jueves, 30 de julio de 2009

Radicales Libres.

La estrategia de la Nana Auth.



De moda se ha puesto pelear en el suelo, como niños bajo una piñata quebrada, por los despojos dictatoriales de nuestra casa de gobierno. Su nombre no es capaz de contener el vulgar contubernio entre política y negocio, La Moneda, cercada por vallas papales hasta en noche buena tal cual de vigilada se encuentra nuestro país por la Constitución, nombre de la plaza que la enfrenta. O que la encubre, ya casi da lo mismo. La diferencia entre estar en la Legua, la Araucanía o Maipú es la cantidad de pacos que vigilan prestos a apalear, la cantidad de fiscales que de acusetes infantiles pasaron a cazar brujas y a realizar montajes.

Así que la obscena representación que han montado el hijo tonto de Eduardo Frei Montalba, el hijo momio de Miguel Enriquez y el hijo ladrón de José Piñera Carvallo no pasa de ser una mancha en una sábana de motel parejero.

En el capítulo de hoy Frei, el gobernante más inepto y corrupto que ha tenido Chile desde Casimiro Marcó del Pont, se solaza acusando a Piñera de haber sido más ladrón e inteligente que él. Desde luego, el Banco de Talca, era el botín de oro de la Democracia Cristiana por lo que hasta resucitaron a Aylwin para que le pusiera paños fríos al asunto con su aliento del más allá. Si Frei no llegó a ser su gerente general no es por falta de apellido sino por lo que todo el mundo sabe o intuye: Su inconmensurable tontera. Así que mejor no tirar excremento pues es muy difícil limpiarse después las uñas, además que el ventilador apunta hacia su propio partido.

A Navarro, Jiles y Arrate no los nombran ni en un escándalo de corrupción, así de marginados los tienen. He leído a ciertos izquierdistas sosteniendo que no tienen ni la más mínima posibilidad porque apenas rondan el 1%. Me pregunto desde cuándo la izquierda confía en el CEP. La razón de que no tengan oportunidad no radica en su escasa presencia mediática o en la escuestología sino en que, salvo un par de feligreses, nadie más está dispuesto a perseverar en un proyecto electoral ajeno a una estrategia emancipatoria. Si Navarro quería hacerlo debería haber sido un poco menos navarrista y tirar el tablero antes de que lo maquineara el PC. Hoy por hoy más parece voto útil para la izquierda el optar por Piñera pues aunque no debe ser su rol arbitrar las disputas intraoligárquicas sí haría bastante bien aniquilar de una vez y para siempre a ese monstruo de siete cabezas llamada Concertación.

Pero cuando pensamos en eso, José Auth, el Mozart de la encuestología, ya nos lleva sacadas dos cuadras de ventaja. Lo desollaron en las elecciones municipales pasadas por proponer, y llevar a término, dos listas para concejales. Triunfó, modestamente pero lo hizo. Evitó una catástrofe y en ciertas circunstancias eso es tanto y más importante que un triunfo. Sus socios en dicha jugada fueron los siempre bananeros macucos con colesterol alto de los radicales, resabios del pleistoceno, viles reptiles demócratacristianos laicos. Son los políticos más auténticamente chilenos que existen y, paradojalmente, los que más como argentinos se comportan. Su última gracia, luego de elegir a una mechera como concejal, es la de amenazar, y desde luego que es una amenaza, con candidatear a José Antonio Gómez, el goma de Soledad Alvear en el gobierno de Frei, para presidente de nuestra oscura y amortajada faja de tierra.

Siguiendo el ejemplo del espectro Aylwin, todos, menos uno, se atropellaron para colocar paños fríos y hasta hielo seco. “La plata o la vida” dijeron los radicales libres, moléculas maliciosas que destruyen el organismo, y los demás respondieron, “tome, aquí van dos diputaciones más”. Pero uno dijo “no les doy nada”, y no fue ni por digno ni por amarrete, fue de vivaracho ¿Me siguen? Si, José Auht, alias Pepe Dé.

Y en qué consiste su viveza, o su escurría como dirán por ahí, el tema es simple. El hijo tonto de Frei Montalba ni con zancos se encuentra a la altura de las circunstancias, el peo alemán que reventaron en el comando de Piñera con lo del banco de Talca fue para evitar que lo sacaran de candidato inflando su adhesión para la próxima encuesta del CEP. Pero como nuestros compatriotas son cabeza de pollo pronto olvidarán y todo quedará donde mismo; por desmemoriados Frei llega al treinta por ciento pero no pidamos tanto para un despreciable ser con menos carisma que locutor del hipódromo. Su lugar es el programa “Cada día mejor”, de la mano de su Martita, bien afirmada, pues algún masoquista se la puede robar, luciendo una chaqueta beige y unos zapatos de gamuza.

Pepe Dé Auth, quien alternó sus estudios y su incipiente carrera de modelo fotográfico (como se puede ver en la fotografía extraída de su Book) con su labor de nana de Marco Enriquez Gumucio Doggenweiller, en sus duros años parisinos, aprovechó la ingrata tarea de cambiar los pañales de un niño tan inquieto para enseñarle canciones y alfabetizarlo políticamente. El niño Enriquez antes de sociolisto es auhtista-ominamista.

Me pregunto si esto de dos o tres listas parlamentarias de la concertación, y de dos o tres candidatos presidenciales, no es una treta más del señor Pepe Dé. Ante la convicción que perderán querrá causar el mayor daño al adversario; ya que habrá río revuelto quizá sea mejor que la competencia haga naufragar a algunos parlamentarios que ya actúan de caciques disputando el poder de los presidentes de partido. Auht seguramente está pensando en Marzo y querrá seguir siendo el presidente de alguna cosa, o el ministro, o la nana si es necesario. Lo único claro es que abajo de la micro no se queda ni con el transantiago.

Lea un viejo artículo sobre los Radicales.


Deje su Comentario Acerca del Blog

jueves, 23 de julio de 2009

Sobre una Izquierda Revolucionaria en Ciernes III.

Acotando las expectativas sobre el MPT.


Debido a la publicación en mi bitácora de información sobre el MPT, (Movimiento de los Pueblos y de los Trabajadores) he recibido muchas preguntas de las cuales me debo hacer cargo pese a no tener ningún puesto en dicha organización. En rigor, sólo soy un simpatizante más. Pero desde esa marginalidad tengo una posición informada respecto de ella y en algo puedo satisfacer la curiosidad, al menos la de mis escasos lectores.

En un texto que aún no ve la luz, y que cuando lo haga avisaré oportunamente, se relata la historia de la organización de la oposición a la dictadura desde el PRODEN (Proyecto de Desarrollo para un Consenso Nacional), hasta lo que ha sido nuestro golem, la Concertación de los Partidos por la Democracia. El autor de dicho texto en un momento reflexiona en torno a todo lo que se ha hablado y escrito respeto a la violenta y efectiva represión de Pinochet a esos movimientos pero lo poco sobre las disputas provincianas de poder que debilitaron a esas estructuras mucho antes pudieran consolidarse. Problemas entre guatones y chascones en la DC que llevaron a un biunvirato entre Aylwin y Valdés que luego desembocaron en la Alianza Democrática y finalmente en el PRODEN. Todo eso ocurría en la trastienda, oculto por el mismo velo informativo de la dictadura.

En 1983 el país ardía, y no era porque de pronto todos eran allendistas, era porque había hambre. El objetivo de echar al dictador se cumplía con una mínima unidad en la cúpula pues el desempleo y el resentimiento harían el resto. Además Pinochet no disponía de un poder absoluto y era constantemente asediado por Jarpa y Mathey, luego de Leigh. Tanto en el PRODEN como en la Alianza Democrática se marginó a los grupos que adherían a la resistencia violenta, y por una cuestión táctica a los representantes de ideas que propagarlas era considerado delito debido al artículo 8º de la Constitución derogado en 1989. Estos últimos se reagruparon en el MDP.

Sin ser revolucionarias las organizaciones que llamaron a las primeras protestas era tal el caudal de descontento con que contaban que pronto, a costa de muchas víctimas y sufrimiento, desestabilizaron al régimen obligando a que decretara el estado de sitio y se ocuparan las ciudades por militares. Todos, desde liberales hasta marxistas compartían el mismo objetivo a corto y mediado plazo: Derrocar a Pinochet y derogar la constitución del 80'. Por su inicial desencuentro, y disputitas de poder entre quienes asumirían el poder una vez sacado el tirano, se desaprovechó la oportunidad y se tuvo que llegar a la derrota vendida de empate de 1988-1990. (1990-2009)

Es cierto que algunos presionaron desde la Alianza Democrática para quitarle el tiraje a la chimenea pues se había despertado al cuco, al roterío, y eso hacía imposible gobernar tal cual ellos querían. No olvidemos que eso mismo lo intentó la DC en 1973 pues creía que Pinochet le entregaría el poder a ellos entre un par de semanas y un par de meses después del bombardeo a la Moneda. Aquí ocurrió algo parecido, necesitaban presionar a Pinochet, arrojando las hordas del hambre y la desesperación a la calle pero una vez instalados los “bárbaros” en el poder ¿Qué aseguraba que se lo regresarían?

Desde el principio existían, por lo tanto, divergencias tácticas y estratégicas, entre un amplio grupo superficialmente homogéneo. Y dichas diferencias no eran entre ateos materialistas y cristianos, tampoco entre comunistas y democratas cristianos, o entre militantes de partidos y sindicalistas, sino que entre demócratas y aristócratas; entre quienes aguantaban a las pepas de la sandía de la revuelta antidictatorial y entre quienes no darían un paso en falso que arriesgara sus inveterados privilegios.

