domingo, 31 de mayo de 2009

El Incidente Vargas Llosa.


Información, desinformación y Propaganda.

El 1973 mi abuelo, Avelino Núñez, consultado por los realizadores de la "Batalla de Chile" sobre si le agradaba la incorporación de Carlos Prats al ministerio del Interior respondió: "No me parece que los ministerios sean un lugar para los militares, ellos deben cumplir otra función". Mi abuelo, a penas un obrero de la Fenza, cordón industrial Cerrillos-Maipú, quizá estaba equivocado en muchos asuntos pero cuando descubrí hace un poco más de diez años dicha grabación no cabía en el asombro de tener tanto en común con alguien que no alcancé a conocer. Él murió en Venezuela en 1987 producto de un cáncer, consecuencia inevitable de su función de pulidor. Por ideas similares su casa fue apedreada en varias oportunidades en la unidad popular cuando todos sus vecinos y colegas eran allendistas; cuando se instalaron en gloria y majestad los militares, la mayoría de ellos pasó, sin estaciones intermedias, al bando pinochetista, quedando nuevamente en minoría, lo que obligó a mi abuelo a arrancar del país.

Esto se me viene a la mente al momento de indagar sobre el affaire Vargas Llosa-Lavín, en el aeropuerto caraqueño. Ambos realizaron sus actividades académicas, políticas, ideológicas, propagandisticas sin ningún estorbo oficial. Muy distinto a lo que ocurrió con José Miguel Vivanco que fue expulsado tras realizar declaraciones contrarias al régimen.

Recuerdo en Argentina haber proferido todo tipo de epítetos en contra de Menem, Duhalde, de la Rúa y Kirchner, sin problema alguno, o en portuñol haber lanzado proclamas en contra de Lula cuando tuve la ocasión en Porto Alegre, a pesar de que mis cálidos anfitriones fueran del Partido de los Trabajadores. El día que nos quiten la posibilidad de criticar a los mandatarios electos supuestamente en forma democrática, dejaremos de estar en una república y pasaremos a un regimiento.

Los militares deben cumplir otra función; una cada vez más marginal, ilegítima e indefendible. Pero esta no es en ningún caso el gobernar. Ninguna forma en que lo hagan será distinta al control que ejercen sobre sus subalternos, aunque su mando sea paternal nunca deja de ser jerárquico y no deliberante. Los militares precisan de enemigos y si no los tienen se los inventan. Su educación es, y debe ser, la paranoia; si estos elementos se trasvasijan a la política sufrimos de un grave desmedro.

Todos sabemos las razones de la llegada de Chavez al poder, el colapso de una clase política decadente y corrupta gracias a los petrodólares. Circunstancias parecidas legitiman la revuelta de Fidel Castro. Lo que cuesta aceptar es so pretexto de la amenaza permanente perpetuar los modos excepcionales de ejercer el poder de Estado.

Los EEUU no admiten personas "peligrosas" para sus intereses, sencillamente no las visan, este es un elemento de juicio que hay que tener previamente en este asunto. Del mismo modo que todos los países desarrollados controlan el ingreso de los inmigrantes económicos.

Chávez ha ganado casi todas las elecciones y prácticamente todas las acusaciones sobre su política autoritaria respecto a los medios de comunicación son sesgadas y exageradas. Allende fue excesivamente tolerante con la conspiración, algo debe aprenderse de esas experiencias fallidas.

Pero eso no significa que debamos tolerar a militares gobernando. Sea Julio César, Napoleón Bonaparte, Charles de Gaulle, Dwight Eisenhower, Fidel Castro, Pinochet o Chávez, el punto es que no les corresponde abocarse a las cuestiones de Estado sino que tan sólo disciplinarse tras el poder republicanamente instituído.

Dichas afirmaciones pueden ser tachadas fácilmente de livianas o superficiales por no considerar el modo grosero con que actúa la manipulación de ideas y emociones que hace de los principios "democráticos" liberales tan sólo una canción de cuna destinada a dormirnos. Ese no es el punto, Tomas Hobbes tenía todo muy claro hace varios siglos ha, los únicos sistemas políticos que existen son la monarquía, la aristocracia y la democracia. La democracia es el gobierno de TODOS, la aristocracia el de ALGUNOS y la monarquía el de uno solo. No existe ni la tiranía, ni la plutocracia, ni la anarquía puesto que esos son nada más que meros nombres peyorativos con que los opositores llaman a los gobiernos que repudian. Tomando en serio a Hobbes el gobierno de todos sería una democracia, una anarquía, al mismo tiempo que una economía comunista. Lo que hoy llamamos democracia es tan sólo una aristocracia que falsea sus antecedentes. Pero, si debemos elegir entre una aristocracia y una monarquía yo prefiero la primera puesto que es más eficiente, más gobernable y menos lesivo para los intereses mayoritarios el que el mayor número posible de personas dedique su tiempo a tareas públicas. Por eso cuestiono la centralización del poder, no por la persona, los intereses o las creencias de un rey voy a genuflectarme ante su presencia. La aristocracia es una porquería, y en estos asuntos soy un demócrata; pero peor que la aristocracia es la monarquía no me cabe ninguna duda.

No repudio por lo tanto de forma histérica, ni Lavinista ni Vargas Llosiana a Chávez por ser tal pues comprendo el contexto que ha hecho surgir a tal figura. ¿Qué juicio podemos hacer de la libertad de expresión desde Chile? ¿Con qué moral? ¿Sobre qué principios de los dientes hacia afuera?

