasta un aeroplano. Si fuera poco poseo una pequeña pero bien nutrida biblioteca rebosante de literatura prohibida, presta a ser destruida en un allanamiento, unas cuantas computadoras viejas, discos duros, cds y dvds, suficientes para entretener al LABOCAR y a la PDI en pleno por dos semanas. Vivo solo, no habrán testigos, así que en cualquier momento me cobran mi ejercicio de tratar de tarado a Perez Yoma y a Rosende una vez a la semana por lo menos, el que si fuera deporte olímpico mi vida sería financiada por ADO. Así que en cualquier momento mis amigos reales e invisibles tendrán que suscribir cartas de apoyo las que no le sirvieron de mucho ni a Elena Varela ni a los cientos de detenidos producto de la histeria macartista que se ha apoderado de este gobierno.

Consejos útiles, que le pueden salvar su escaso patrimonio.

Si usted aún no es un lameculos y hace de su vida el patalear en contra del gobierno o de llamar ladrón a los ladrones, asesinos a los asesinos, o es su hobbie putear a los pacos, a los ratis y a los inquisidores de traje y corbata, aún no se compra que vivimos en el asilo en contra de la opresión, que Frei es un policía bueno y su padre un patriota asesinado por criminales despiadados que gobernaban en los ochenta, etc, le recomiendo que tome los siguientes resguardos:

En presencia de testigos, ojalá que no se trate de ciudadanos que compartan su hobbie, realice un exhaustivo inventario de todas sus pertenencias, en lo posible saque fotos de cada una de ellas y explique el uso que usted les da. Entregue copias de este inventario a amigos y familiares, puede notariar una copia de este inventario lo que dejará establecida la fecha aproximada en que se realizó.

Este documento no evitará su detención, su apaleo, su exhibición como criminal de guerra, y la destrucción de todos los cachivaches que ha acumulado en su vida (hasta de su capital de trabajo). Tan sólo servirá de resguardo, de prueba pre constituída, para frustrar judicialmente los precarios montajes del gobierno chileno. Será además, un modo de resguardar la memoria puesto que todo indica que la cacería está recién comenzando y que nuestra primera tarea es sobrevivir o evitar la cárcel.





Detención de Asel Luzarraga en TVN.






En solidaridad:

Firme la carta de apoyo.

Contacte a las autoridades españolas:



Dr. José Venturelli
Vocero, CECT-SE

Embajada de España en Chile

Embajador:
D. Juan Manuel Cabrera Hernández.
Dirección:
Av. Andres Bello, 1895.
Providencia. Santiago de Chile.


Tel desde España:
(00 56 2) 235 27 54 / 55 / 61
Teléfonos:
235 27 54/55/61

Fax:
236 15 47
E-mail:
emb.santiagodechile@mae.es José Venturelli


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