Ni en 1973 Chile ha estado tan cerca de una revolución como en esos días, el riesgo, para todas las dirigencias, era que esa revolución terminaría con todos los tiranos y con todos los privilegios incluyéndolos. Ante ese riesgo una mayoría transversal de las organizaciones antidictatoriales estaban en el bando de la dictadura y eso se hizo carne en la conformación de la Concertación y sus cuatro gobiernos sucesivos: La consolidación de un modelo aristocrático populista urbano, como he denominado en otras ocasiones “capitalismo de tercera vía” es decir, el populismo más avanzado y descarado que se conozca en el cual iglesias (el acuerdo va más allá del catolicismo), las fuerzas armadas (en las que se incluye la Policía), los grupos económicos (a los cuales denomino macroempresariado), la burocracia y los políticos tradicionales (que son agentes de esos intereses y que en vez que perder su trabajo lo han conservado con suculentos aumentos) se estructuran como clase dirigente para aprovechar de las ventajas de una mano de obra y recursos naturales que yacen en un país. Los nostálgicos dirán que se me olvidan los “intereses imperiales” o “imperialistas”, no es un olvido, tanto las iglesias (insisto, no sólo la romana), las fuerzas armadas y el macro empresariado responden a intereses trasnacionales, deslocalizados, desnacionalizados, eso hace de muchos de los argumentos antimperialistas nada más que un cuento Chino.

La izquierda en esa época, tanto la internacional como la nacional, ya estaba liquidada. A la izquierda chilena se la había destruido mediante el exterminio de sus dirigentes y la criminalización de sus valores. Se exterminaron a las cúpulas del MIR, PS y PC, en ese orden. Al resto se lo exilió contaminando el socialismo vernáculo con la ortodoxia de oriente y la hiperrenovación de occidente. El pueblo por sí solo, sin dirigentes, estaba capacitado para luchar por la emancipación pero las dirigencias, desde liberales a marxistas, no estaban capacitados para asumir el control por lo tanto se avocaron, desde sus distintas trincheras, a desmovilizar. Extorsionaban a Pinocho con el fantasma del pueblo mientras rezaban a dios y diablo por que dicho fantasma no se hiciera real.

Para cuando se derribó el muro de Berlín no sólo Rusia estaba desahuciada sino que también un trabajo centenario de organización política que condujo al Frente Popular y a la Unidad Popular. La izquierda estaba aniquilada, las conquistas laborales se conservarían por una mera cuestión de “gobernabilidad” de la clase macroempresarial. Desde entonces una falsa discusión, un continuo de charchazos de payasos, copa la agenda informativa. Unos ofician de malos y otros de buenos; los malos proponen flexibilizar el mercado del trabajo, algo así como derogar el apolillado código del trabajo librando todo a las reglas del mercado como en China; los que hacen de buenos defienden la constitución y el código del trabajo de la dictadura.

Luego de casi 36 años de vigencia absoluta de un régimen aristocrático, además despótico, que controla a un país urbanizado casi igual que a un fundo; donde unos mandan y otros obedecen; donde algunos ni siquiera tienen derecho a voz; donde no rige ni siquiera la ley de la selva; donde algunos gobernantes han abusado de la paciencia y la tontera de algunos ciudadanos presentándose como democráticos cuando sólo buscan aprovechar el caudal político de las masa inculta.

En fin, de izquierda no queda nada, absolutamente nada.

Todo en la izquierda es un proyecto, no sólo su eventual triunfo político sino que su misma organización y hasta su doctrina.

¿El MPT es una continuación del MDP? Esperemos que no, más bien luchemos porque así no sea. Luchemos por inventar una izquierda en vez que tratar de resucitar el pútrido cadáver junto a sus cursis canciones y pulgientos chalecos artesa.

En el apuro por derrocar a Pinochet, en la urgencia, se desperdició un capital político que no volverá de la noche a la mañana. Los hijos de los que se jugaron la vida en las barricadas no creen en los “compañeros” porque muchos de ellos los dejaron abandonados en el pavimento persiguiendo carguitos como una meretriz busca los polvos. Esto no ocurrió hace un par de días con Teillier y Arrate, eso se consolidó en 1988 pero ya era normal a finales de 1983.

El MPT no debe ser tampoco la continuación de ese corpus sine animus que ha sido el Ni Juntos Podemos. Tampoco la materialización de la fantasía de la ultra izquierda situacional* de campus y casas con piscina.

Cuando digo que simpatizo con el MPT quiere decir que me considero un actor de cambio, alguien que puede colaborar en la construcción de dicha organización. Un trabajo que quizá demore mucho más que un par de décadas, pero que en algún momento debe comenzarse.

Cuando digo que hay que crear a la izquierda es porque pienso que los humanos somos capaces de inventarnos un destino, y así como no somos esclavos de los diez mil años de explotación que nos antecede, tampoco le debemos reverencia a nadie pues somos libres de trasformar al mundo radicalmente. Nuestro lugar, si está en alguna parte, es en el futuro. Ya actuaron los Bakunin, los Marx, los Lenin, los Guevara, y ya fracasaron calamitosamente, es la hora que nos hagamos cargo de nuestro destino. Conocer la historia es indispensable, pero no nos debemos a ella.


* Se le denomina homosexualidad situacional a la conducta sexual entre el mismo género que se produce en contextos en que no se puede acceder a los de otro género. Esto ocurre en monasterios, conventos, cárceles, internados, etc. Cuando termina la situación que los llevó a la práctica homosexual continúan o comienzan una vida heterosexual. En las universidades muchos niños juegan a revolucionarios pero cuando vuelven a la vida real continúan siendo lo que son sus padres. Con las herramientas de poder que los dotó la academia incluso ascienden en la pirámide de la explotación. Muchos se dedican incluso a rentabilizar esa fase revolucionaria, ese pecado de juventud, ya que muchos organismos empresariales y estatales remuneran generósamente la predicción de conductas colectivas lo que requiere de la comprensión de jergas y costumbres.

Leer, "Hacia la renovación de la izquierda"


Deje su Comentario Acerca del Blog

martes, 21 de julio de 2009

Un Pequeño Paso Hacia el Abismo.


Ayer veía Infamy, un documental sobre los grafitis y en especial de los tag y los tachadores. Me lo recomendó una amiga que detesta la costumbre de los que andan rayando los espacios públicos, más aún con mensajes incomprensibles. "Son tipos con una autoestima por el suelo", declaró.

Me quedé pensando en aquellos adolescentes perpetuos, niños a medio madurar, que aprenden a escribir su nombre y en eso se quedan. Mi cabeza pasó desde mi hermana mayor escribiendo su nombre en las paredes de mi casa para que me culparan hasta la teoría hegeliana del reconocimiento, pasando por los sistemas de anexión territorial: Desde los gatos meando los neumáticos de mi furgón hasta Neil Armstrong clavando la bandera yanqui en la luna, o simulando aquello.

Desde luego que los protagonistas del documental eran patéticos, desde el que pintaba cien vagones cargueros de ferrocarril al día hasta el que los borraba para evitar la delincuencia (o quizá como ejercicio para bloquear sus depravadas inclinaciones). Pero así tan brutal es que se nos diga que el ser humano ha avanzado mucho, quizá más de la cuenta, y de paso se nos grafique con un acto primitivo, como clavar una bandera, dicho progreso.

No tenemos claro si fue hace sesenta o doce mil años que se produjo el primer asesinato, una perforación en el pulmón con una lasca de pedernal. Miles de años se han precisado para que exista velcro y titanio, o yodo y celuloide, para posarse en la luna o hacernos creer que se lo ha hecho. Meros avances cuantitativos que nos permiten ser más humanos (en cantidad), viajar más kilómetros, más rápido, explotar a más personas, ser explotados más eficientemente, pintar más vagones y colocar nombres humanos a sitios extraterrestres.

Lejos estamos de hacer un uso económico de los espacios extraterrestres, pero mientras los meamos como un gato, para cuando ello sea posible. Dudo que existan los EEUU para entonces.

El llamado anacrónico, primitivo, de los astrojubilados, en orden a colonizar Marte no es más que un delirio senil de yanquis de otra época. Si se viaja con tripulación fuera de la tierra serán privados a su cuenta y riesgo, dedicados a aumentar su ego o a vender algún producto terrestre, o alguna secta que consiga la tecnología y los recursos suficientes. Una expedición extraterrestre sólo será posible por la acción decidida de millonarios aburridos como los Shackleton y los Admundsen, aunque no queda claro qué podría motivarlos en un mundo deprivado de heroísmo.

La llegada a la luna no ha significado ni un pequeño avance para la humanidad por lo que una eventual travesía marciana sólo será un nuevo modo tecnificado de vivir nuestra burda condición.

Deje su Comentario Acerca del Blog

Casi Nadie Trabaja en Algo que Repudia.


Defensores públicos de causas propias.

Aunque las opciones sean trabajar o morirse de hambre es muy difícil que alguien trabaje en algo que repudia; quizá la única diferencia que existe entre la esclavitud propiamente tal y la contemporánea sea eso.

Quienes han estudiado o están en una situación de privilegio pueden optar entre distintos tipos de empleos, aunque sean todos ellos malos o muy malos, y de ese modo excluir aquellos que repudian. Optar por un mal menor es quizá el modo común de ejercer la libertad.

Hace unos meses un grupo de vecinos de Puerto Montt culparon a un gitano de la muerte de uno de los suyos. La respuesta fue tan virulenta como primitiva, no quisieron una mediación estatal ni nada, sólo bastaron los rumores para culpar genéricamente a los distintos a ellos, a los forasteros. Quemaron el campamento gitano dejando con lo puesto a una veintena de familias.

Luego de arduas investigaciones por fin se ha conseguido formalizar a los vecinos involucrados con el bestial acto. El abogado defensor de los representantes puertomontinos del Ku Klux Kan, seguramente es un defensor público por los altos honorarios que cuesta uno privado. De cualquier modo si es un defensor privado da lo mismo, porque en su declaración hoy en TVN dejó muy en claro cuánto disfruta en defender el acto xenófobo. Con una sonrisa en su rostro dijo:

- Al menos en esta defensa tenemos claro que un vehículo no puede considerarse una vivienda.

Su argumento televisivo es impresentable. Si bien intenta defender a sus clientes aliviando la carga delictual de los hechos imputados (el delito de incendio arriesga penas altísimas pero ellas se agravan si se provoca en un lugar habitado) tal declaración no hace sino escarbar en la herida de los gitanos agredidos, quienes son las víctimas, y a quienes no se les ha reparado ni material ni moralmente la gratuita afrenta.

La constitución consagra el derecho a la inviolabilidad del domicilio y este derecho no lo acota a bienes inmuebles regularizados conforme a la ley ni a algo equivalente. Para el indigente cierto lugar debajo del puente puede ser su domicilio así como para unos gitanos sus vehículos. Negar este hecho, tan obvio pues todos sabemos que los romaníes son nómadas, es afirmar que los miembros de ese pueblo son inferiores pues incendiar sus emplazamientos transitorios es tan grave como quemar maleza.

Quienes discriminan a los gitanos son chilenos que son discriminados por ser puertomontinos, y dentro de la región de los lagos por su ascendencia huilliche. El abogado que los representa, sea público o privado, con su linea argumental no hace sino sostener la afrenta al pueblo romaní el cual aún no recibe ninguna disculpa ni compensación de parte de nuestro gobierno.

Se puede defender a un violador pero de ahí a culpar a la víctima por pingues beneficios procesales es transgredir la línea entre realizar un trabajo y el utilizar la oportunidad para emprender una causa propia. Muchos fiscales, jueces, psicólogos, médicos, lidian con sus traumas a la hora de desempeñar sus funciones, desgraciadamente no es la excepción sino que la regla. Para el defensor de los xenófobos su propia xenofobia ha quedado al descubierto la que justificará pública y privadamente como la fría y diligente realización de su trabajo.

Deje su Comentario Acerca del Blog

viernes, 17 de julio de 2009

Sicarios de la Imagen.


Sacerdotes, Profesores y Rostros.

El sistema no es democrático, pero qué duda cabe de que es popular. Aunque nos duela los habitantes de un territorio, en general, con sus acciones u omisiones validan a sus gobiernos.

La ignorancia no es un buen argumento para los demócratas pues conduce a la antidemocrática pretensión de una cruzada educativa. Ya que todo sistema de socialización es coherente con dicha sociedad, los sistemas educativos con los que técnicamente la modernidad ha asumido la socialización y resocialización de sus ciudadanos, están destinados a imprimir los valores liberales y capitalistas, y las competencias técnicas suficientes para asumir tareas alienadas dentro de la organización. Ni más ni menos.

Una educación en libertad, por ejemplo, es falaz en la medida que toda socialización será la impresión de un sistema en específico; educar a las personas para que no sean manipuladas por las imágenes sería dotar de competencias ajenas al sistema en una instancia individual crucial para la sustentación colectiva. Educar de otra forma es producir ciudadanos diversos con otros comportamientos esperables, pero en ningún caso dar las condiciones para que aflore la verdadera esencia individual, por lo cual el sistema nunca podría ser auténticamente democrático en un sentido lato. Que todos los individuos adquieran aptitudes para realizar un juicio crítico, o a lo menos informado, de los hechos, requisito mínimo para la toma de decisiones, haría imposible la utilización de estas personas como mercancía por otros o como aparatos de consumo de chucherías.

Por lo tanto el sistema no es democrático pues las decisiones colectivas no son asumidas por la mayoría sino que por una fracción de la minoría instruida, los que disponen de poder. Sin embargo el sistema es popular porque suscita la aquiescencia de la población. Para realizar esto la minoría instruida y poderosa no precisa de manipular o de lavar el cerebro pues ya la educación, impresión del marco cultural requerido en un sujeto cautivo (el niño), lo ha hecho. Las campañas comunicacionales, con las cuales los gobiernos parodian groseramente la publicación de información para la toma de decisiones colectivas, no se dirigen a manipular a sujetos libres, a personas con juicio crítico, que disciernen, sino que actúan en el descampado de la precariedad educacional según unos, o de la prefiguración cultural de las audiencias siendo más riguroso.

El poder nunca se ha ejercido del modo en que muestra Hollywood la antigüedad o el medioevo. Jamás el poder estatal se ha ejercido de un modo radicalmente distinto al de ahora. Del mismo modo en que hoy se gobierna a siete mil millones de personas se gobernaba antes a treinta mil. Las fantasías a medida del macartismo como Ben Hur son absurdas: El costo de mantener a un esclavo azotando a Charlton Heston por casi la mitad del film habría minado la productividad del imperio romano. Todas las sociedades, incluso la Maya y la Rapa Nui fueron sustentables, al menos durante mucho tiempo; suficientes generaciones como para que se consolidara una cultura propia, un lenguaje y una arquitectura.

El terror ha sido un componente esencial pero nunca ha primado por sobre otros elementos indispensables para el control en un sistema jerarquizado (o sociedad de clases utilizando un término menos apropiado pero más generalizado). Control económico, de la producción, del acopio de elementos básicos o su distribución (agua, tierra cultivable, granos); control policial mediante el uso de la fuerza, por lo general monopolizada, en contra de aquellos que obstaculicen el gobierno; control cultural mediante la socialización de los infantes, ya la misma alfabetización configura los límites del juicio pues éste depende el entendimiento, y mediante la inculcación de los mitos que de un modo general podríamos llamar evangelización.

De este modo las ordenes gubernamentales casi nunca se asumen arbitrarias o injustas aunque lo sean, pues los límites de la comprensión de lo injusto y lo arbitrario ya están cegados. Los enemigos del gobernante serán los del sistema todo por ende de los propios ciudadanos. Los deseos de los individuos ya han sido pre configurados por la socialización por lo que el gobierno puede seducir sin obstáculos. El único límite para el gobernante es no romper estos frágiles equilibrios, todo lo demás le está permitido.

De este modo nuestra democracia representativa dentro de una economía de mercado, de producción y consumo intensivo, insostenible a largo plazo e inclusive a mediano plazo, aún es gobernable y lo será hasta el momento mismo del colapso. Los avisos de los instruidos carentes de poder entran por un oído y salen por el otro de cada uno de los auditores; esta información no es popular, y esto no sucede porque no sea publica, no circule, exista censura o manipulación, sencillamente no es comprendida o no es querida por los ciudadanos ya que cada uno de ellos ha sido prefigurado culturalmente, socializado, normalizado. El juicio crítico no sólo es disfuncional sino que es rechazado por los individuos avocados a tareas alienadas, pequeñas desgracias personales que consumen su tiempo como trabajar para consumir, aparearse, buscar estatus dentro del estrecho margen de su entorno, y adquirir cosas como amantes o hijos. Esa lucha por el día a día de los individuos sustenta metafísicamente su instrumentalizada cotidianeidad y los deseos que la sustentan son construidos por el sistema en él al socializarlo, pues o no son innatos o se dirige lo animal para que sea apto a lo sistémico. Esos mismos deseos, en parte animales y en parte socialmente construidos, son la plataforma sobre la cual el gobierno se “comunica” con sus súbditos, es decir, les ordena amigablemente. Sólo en casos extremos se llama a la caballería pues su uso intensivo es contraproducente, hace más inestable al sistema, y es prescindible desde el momento en que el gobernante dispone de las claves para seducir a los súbditos.

Es así como el sistema consigue ser al mismo tiempo antidemocrático, opresivo, pero popular. Tal cual los feligreses que de rodilla peregrinan a lo Vasquez o de guata hacia la Tirana (vaya nombre para una virgen), los súbditos no sólo reciben con estoicismo la función que les atribuye su gobernante sino que como un designio, con júbilo pues se trata de un privilegio, de un honor, como las viudas de los mártires de la patria.

Así que la campaña de las “AFP” o de los “Mineros de Chile” no son comprendidas como macabras burlas que ameriten una revuelta social. Mientras las AFP roban de lo lindo, sea directamente o mediante el sistema bursátil que sostiene nuestra economía hood robín (que roba a los pobres para darle a los ricos), y los “Mineros de Chile” se llevan nuestro mineral pagando menos impuesto que las tabacaleras, connotados rostros, sicarios de la imagen, venden una credibilidad construida sobre la base de puros instintos pueriles, se arriendan para lavarles el rostro. Francisca Imboden dedicada a limpiar la imagen de las farmacias oligópólicas, Sergio Lagos a los usureros del retail, y ahora Julio Jung y Delfina Guzmán para dorar la píldora de los afiliados de las AFP.

Delfina Guzman, que a sus años aún no se jubila, hace un par de meses se quejaba de que el avión que la transportaba a cuerpo de reina a Rusia había quedado en pana en las Canarias, un avión pagado ¡con nuestros impuestos! Su hijito, el hippie pije Eyzaguirre, quien popularizó el término hood robin, se dedica precisamente a eso en el banco mundial y con la chorrera de plata que gana le alcanza y le sobra para impedir que su madre siga profitando de la candidez patria pero no hace nada por impedirlo: ¿No será hora que se amarre las manos la señora Guzmán?

Deje su Comentario Acerca del Blog

jueves, 16 de julio de 2009

Sobre la Crisis de los Partidos Políticos.


Y en especial la del PC.


Parece inoportuno referirse a la crisis de los partidos desde el momento en que menos del uno por ciento de la población chilena milita en alguno, el padrón electoral se encuentra estancado, y los jóvenes ni acarreados se inscriben o votan. La crisis actual es dentro de los partidos, la pandemia de la fuga de militantes.

Algunos ingenuos en los noventa sostenían que el no votar haría sucumbir al sistema. Tales patrañas no sólo se han refutado en largos años de gobiernos ilegítimos democráticamente pero gobiernos al fin y al cabo, sino que existían precedentes contemporáneos como el caso de los EEUU.

En pleno siglo XXI la expansión y casi universalización de la democracia representativa, que no es sino una aristocracia encubierta que manipula a los votantes, al tiempo en que se han debilitado las doctrinas hegemónicas del siglo XX, ha redundado en parodias de comicios en que la mayoría de los ciudadanos se considera prescindible. Y eso no deja de ser cierto pues ni existen partidos que organicen a los ciudadanos para capitalizar electoralmente sus acciones u omisiones, ni existe una convicción de que algo pueda cambiarse mediante las urnas. Es más, la proliferación de la encuestología, hace de las elecciones un mero trámite de confirmación de resultados pre anunciados.

Individuos fragmentados se enfrentan como hormigas ante un elefante, sin que un partido represente sus intereses. El resultado es una concentración del poder en las cúpulas empresariales, eclesiásticas, gubernamentales, burocráticas, judiciales, parlamentarias y políticas. Lo que la mayoría no entiende, y esa es la razón de que el sistema funciona a sus anchas, es que menos participación en vez que debilitar al sistema lo hace más sólido pues concentra el poder en menos manos y con ello se puede ejercer una voluntad más coherente. Es lo que he llamado en otras oportunidades la toma de consciencia de la clase alta, un proceso que no es local sino global pero el caso chileno puede servir de ejemplo e incluso de holograma. Esta consolidación de la clase dominadora mundial contrasta con la fragmentación de los oprimidos, ambos procesos actúan como un tándem.

Los “sin partido” vagarán por el desierto tal cual los exiliados de las sociedades neolíticas, debiendo soportar la intemperie, el hambre y las bestias nada más que para seguir contándose entre los vivos. Acostumbrados a la comodidad burocrática, al apoltronamiento, se arrepentirán, se darán tres mil quinientas vueltas de carnero o perecerán. No existe posibilidad de crear más partidos, no sólo por la ley que regula el asunto, sino porque ellos son agencias de poder, de reparto de poder, y sin poder que repartir se transforman en una bandera clavada en el abismo.

Y es por eso que el PC, o lo que queda de él, ha debido optar por supervivencia o la muerte. Podría haber sido lo que quisieron los padres fundadores, una organización de oprimidos resueltos a terminar con la opresión, pero eso sería desconocer la historicidad del partido. Tal cual el PPD y RN, partidos instrumentales por excelencia, es decir carentes de cualquier doctrina que cohesione a su militancia, todos los partidos nacionales comenzaron su inexorable tránsito a la instrumentalidad, cuestión que ha alcanzado incluso a la UDI. El PC ha sobrevivido doctrinariamente gracias a la derecha que lo cuida celosamente atribuyéndole cada tropelía antisistémica, pero el PC hace mucho que a penas organiza la fiesta de los abrazos. La razón tras de esto es que la derecha, o más bien, los derechistas, son personas muy básicas intelectualmente, muy ingenuas, por lo que el discurso de guerra fría permanece intacto en sus cerebros. Ya fallecieron los anti anarquistas de principios de siglo por lo tanto los derechistas actuales son anti comunistas por lo que sino existiera el PC la dirigencia de derecha, que no tiene un pelo de ingenua, debería inventarlo.

Por cada Arrate que se inscribe en el PC cientos se retiran con destino incierto. Se dice que caminan rumbo al MPT pero si tal organización se transforma en algo tan diverso, tan excesivamente tolerante, sólo será una estación antes del colapso. Dichos militantes hacen del PC más pequeño pero más coherente y con algunos puestos de poder ganados y otros tantos a ganar, a repartir entre muy pocos. En cambio el MPT utilizará gran parte de su tiempo útil en vez que en organizar a los oprimidos para luchar en contra de los establecido a limar asperezas con quienes aceptaron todo del PC y sólo la inscripción de Arrate les rebalsó el vaso. Cabe la pregunta si se requieren tantos ex militantes, con sus improntas y resentimientos mundanos, o si se precisa construir una doctrina que aglutine y haga coherente y sólido al MPT, o más bien a la izquierda, no desde la instrumentalidad sino que desde la convicción política dirigida a un objetivo común.

Deje su Comentario Acerca del Blog

martes, 14 de julio de 2009

Teoría Política, Ciencia y Pervivencia de los Mitos II


Religión y teoría política.

Leer la primera parte.

Indispensable es para todos los pensadores políticos modernos, y sus precursores, el que una comunidad política no posea ningún poder sobre ella misma. La autonomía es condición esencial, dicen, de la soberanía. Los estados nacionales se construyeron en oposición a poderes externos, en específico la iglesia católica que oficiaba de supra estado o estado federal desde los tiempos de Roma, dando así continuidad al imperio.

A Maquiavello se le adjudica la paternidad de la teoría de la "cuestión vaticana", la razón que impedía, o según otros que impide, que Italia se consolidara como una nación. Esta teoría tuvo sus versiones análogas en Inglaterra y Francia, así como su versión contemporánea en Antonio Gramsci. De Ockham y Rogerio Bacon fueron expulsados de Inglaterra por opiniones similares que sembradas en el continente luego fueron cosechadas por Hobbes y re internadas. Muchas de ellas fueron recogidas por Locke, quien militaba en el bando contrario del autor del Leviatán, pero en cuestiones religiosas coincidían.

La teoría de la propiedad de John Locke es la piedra fundacional del sistema liberal capitalista y fue construida nada más que para oponerse al catolicismo pues se pensaba, fundadamente, que el diezmo católico constituía un tributo solicitado por un poder extranjero. Locke explicó que así era y para ello construyó la teoría que refutaba la legitimación de los despotismos ilustrados, la teoría del Patriarca de Robert Filmer. Dicha teoría había sido atacada desde el frente conservador por Hobbes, sin éxito político, por lo que éste a penas consiguió evitar la horca. El sistema argumental de Hobbes pervivió en Locke y fue adaptado por el francés Montesquieu quien lo internó en las colonias americanas del norte, pues en Francia no consiguió ser profeta. Una situación similar ocurrió con Bentham ya que sus ideas no corrieron con suerte en Inglaterra, salvo que se diga que prosperaron mediante J.Mill y J.S.Mill, sino que en Francia pero principalmente en las colonias americanas debido a su amistad con Francisco de Miranda.

Conservadores como Hobbes y David Hume son padres de los fundamentos doctrinarios del nacionalismo laico. Hobbes por su construcción de la teoría laica de la soberanía y Hume por disipar cualquier duda respecto a la moralidad de los actos gubernamentales. En suma, es el poder lo relevante y eso es una cuestión de hecho; el poder del Estado se legitima tautológicamente en él mismo. Hume criticó así la versión liberal del nacionalismo laico, en específico la de Locke, para quien existirían derechos por encima del poder del Estado pero no situados en alguno extranjero, cuestión que conocemos muy bien en la retórica de la independencia de los EEUU, la revolución francesa, la independencia americana en general, la descolonización y la carta universal de los DDHH.

Pese a prosperar en la práctica las ideas de Locke, mediante él mismo pero principalmente Montesquieu, las objeciones de Hume eran letales para dicha teoría. El repudio ante esta constatación llevó a que un liberal alemán, Immanuel Kant, buscara una nueva reconciliación, según él laica y nacionalista, del liberalismo en ciernes. Su argumentación, por más que no resistiera un serio análisis a lo David Hume, prosperó en la intelectualidad germana y luego mundial, en suma, se hizo hegemónica, al punto que fuera reivindicada por derecha e izquierda debido a la teoría conservadora de Hegel que logró permearse tanto en el nacionalsocialismo como en el bolchevismo.

Al imponerse el estado laico como una realidad, la doctrina de Locke, Montesquieu, Kant y Hegel se trasformaron en doctrinas e ideologías de los nacientes estados, los cuales no podían ser controvertidos tal cual una vez sucedió con la teoría de la soberanía de Hugo Grocio o la del Patriarca de Filmer. Y la convergencia fue aún mayor que con la doctrina del despotismo ilustrado pues se preserva casi intacta hasta hoy y en sus bases esenciales están contestes desde anarquistas a nacionalsocialistas, pasando por comunistas, liberales y reformistas católicos.

¿Qué es lo que identifica a todas estas teorías políticas aparentemente diversas?

Lo que las hace similares es la pervivencia de los mitos cristianos, que desde una generalización mayor podríamos denominar estoicos: Los hombres nacen iguales, son iguales en dignidad y derechos, por lo tanto la explotación económica que hacen algunos de ellos es un crimen (plusvalía), al punto de considerar enemigos de la humanidad a quienes se dedican en exclusivo a ella (judíos).

Esto último es un ejemplo extremo aunque no forzado, la teoría de la plusvalía pertenece a Tomás de Aquino y su función era oponerse a la burguesía financiera que prosperaba en la alta edad media la cual era principalmente judía, sus axiomas son los estoicos, los cuales refuerza doctrinariamente con Aristóteles e ideológicamente con la el antiguo y nuevo testamento. Las construcciones teorías modernas siguiendo un camino análogo pero sus axiomas nunca han dejado de ser los mismos, los estoicos. De este modo pese a la recurrente anatemización de los creyentes en los diversos “opios para el pueblo”, el sustrato último del marxismo y el anarquismo es el estoicismo. Con la contada excepción del joven Bertrand Russell y en la actualidad Alan Bricmont, y otros aún menos conocidos, la izquierda no ha conseguido emanciparse del cristianismo ni menos del liberalismo.

Con pequeños matices el cristianismo, y en general el estoicismo, se ha trasvasijado en el liberalismo siendo hoy ambos una sola cosa. Versiones antiliberales de derecha existen por ejemplo Carl Schmitt, otras difíciles de calificar como la de Nietzsche, y en los distintos fundamentalismos sean musulmanes, católicos, protestantes o nacionalsocialistas. En la práctica existen regímenes antiliberales que se dicen de derecha e izquierda como Afganistán, Irán y Corea del Norte, a lo que habría que añadir Chile si se continúa la cruzada bacheletista aliancista. Pero el mundo se conserva doctrinaria e ideológicamente liberal; tanto en China como en India, países que por sí mismos poseen un tercio de la población mundial y que no son cristianos, internacionalmente se conducen de modo tan liberal como el resto reivindicando la soberanía laica en su versión liberal y promoviendo el capitalismo tanto dentro como fuera de sus naciones.

Los esfuerzos de Maquiavello, Hobbes y Hume, entre otros, de dotar a la política de la pureza lógica de la ciencia se vio frustrada debido a que poco importa saber de la misma, o más bien saber con tanta pureza de la misma, debido a que el poder lo reconfigura todo a su medida. Debido a la relación de dependencia entre teoría política y ciencia social el fracaso por construir seriamente la primera ha sido la principal causa de la imposibilidad de construir la otra. Los esfuerzos de Marx y Bakunin, sólo para nombrar a algunos, en orden a exigir el respeto a los principios liberales sobre los que todo el mundo discursaba, eran vanos desde el momento que aceptaban dichos principios como si estuviesen escritos en el cielo. El comunismo y o anarquismo es el único modo de realizar la libertad e igualdad liberal, cristiana y estoica. La propiedad privada, o más bien la disparidad de poder que produce la acumulación de capital, impide la realización divina en la tierra, es decir la redención universal. Comunismo, anarquismo y democracia son tres términos para lo mismo: Igualdad de poder de todos los hombres que tiene su fuente en la igualdad esencial de los hombres.

Para superar al liberalismo estoicismo desde la izquierda debemos formularnos algunas preguntas y responderlas adecuadamente. Propongo al menos las siguientes:

¿Somos todos los hombres iguales? Me parece que aquella respuesta está respondida en negativo ya hace bastante por el acervo científico acumulado. Por lo tanto deberíamos avocarnos a otras:

¿Debemos ser iguales? ¿Porqué?

Deje su Comentario Acerca del Blog

lunes, 13 de julio de 2009

“HAY QUE DESTRUIR LA DICTADURA DEL CAPITAL”

Raúl Blanchet, vocero de los Consejos Comunistas de Chile:

Por Andrés Figueroa Cornejo


El domingo 12 de julio, una treintena de militantes del Partido Comunista acudieron al Servicio Electoral para firmar su desafiliación a esa tienda. Se trata de la nueva organización Comités y Consejos Comunistas, federada en el Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores. En su seno existen dirigentes sindicales, trabajadores, artistas, pobladores, profesionales. El vocero del Consejo Nacional de Comités Comunistas es el periodista Raúl Blanchet.

Raúl, hasta el domingo, acumulaba una militancia en el PC de 41 años. Se incorporó a las Juventudes Comunistas a fines de los 60. Durante el gobierno de Salvador Allende debió asumir tareas especiales destinadas a cautelar el proceso de la Unidad Popular. Retornado desde el exilio en 1983, Raúl Blanchet se agregó a las filas del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Un año después se convirtió en un preso político de la dictadura pinochetista. Pero la cárcel fue otro frente de lucha. De esta manera, participó en la planificación y ejecución, protagónicamente, de la épica fuga masiva de prisioneros políticos de 1990 desde la cárcel pública, cuando faltaban dos meses para que asumiera el primer gobierno de la Concertación post dictadura. 11 años estuvo en la redacción del órgano oficial del Partido Comunista, El Siglo. Hoy Raúl, junto a muchos de sus compañeros, enfrenta nuevos desafíos políticos.

¿En que consiste la iniciativa política expresada en los Comités y Consejos Comunistas?

“Esta es la organización de los comunistas que militan en el Partido Comunista oficial, como de los comunistas que no militan en PC, y que se han alejado por diversos motivos. Sobre todo, es el instrumento de aquellos que han discrepado de los métodos autoritarios; de la falta de democracia interna, por un lado, y que fundamentalmente, disienten de este verdadero arrastre hacia la derecha que ha hecho la actual dirección del PC, por otro.”

¿Cuáles son los principios de los Consejos Comunistas?

“La derechización de la dirección del PC es un detonante, un acelerador de nuestro surgimiento. Nosotros nos identificamos como el auténtico Partido Comunista. Por tanto hablamos de una organización de clase, una organización de los trabajadores, inspirada en el marxismo, en el leninismo, y en el aporte teórico y práctico de innumerables luchadores de la izquierda mundial y de la experiencia revolucionaria en Latinoamérica.”

EL ORIGEN

¿Cuándo comienza a gestarse la iniciativa política?

“Somos producto de un proceso de años de maduración. Es un camino largo de rebeldía creciente que comenzó a formarse al interior del PC desde la medianía de la década de los 80, que incluso está asociado al quiebre del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Nosotros estimamos que el PC vive una crisis desde el año 73. El golpe de Estado puso en crisis las premisas esenciales de los comunistas chilenos, es decir, la tesis de la vía pacífica al socialismo. Ya antes del trágico 11 de septiembre del 73, el PC no preveía un escenario como el que se dio, ni preparó al partido y al pueblo para defender su gobierno y sus conquistas. A la distancia es posible advertir que el PC mantenía una política absolutamente reformista respecto del Estado y del poder. Una concepción basada en la creencia de una burguesía nacional “buena” versus una “mala”. De allí se desprendía la posibilidad de hacer alianzas con una parte de la burguesía. Yo, entonces, lo encontraba razonable, pero hoy sé que esa política respondía a los dictámenes de la ex Unión Soviética para los partidos comunistas de la Región. La idea acuñada era unir a los revolucionarios, aislar a los reaccionarios y neutralizar a los indecisos. Hasta ahí suena bien. La cuestión es que la tesis no contemplaba cómo enfrentar la resistencia violenta de los reaccionarios. Tanto es así que, formalmente, la dirección central del PC, antes del golpe de Estado, nunca hizo una reunión para discutir el problema militar. El único intento que se realizó, fue en las postrimerías del gobierno de la Unidad Popular, pero la cita debió suspenderse a la hora de almuerzo porque en ese momento ocurrió una agresión al General Carlos Prat –que propició su renuncia a la dirección del Ejército-, y había que partir a los ministerios, al parlamento y otros lugares. Fue la única vez, y frustrada. Es verdad que en la UP y antes el PC formó cuadros combativos, pero siempre en el ámbito de la autodefensa de masas, y nunca en la perspectiva de construir un pueblo en armas. Sólo existían menudos equipos especiales en el ámbito, que asestaban ciertos golpes, pero que fueron estructural y premeditadamente insuficientes.”

Pero corramos a mediados de los 80…

“La Política de Rebelión Popular de Masas (PRPM) adoptada, comienza a funcionar como un factor conflictivo al interior del PC. Un sector asume esa política a cabalidad y otro, sencillamente, no lo hace. Incluso a nivel de dirección hay quienes se juegan contra la PRPM.”

¿Cuáles son los fundamentos de la Política de Rebelión Popular de Masas?

“El objetivo fue articular la unidad más amplia de los sectores antidictatoriales en ese momento para impulsar la movilización popular, empleando todas las formas de lucha contra la tiranía, hasta desestabilizarla y derrocarla. Se hablaba de una sublevación que alcanzara el establecimiento de lo que entonces se llamaba, una “democracia avanzada”; esto es, una Asamblea Constituyente, un gobierno plural y comprometido con transformaciones democráticas de fondo y que disolviera todos los enclaves dictatoriales. Negaba la negociación pactada que devino después. La PRPM está cumpliendo ya 30 años. Y fue gatillada por el plebiscito de 1980 que impuso la Constitución actualmente vigente. Muchas organizaciones de izquierda de la época, como el Partido Socialista, también engancharon con tesis relativamente similares. Esta es la política que los Consejos Comunistas reivindicamos. Al respecto, yo comparto los dichos del ex Secretario General del PC, Luis Corvalán, en el sentido de que cuando se dio a conocer la PRPM hubo “una explosión de júbilo” en la militancia. Asimismo, muchos dimos fe a las palabras de Luis Corvalán, cuando nos dijo que el Frente Patriótico Manuel Rodríguez sería luego un ejército popular, plural y masivo, como el Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua.”

¿Y cómo la recontextualizan en el período actual, ya terminando la primera década del siglo XXI?

“Consideramos que tiene plena aplicabilidad, actualizándola a la realidad presente. En definitiva, la política de la rebelión de los pueblos no sólo es una estrategia para sacudirse de las dictaduras militares transitorias o coyunturales, sino sobre todo, para sacudirse del yugo del capital. Hemos concluido que lo que hay que destruir es el propio sistema capitalista, destruir la dictadura del capital.”

¿Cuándo el PC abandona la PRPM?

”A partir de 1986. Antes del ajusticiamiento fallido al tirano y de la internación de armas al país. Yo creo que ambos procesos se desarrollaron contra la voluntad de muchos dirigentes del partido. El discurso del denominado “vacío histórico”, que nosotros estimamos “vacío ideológico” y que produjo la creación del FPMR, tuvo resistencias internas como efecto de vertientes que nunca se manifestaron como corrientes abiertas, como tendencias, independientemente de su palpable existencia. Aquí, los países socialistas de la época que acogieron a millares de exiliados chilenos y que en su historia habían enfrentado al fascismo, efectuaron una suerte de influencia sobre la dirección del partido para la capacitación concreta de cuadros militares y una fuerza propia para encarar la dictadura pinochetista. Ahora, las contradicciones internas del partido continuaban su curso. Porque ¿Cómo se explica que, con el tiempo, figuras como Luis Guastavino, entre muchos, brincaran a la Concertación tempranamente? Ellos reflejan una postura reñida con la PRPM. Incluso el propio presidente actual del PC (Guillermo Teillier), en un libro textualiza las diferencias que ya sostenía hace muchos años la dirección del PC respecto de acciones del FPMR. Muchos de nuestros compañeros tienen antecedentes fundados en relación a que la dirección del PC nunca pensó realmente en una salida insurreccional en la dictadura, y que la apuesta por una eventual sublevación siempre se ciñó a una dinámica de negociación con sectores de la burguesía. Estos mismos elementos, explican las razones de la escisión de un grupo de rodriguistas, donde estaba Raúl Pellegrin, y el mismo Galvarino Apablaza (Comandante Salvador) que en la segunda mitad de los 80 era el más alto cuadro militar que había en el PC, y que origina el FPMR Autónomo. Otros nos quedamos en el PC porque todavía apostábamos a que debíamos mantenernos en el que considerábamos el partido de los trabajadores, la organización de la clase, y que desde dentro era posible corregir los errores. Los años rebatieron nuestras expectativas…”

¿Qué elementos caracterizan, desde tu perspectiva, desde la perspectiva de los Comités Comunistas, a la dirección del PC?

“Las reyertas internas, ya no asociadas a pugnas entre reformistas y revolucionarios, sino que entre puros reformistas y por cuotas de poder, de cargos. La nula democracia interna. Y lo más grave, el proceso de desideologización de la militancia. Ahora se fomenta la incultura, lo que facilita la derechización. Las escuálidas iniciativas de educación del partido han sido muy limitadas en número y contenidos, y han sido sólo funcionales a las decisiones y posiciones de la conducción. Las bases partidarias cuentan con muy pobres armas críticas, las cuales deberían ser propias del acervo de una organización que busca transformar la sociedad.”

¿Cómo piensan los Comités Comunistas superar lo que estiman errores de la dirección del PC?

“Postulamos que así como es preciso confiar en el pueblo, también hay que confiar en las bases de la organización, sobre posiciones de mayoría. Ese es el mandato soberano, totalmente otro a los acuerdos de un pequeño equipo de dirección. También creemos necesario superar la desmovilización propiciada por el PC y su abandono de las demandas populares. Porque los que se han ido del partido con buena prensa son los que han virado a la derecha, mientras que los comunistas por la PRPM partieron calladamente, y en general, de vuelta a la casa. Hacia ellos también está dirigido nuestro empeño. Al respecto hay que considerar que el PC al primer gobierno de la Concertación llega con 30 mil militantes, y que el recuento de hace alrededor de un año atrás arroja poco más de 3 mil militantes que cotizan y cumplen tareas. Ahora nosotros estamos embarcados en generar las condiciones para un Congreso, fundado en comités o células comunistas, cuya característica es que pueden estar dentro del PC o fuera del PC, y gente que jamás haya sido comunista y que comparta los principios. Los comités son coordinados por consejos locales o regionales, hasta el Consejo Nacional, que es provisorio y revocable. Somos una organización pequeña, pero potencialmente gigante. Y somos una organización que se construye en caliente, en las luchas reales de nuestro pueblo.”


LOS COMÍTES Y CONSEJOS COMUNISTAS Y EL MPT

¿Por qué están participando en el Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores (MPT), un instrumento federado que agrupa organizaciones políticas y sociales del más amplio espectro anticapitalista?

“Porque queremos aportar en una construcción unitaria, de clase, auténticamente anticapitalista e independiente del bloque de poder. El MPT es un referente político y social de amplias proyecciones. Para nosotros, el MPT es lo más importante que ocurre desde el primer Juntos Podemos de la izquierda chilena. Allí hemos encontrado profundas coincidencias. Allí están los rebeldes.”

Julio 13 de 2009

--------------------------

Comunistas renuncian a padrón oficial del PC

Como "el inicio de un proceso", calificaron los dirigentes comunistas que renunciaron el domingo 12 de julio al padrón oficial del PC. El primer grupo de renuncias fue encabezado por Jorge Peña, dirigente nacional de la Confederación de Trabajadores del Cobre, el cantautor Francisco Villa y Raúl Blanchet, uno de los líderes de la masiva fuga de prisioneros políticos ocurrida en enero de 1990 desde la Cárcel Pública de Santiago.

Para los militantes, hoy participantes del Consejo Nacional de Comités Comunistas, el paso era necesario como forma de dejar en claro que no apoyan el comportamiento de la actual dirigencia que, desde hace algún tiempo, ha venido empequeñeciendo al partido, dejándolo con escasos vínculos reales con los trabajadores y el pueblo, mientras producía un acercamiento cada vez mayor con los partidos de la Concertación, calificados hasta no hace mucho, por los mismos dirigentes, como "otra cara de la misma moneda neoliberal". El desafío actual de estos comunistas, según señalan, "es recuperar el espacio de organización y lucha que nunca debió ser abandonado por quienes dicen representar a los trabajadores", apostando por construir una alternativa real al actual modelo desde la base popular, empeño en el que han unido sus fuerzas con el recientemente constituído Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores (MPT) en el que confluyen diversas identidades y culturas de izquierda.

Por qué renunciamos a los registros del Partido Comunista oficial

Hemos venido a reivindicar la dignidad comunista, la de quienes contribuimos a conquistar el gobierno popular de Salvador Allende y lo defendimos. La de quienes luchamos contra la dictadura del criminal Pinochet empleando todas las formas posibles he hicimos realidad la Rebelión Popular de Masas. Hemos venido a enaltecer en este acto, a nuestros compañeros que cayeron por la libertad del país y por construir una sociedad justa.

Somos los comunistas. Somos trabajadores que estamos y estaremos siempre junto a nuestra clase, a los oprimidos, a los siempre postergados y mal pagados, a los que ven día a día sus derechos vulnerados, para alentarlos a organizarse y rebelarse contra el sistema que nos somete y humilla. Estamos para luchar junto a los explotados hasta terminar con el sistema capitalista y para que esto ocurra cuanto antes.

Estamos aquí para estampar mediante este acto de renuncia a una institución que se arroga el nombre comunista, nuestro compromiso comunista de no traicionar al pueblo, a los explotados, a los verdaderamente excluidos de derechos elementales, como son un sueldo digno, educación de calidad, servicios de salud dignos, vivienda acorde a las normas esenciales, justicia social.

Renunciamos a los registros del Partido Comunista de Chile porque no aceptamos que en nuestro nombre se transen los derechos del pueblo y los trabajadores a cambio de la posibilidad de ingresar al Parlamento.

Nos rebelamos ante el egoísmo, la mezquindad y el abandono de los principios políticos y morales de las personas que se han adueñado del Partido.

Quedamos en libertad de acción, como dirigentes políticos, sociales y sindicales para conversar con otras fuerzas que quieran, desde el pueblo, los trabajadores y también desde el ámbito electoral, construir una alternativa de transformación real para Chile. Enfatizamos desde aquí nuestra participación en el Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores, MPT.

Estamos aquí para decir a los trabajadores y al pueblo, a los hambrientos de justicia, que cuentan con nosotros y que jamás transaremos este compromiso por mezquinas prebendas, por ventajas individuales o colectivas ajenas los objetivos de transformar la sociedad, ni por entrar a palacio de rodillas a obtener tribuna o una investidura prestada por los amos de Chile, para ser aceptados en su mesa del banquete.

Prometemos en este acto, que los dirigentes sindicales que militan en los consejos comunistas, jamás venderán un pliego de peticiones, ni las huelgas de sus representados. Que no venderán nunca un fuero sindical en desmedro de los trabajadores, ni negociarán a sus espaldas. Nos comprometemos a no postrarnos ante el poder, a no implorar dádivas de los gobernantes. A trabajar sin descanso por la unidad de las organizaciones sociales y políticas de los marginados, excluidos y explotados, la unidad de todos los que buscan el fin de la dictadura del capital y la construcción del socialismo en nuestra tierra.

En este acto nos comprometemos con los familiares de los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, a no transar en la lucha por justicia total, a que no negociaremos ni aceptaremos negociación alguna o cualesquier fórmula espuria que propicie la impunidad respecto de los crímenes de lesa humanidad perpetrados por la dictadura. Y mucho menos utilizar los Derechos Humanos como moneda de cambio en pos de ganancias políticas.

Este es un acto de compromiso con la libertad, la justicia plena y la revolución para construir un país de todos, bajo el mandato del pueblo.

Consejo Nacional de Comités Comunistas de Chile

Santiago 12 de julio de 2009

Deje su Comentario Acerca del Blog

domingo, 12 de julio de 2009

¿Qué queda de la Teoría Política después de la Ciencia? I


La resiliente pervivencia de los mitos.


Las ciencias sociales hace mucho que no avanzan pese a su cuantitativo crecimiento en cuadros de investigación, publicación de textos y lectores de los mismos debido al exponencial crecimiento de la alfabetización, aún mayor que el crecimiento vegetativo poblacional, y comparable a la matrícula universitaria. Las humanidades, ciencias sociales, ciencias físicas y especialidades técnicas se disputan por igual a los jóvenes ávidos de conocimiento, reconocimiento y o ascenso social.

Las ciencias físicas disociadas de las humanidades producen un conocimiento vasto pero banal pues sólo consiste en la respuestas de dudas arbitrariamente formuladas mientras los problemas acuciantes de la humanidad quedan postergados. Para quienes no es banal el acervo científico es para quienes ejercen el poder pues ellos han aprovechando a los científicos desde los albores de la civilización financiando su subsistencia, o incorporándolos en la corte, en calidad de artesanos calificados, hechiceros o sacerdotes.

Las ciencias sociales disociadas de las ciencias físicas producen un conocimiento aún más vasto que el anterior, y aún más banal. El aporte a los poderosos es menor pero aún significativo pues crea y recicla nuevas palabras útiles para la legitimación del ejercicio del poder. En las aulas universitarias, y en los departamentos académicos, maduran las palabras, y los sofismas, los neologismos y las entelequias, así como los agentes que las emplearán luego en el teatro de las operaciones. En algunos casos los departamentos académicos, o pseudo académicos, se trasforman en agentes directos empleados a la tarea común de engañar, confundir o cansar a las masas, principalmente a las audiencias, cuando no lisa y llanamente lavarles el cerebro. Pero en una sociedad desarrollada como la nuestra la academia de las ciencias sociales ocupa más bien un lugar, un cómodo y abrigado sitio, en la retaguardia; los medios de comunicación de masas son quienes se avocan a la tarea de engañar directamente al público, o manipular los atávicos impulsos que la ciencia día a día redescubre. Las universidades educan a los nuevos agentes y diseñan las nuevas técnicas de gobierno así como socializan a las clases ascendentes, desclasándolas, adoctrinándolas en la parábola de la dirigencia. Además homogeneizan la clase dirigente sea disminuyendo las fisuras doctrinarias o creando y recreando mitos, ideologías y o nuevas religiones.

En los últimos treinta y cinco años la ciencia ha dejado en la más absoluta obsolescencia a la mayoría del pensamiento social de los últimos tres siglos. Tal cual en su momento Copérnico, Galileo, luego Humbolt, Charles Darwin, Mendel y Einstein, las investigaciones en neurobiología, paleohistoria, paleobiología, etología, química orgánica e inorgánica y microfísica, obligan a re pensar todo lo que nos hemos acostumbrado a considerar un pilar sólido desde el cual edificar el conocimiento aplicado. La industria del pensamiento enajenado para altos ejecutivos, que inexorablemente se expande hasta los administradores de tiendas de comida rápida, han hecho suyos dichos aportes apurándose en justificar el actual estado de cosas, e inclusive sus modelos de negocios, torciéndole la nariz a tan extraordinarios descubrimientos. El poder ha aprendido la lección del colapso del poder eclesiástico, local y tradicional, debido a la negación majadera de los avances científicos tratando esta vez de hacerlos suyos.

La izquierda sin embargo, salvo contadas excepciones, no ha conseguido estar a la altura de las circunstancias, es más, parece ni percatarse de que esto ocurre. Mientras en el siglo XIX Marx celebraba el auge del ferrocarril y de las telecomunicaciones, los aportes de los economistas escoceses y los estudios de Darwin, y Engels hacía propios los avances de la antropología física y social más sofisticada de su época, las ansias de poder dirigidas a materializar el socialismo desviaron la mirada hacia cuestiones aparentemente más concretas, prontamente el aporte marxista se oscureció a propósito que la ciencia dejó de ser su fuente primordial. El triunfo bolchevique implicó la ruptura definitiva y desde entonces se han formado millones de adherentes que siguen considerando científica a la glosa de textos sagrados, escritos en alemán o inglés y traducidos por algún burócrata al ruso, y por otro a la vernácula, y hasta de otras barbaridades escritas directamente en ruso. En Europa y los EEUU, desde la intelectualidad marxista, se comenzó a transitar un oscuro sendero en paralelo al moscovita y que condujo a la ruptura radical que existe hoy entre ciencias sociales y ciencias físicas.

Si bien la intelectualidad occidental no es exclusivamente marxista ni de izquierda, el poder iconoclasta del conocimiento había causado estragos en el poder tradicional desde antes de Sócrates inclusive, pasando por Montaigne, Locke y Voltaire. La ciencia social de derecha, la que quiere justificar el statu quo y el uti possidetis (el mundo tal cual es, que no se moleste a los actuales propietarios ni gobernantes) no ha precisado de un mayor desarrollo pues le basta con acicalar a los mitos existentes y en casos extremos crear otros nuevos. El pensamiento social en estado puro, si se pudiera designar de ese modo, que hicieron gala pensadores como Max Weber, Émile Durkheim e incluso el propio Marx, influenciaron a tal grado a quienes los precedieron debido a que cada una de sus conclusiones se basaba en el acervo científico asentado, y en todo aquello que desconocían especularon fundadamente. Su propósito no fue, por lo tanto, revestir a los ídolos reinterpretando los mitos, sino que por el contrario el desnudarlos.

El paso en falso se cometió una vez que dichos autores estaban muertos, y eso ocurrió tanto en oriente como en occidente, pero en ambos por pensadores de izquierda. El auge del colonialismo impulsó a la lingüística y luego a lo que conocemos como antropología. La diversidad cultural del mundo comenzó a minar las serias conclusiones de Durkheim, Weber y Marx; dicha producción para una parte importante del mundo se silenció y para otra se interpretó a gusto. La división disciplinar coadyuvó a que se dichos avances no contaminaran a las ciencias sociales las que preferían ser influenciadas por la mitología nacionalista o redencional de derecha. Mientras la antropología realizaba su gran salto hacia delante la escuela de Francfurt, por ejemplo, releía a Hegel, un tipo vulgar, supersticioso y embustero según los estándares científicos de mediados del siglo XX; o se encandilaba con Freud, otro charlatán de la misma cepa.

Actualmente el escaso tiempo de los estudiantes de ciencias sociales se agota en relecturas ingeniosas, provocadoras, de complejos textos que descansan en la nada. Tonteras tales como arqueologías de esto o aquello, sin entender qué diantres es la arqueología, o la gramática de lo otro (como si las palabras se comieran en la África subsahariana o abrigaran en la Araucanía) son una muestra elocuente de la degradación que estoy reseñando. Autores que descansan plácidamente en Foucault como si se tratara de una eminencia en la historiografía, y lo apuntalan con los gastados ropajes del iracundo Nietzsche o con el falso ídolo del “estructuralismo”, entelequia que consiguió por sí misma desterrar a la antropología del mundo del saber serio; y o se refugian en las petit bouche intelectuales de Derrida, Lacán & Guattari. La forma de validar todo aquel idiotismo ilustrado es mediante un laxo Marx, uno que da para todo, por lo tanto es al mismo tiempo sospechoso y ofensivo que alguien pretenda hoy por hoy defender algún proyecto de cualquier tipo en el vilipendiado Marx o en el vulgarizado marxismo. Si la ciencia social de izquierda es hoy revestir a los ídolos y reciclar a los mitos sin lugar a dudas no existiría ninguna diferencia entre derecha e izquierda, al menos en las ciencias sociales.

Insistir en el derrotero del divisionismo epistemológico no sólo es catastrófico para la academia sino que para la izquierda toda. Las ciencias sociales en los tiempos de Marx eran parte integrante del conocimiento, del acervo cultural y científico, eso permitió que cambiara definitivamente la perspectiva desde la cual se mira a la humanidad. Pero demasiado tiempo ha pasado, poco para otras épocas, a penas un siglo y medio, pero en el que se han producido tantos descubrimientos científicos como en los siete millones de años de humanidad precedente. Considerar el avance de las ciencias como un enemigo de las ciencias sociales, por minar las bases dogmáticas convenidas políticamente, es el ejemplo más patente y patético de la decadencia, de la subsunción de lo académico en lo teológico, y esto último en lo global teocrático.

Hoy sabemos que el hombre no vivía en un mundo idílico antes de la civilización, pero tampoco en sus antípodas. Podemos especular fundadamente que el hombre al separarse del resto de los chimpancés, hace siete millones de años, consiguió transformarse en un primate extraordinariamente pacífico. Mientras se erguía y adquiría habilidades mecánicas y cerebrales para asir objetos, y por lo mismo poder utilizarlos como armas, el cráneo se hizo cada vez más delgado, y por lo tanto frágil. El hombre lobo de otro hombre no habría logrado sobrevivir, poblar a todo el mundo e inclusive prosperar. Tanto el mito del buen salvaje como la del bárbaro hostil no sólo corresponden a exageraciones sino que a la imaginación desbocada, disociada del conocimiento verificable. Sin embargo la teoría política de derecha se basa en la maldad esencial del hombre así como la de izquierda en su bondad.

En todo aquello que ha sido especular, las construcciones actuales son equivalentes a las de los ilustrados de cualquier época, e incluso inferiores, lo que explica la constante recurrencia a los clásicos. Esto es porque en otros momentos existía mucho tiempo para el pensamiento puro y la oportunidad de emplearlo, debido a la carencia del información. Era un océano de ignorancia que debía ser llenado desde la cabeza de un solo hombre o de algunos terlulianos. Hoy son cinco oceános de densa información pero aún existe espacio para el pensamiento puro pues se nos ha abierto un universo de ignorancia que debemos avocarnos a comprender. Pero dicho pensamiento está sujeto, al igual que en los tiempos de Aristóteles, a lo que ya sabemos, a lo que no podemos ignorar; nuestras especulaciones transitan un estrecho sendero que trabajosamente hemos horadado con la duda en el granito de la certeza.

Podemos especular qué hizo el hombre aquellos cien y tantos mil años en que hablaba pero no construyó estados, imperios, ni ejércitos, pero debemos sujetarnos a lo que sabemos, lo que nos obliga a desprendernos de los mitos.

La ciencia nos permite explicar el comportamiento del hombre, y con ello aceptar que nuestra distancia con las bestias no es tan abismante como se cree. La elección de pareja, las pulsiones gregarias, los impulsos por distinguirse y por mimetizarse al mismo tiempo, son extensiones de nuestra animalidad mediadas por una cultura omnipresente.

La teoría de la circunscripción de Carneiro, por ejemplo, nos permite completar el concepto de revolución neolítica de Gordon Childe pudiendo entender cómo se llegó del pacífico pastoreo, de la huerta primitiva hasta la bestialidad de la cultura moche o asiria. El surgimiento del Estado no fue un hecho pactado por ciudadanos libres como lo creía Rousseau o Locke, e hipócritamente toda la ciencia política liberal; tampoco una imposición de los hechos por sobre los hombres como lo desea la derecha. No se trató ni del único modo de evitar la violencia de unos sobre otros como lo pensó Hobbes, o de una evolución necesaria como nos tratan de decir algunos vulgares positivistas conservadores. Los estados se constituyeron debido al control de algunos grupos de las fuentes alimenticias de todos los humanos sedentarizados a kilómetros a la redonda, lo que obligó a unos para evitar la muerte o el exilio (que seguramente conducía a la muerte por inanición) aceptar las rigurosas condiciones impuestas desde una cúpula, desde los tributos pasando por el reclutamiento forzado de los hijos o la posesión ritual de las mujeres.

Estos asuntos son aún más complejos de lo que parecían hace cien años pues ningún evento se deriva necesariamente de otro anterior como ningún otro es suficiente para avanzar o desandar algún paso. El Estado no se originó como lo pensó Marx, explicado detalladamente por Engels: No fue la constitución de las clases derivada del tránsito del matriarcado al patriarcado, al monopolizar este poder la propiedad colectiva privatizándola. Por lo tanto la abolición de la propiedad privada no nos conducirá jamás a un comunismo pues, ni existiría dicho comunismo primitivo ni el Estado dependería únicamente de la propiedad privada ni de la división sexual del trabajo. Tampoco las especulaciones de Weber y de Durkheim son acertadas, y es lógico porque todos estos autores escribieron en la supina ignorancia de lo que hoy es conocimiento accesible a un escolar. Instar a destruir al Estado sin comprender de qué modo este ha prefigurado la cultura y la economía, y peor aún se ha globalizado, no pasa de ser un delirio anarquista tal cual creer en la bondad inherente del hombre, esencialismos teológicos creados y conservados con independencia de las evidencias. Lo grave es que se siga pensando a espalda de estas obviedades, pueriles extensiones de lo que alguna vez hizo Kojève o Fukuyama.

En fin, el riesgo mayor en estos momentos es que los avances científicos sean apropiados por una ciencia social de derecha, renovada, que se impulse con el conocimiento nuevo tal cual lo hizo la izquierda en su génesis. Es urgente apropiarse del conocimiento científico y reformular una teoría destinada a la emancipación del hombre. Se debe asumir que en vez que hacer marxismo del siglo XXI se debe hacer marxismo como lo haría Marx en el siglo XXI, es decir, pensamiento científico, pensamiento desde la ciencia no usurpando la legitimidad de esta para vender una sarta de marchitas supersticiones.


Leer Segunda Parte.

Deje su Comentario Acerca del Blog

jueves, 9 de julio de 2009

Capitalizar la Genialidad de Otros.


Sobre los Genios Postumos.

Para la Nietzsche, el gran sifilítico, los grandes hombres siempre serían póstumos, sólo serían comprendidos, aceptados e incluso venerados, después de muertos. También decía que los hombres deben morir a tiempo, es decir, antes que los demás le deseen su muerte o se convierta en un obstáculo a la vitalidad de la especie. Sus palabras fueron premonitorias pues consiguió morir joven y ser póstumo. Aquello terminó siendo un gran favor a su hermana, con quién lo ligaba una relación incestuosa de amor y odio. Para los lectores del sifilítico teutón, la hermana ha sido la causante de la mala fama del genio, pues fue ella quien personalmente escribió las notas de su hermano cuando yacía delirante en el lecho de muerte, y quien preparó los manuscritos que luego fueron editados. El genio sólo fue redescubierto una vez que dejaron de circular sus apócrifas versiones.

La tragedia de los grandes hombres es rodearse o engendrar hombres comunes y silvestres que luego hacen de su vida la venta al por mayor y menor de detalles íntimos, de escritos destinados a guardarse con siete llaves, y hasta de escribir obras inéditas para seguir lucrando de aquellos a los que quizá apenas se les arrojó una taza de te en los peores momentos.

Los hombres póstumos, al parecer, son un gran regalo para la industria. Y no digo las digo la, porque vivimos en una época en que todos desesperadamente buscan vender y hasta que los demás vendan; si le caben dudas encienda el televisor, la radio o busque una página web al azar.

Qué mejor para la industria que el genio deje de producir, y joven, pues transforma en escasas obras que podrían haber sido casi infinitas. Le añade el valor agregado de que es leyenda, que todos los muertos son buenos, que ambiciosos familiares se hacen cargo del legado (si es que ellos existen) y por eso la industria de consumo se presta gentilmente a los panegíricos. Como en el caso de Jackson, quien ya no es ni drogadicto ni pedófilo, y que el vulgar espectáculo de su muerte sirvió para pagar sus deudas y hasta generar ganancias.

Roberto Bolaño murió joven, exiliado culturalmente de Chile, en condiciones que apenas le permitían escribir. Su muerte se celebró unánimemente, era que no, pues sirvió para que la comunidad de parásitos esnobistas, autodenominados escritores nacionales, pudieran por fin sacarlo de encima. En "Nocturno en Chile" el narrador es Ignacio Valente, el cura facho que crea y destruye egos en su columna del Mercurio, y sitúa a varios escritores recitando la última novedad de Paris en una lóbrega casa del Arrayán. Bolaño crea una joya al mezclar ficción y realidad en una novela que no es biográfica pero perfectamente puede serlo, es plausible, desde la reprimida homosexualidad de Valente, y de su mentor Alone, hasta su furibundo anticomunismo. Mariana Callejas, la anfitriona en el Arrayán, cada un tanto abandonaba a los contertulios para vigilar la tetera, traer hielo, buscar más vino, o poner más electricidad a un cuerpo flagelado en el sótano. Callejas era la pareja de Michael Townley, agente de la CIA, y ambos torturaban en el sótano de su casa, casi como un perverso pasatiempo, mientras agasajaban a la comunidad de escritores de nuestro país en la planta alta.

Bolaño tuvo que arrancar de esta delgada y filosa franja de envidia pues su crítica transversal, desde el más facho hasta el más izquierdista, hirió todas las susceptibilidades. El artista, como debe ser, estuvo por encima de su época.

Diamela Eltit, esposa de Jorge Arrate, lo descalificó en una docena de columnas mientras a Bolaño no se le concedía ni una sola. Para todos los que crean que el partido transversal es un invento reciente de la Concertación, y que involucra sólo a su militancia, les sugiero que revisen la prensa de la época pues se encontrarán con varias sorpresas. El pacto por la no omisión, y el pacto por la unidad de Chile, son tan viejos como la iglesia de San Francisco; así como el estanco del arte y la cultura por parte de connotadas señoras, de esas que ocupan pañuelos italianos para tapar las arrugas o boinas para su calva.

Hace unos meses un joven escritor nacional, Andres Bianque, redactó una carta abierta al partido comunista de Chile. Lo que se dice en ella es tan cierto que muchos pensamos que quizá la habíamos escrito y alguien la había extraído de nuestro computador. Lo mejor de todo son los comentarios de aquellos que se dieron por aludidos. En uno de ellos, uno de los tantos comentarios injuriosos, calumniosos y amenazantes, una mina decía con todo desparpajo: "Bianque, la cagaste, habrías sido un excelente escritor pero ahora que te metiste con el PC estás cagado". Qué acto mayúsculo de sinceridad. Muchos sabemos que el PC custodia las puertas para ingresar a la izquierda como también las del arte y la cultura, en donde posee contactos mucho más allá, mucho más a la derecha, que la democracia cristiana. Contactos más viejos y fachos que los que tiene con la iglesia católica.

Quien dude consulte a Jorge Edwards y cuánto ha debido padecer por escribir "Persona non grata". En la mafia existe un principio que se denomina omertá: Te metes con uno, te metes con todos. Este principio también tiene una expresión accesoria en el "ingresas a la mafia pero nunca te retiras de la ella", salvo por "causas naturales".

Así funcionan muchas cosas en nuestro país, en especial el mediocre, circence e insípido mundo del arte y la cultura. Los saltimbanquis van en retirada, en buena hora, pero el mundo de artísmo sigue cohesionado pese a las recriminaciones rituales cruzadas que se dan de tarde en vez. Al final, todos son una familia, más turbia y añosa que la militar, todos beben de la teta estatal y del talento de otros, que para su gracia mueren solos, tristes, abandonados y jóvenes.

Deje su Comentario Acerca del Blog

domingo, 5 de julio de 2009

Humanistas MEOistas.

Arrate plantado en el altar.

Ante el descalabro conceptual y errático accionar de los grupos políticos, en especial los de izquierda, el Partido Humanista de Chile, filial de SILO, ha mostrado cierta coherencia. Al menos no se había movido de su posición en el dial, y eso ya era mucho.

Ni tan radicales, en lo discursivo pues en la práctica no son más que unos inofensivos new age, como para marginarse del sistema electoral ni tan moderados como para subsidiar a la concertación en la segunda vuelta.

Es que los humanistas trabajan para ellos, son los únicos militantes más disciplinados y menos deliberantes que los del PC.

Por lo mismo la confirmación de radio Bio bio de Santiago, hoy 5 de Julio, sobre que los humanistas han decidido apoyar a Marco Enriquez Gumucio como candidato a la presidencia sólo refrenda lo que ha sido un secreto a voces desde hace varias semanas. El fracaso de la negociación parlamentaria con el PC y la concertación, debido a la macuquería concertacionista, hirió de muerte al pacto instrumental entre los devotos de SILO y los de STALIN. El acuerdo completo era bajar al candidato mejor posicionado de la izquierda, Tomás Hirsch, por el candidato encubierto de la concertación, Jorge Arrate. A cambio Hirsch competiría para diputado en un lugar en donde era posible ganar. Como todo quedó en nada sólo un milagro, que hiciera de Arrate el tipo más popular después de Michael Jackson muerto, podía salvar a una alianza pegada con un mal curado engrudo.

La encuesta CEP fue la excusa, luego se sacó a colación la foto de Arrate en la consolidación del pacto electoral con el gobierno. El asunto es que los humanistas, según lo ha dicho la radio Bio Bio, han dejado a Arrate plantado en el altar tal cual el gobierno lo ha hecho con Teillier por casi una década. Cuento corto, la candidatura del PC no prende ni con dos baterías, y Marco Enriquez Gumucio no sólo va por el tercer lugar sino que aspira con seriedad al segundo. En caso extremo podría inscribirse con la "chapa" humanista, en caso que no consiga las 36 mil firmas. Enriquez deja de ser el “cura de Catapilco” cuando en vez que quitarle votos a la izquierda lo hace a un renovado Arrate el que además no tiene ni la más mínima posibilidad de ganar.

El "pacto instrumental" ha cumplido todos y cada unos de los fines que la concertación cifraba en él: Dispersó a la izquierda no sólo entre conservadores moscovistas y termocéfalos ultraizquierdistas sino que destruyó, sin posibilidad de remedio, la alianza entre los ex concertacionistas (izquierda cristiana, partido comunista y partido humanista) que eran el cemento del Juntos Podemos. Gane o pierda Enriquez el “podemos” es asunto del pasado.

Una derrota de Enriquez dejará flotando en el éter de la impostura new age a los humanistas, la misma en la que oscilan sin orden ni concierto los ecologistas. Los Enriquez, Navarro y Zaldivar tendrán que aliarse o bien perecer en el exilio del sistema público del cual actualmente profitan. El PC deberá acercarse a una radicalizada y convencida ultra izquierda quien le enrostrará, con razón, la pérdida de la brújula y la decadencia de su oráculo; o bien acurrucarse en la concertación quien no puede apapacharlos mucho pues se le caerían los DC. En ese caso los PC o se bautizan o se quedan de florero.

Los candidatos y casi candidatos, salvo Piñera, son todos concertacionistas propiamente tales o taimados de última hora. Al final, como se dice en un video que circula por la web (y que incluyo al final de esta nota) todos quienes voten en esta elección votarán concertación. Los piñeristas más que por el empresario en contra de los escalonas; la izquierda ingenua por los Enriquez, los momios por Frei y los despistados por cualquiera de los restantes.

A propósito, también incluyo un trailer de un laureado largometraje de Marco Enriquez Gumucio, para que no crean que solamente es un mal político.






Deje su Comentario Acerca del Blog