En este affaire hemos conocido de la versión de Vargas Llosa, un escritor por lo demás que no debe ser descalificado a priori pues en su momento condenó a otros gobiernos autoritarios es decir, su sesgo no es hacia Chávez por ser de izquierda solamente. Sin embargo él posee sus claros intereses y muy posiblemente responde de agente de los no tan santos intereses comerciales hispanos. Por eso su denuncia debe haber sido estimada en dicho contexto, sin embargo los medios al unísono amplificaron su versión como la única existente. Los medios alternativos, quizá el uno por ciento, además de ser tildados de "chavistas" por la prensa hegemónica, distribuye una versión opuesta lo que hace imposible siquiera informarse de lo ocurrido en Venezuela. Ninguno ha aplicado las máximas del periodismo enseñado en las universidades de consultar a lo menos a dos fuentes imparciales o unas cuantas más si es que son parciales; aquí se le ha dado carácter de verdad a lo expresado por los directamente involucrados soslayando sus intereses respectivos. Eso es un escándalo.

Hasta la radio Bio Bio, de la voz del mismísimo Nibaldo Mosciati hijo, reprodujo la información oficial de la medianía informativa regional sin el más mínimo contrapeso, haciendo verdad de las declaraciones interesadas de Vargas Llosa, sin mencionar dicha circunstancia. Su padre ha de estar revolcándose en su tumba pues el imperio informativo multimedia que construyó, gracias al eslogan "Sólo se puede decir la verdad cuando no existen compromisos", ha quedado en sólo eso, en diez palabras. ¿Será por su alianza estratégica con CNN?

Chavez no es un santo de mi devoción, tampoco Lavín y Vargas Llosa, sin embargo debo reconocer que no tengo ni la más remota idea de lo que ocurrió en el aeropuerto de Venezuela pues la verdad no aparece ni en uno de los miles de diarios disponibles en la red.

Si Chavez hizo, lo que Vargas Llosa dice que hizo, me parece grave pues se trataría de otra acción temeraria y torpe, como la expulsión de Vivanco, cometida por personas poderosas que dejan de escuchar y o no tienen a quien. Si no ocurrió, o fue un empleado menor por cuenta propia, más chavista que Navarro, queda demostrado nuestra vulnerabilidad ante la manipulación mediática hegemónica.

Ambas son hipótesis, incluso meras especulaciones, cuando deja de haber verdad y empiezan a desarrollarse "verdades" ni la misma aristocracia se hace posible pues ella pende de una información libre para tomar decisiones. Qué duda cabe que quienes tenemos tiempo para escribir o leer, y los medios para hacerlo, somos parte de una elite; pero si nosotros en esta pequeña burbuja ya no podemos cotejar la información producida por "mil fuentes", es que nos enfrentamos a un dramático proceso de centralización del poder a una escala nunca antes experienciada.
jueves, 28 de mayo de 2009

Michelle Bachelet, Ana Frank y Carlos Larraín.


Derechos Humanos, memoria y tabú.

"Nunca se miente tanto como en una guerra o después de una cacería"
"La primera víctima en una guerra es la verdad"
"Se puede mentir a pocas personas por mucho tiempo o a muchas por poco tiempo; pero nunca se puede mentir a todo el mundo y por todo el tiempo"

Una de las caracteristicas que definen la modernidad frente a formas arcaicas de organización política y social, según los autocomplacientes occidentalistas de siempre, es la de la unánime proscripción de la superstición. Las evidencias permiten sostener cualquier argumento, no existe nada sagrado. Las investigaciones de Humbolt, por ejemplo, en geología, llevaron a Voltaire a dudar razonablemente del diluvio universal y con ello de todas las escrituras judeo cristianas. Como señala Alan Bricmont es tal la fuerza de estas premisas que incluso el Vaticano sostiene que si existe contradicción entre las escrituras y las evidencias científicas deben interpretarse las primeras en modo figurado.

Sin embargo subsisten los tabúes, es más, se reproducen y potencian; la más de las veces justificados en nobles intenciones. Uno de ellos es el de la verdad oficial, impuesta por los ganadores de la segunda guerra mundial, resguardada con figuras penales que criminalizan la discrepancia ante a ella. Los juicios de Nüremberg fueron aberrantes, al igual que los de Tokio, sin embargo a muchas personas se les obliga a aceptar dichas parodias. Evidencia importante y abundante existe para dudar de la verdad oficial tanto en número de muertos, la causa de los decesos y la responsabilidad de los mismos. Por la magnitud caben muchas interrogantes y sería adecuado abocarse a ellas antes que buscar a toda costa el silencio.

Dejemos competir en igualdad de condiciones a la verdad y a la mentira y veremos quien triunfa, decía optimista Adam Smith. Lamentablemente esa igualdad de condiciones no existe pues existen agencias de propaganda, comunicacionales y de lobby que funcionan 24 horas al día y 7 días a la semana con el único fin de torcer la verdad.

El holoscausto existió, no en las magnitudes que nos presenta la propaganda sionista, pero es un hecho indesmentible. También existió el bombardeo con fósforo blanco a Dresde y Tokio, e Hiroshima y Nagasaky. También se exterminaron aborígenes en toda américa casi en la misma época claro que sus muertes no se contabilizaban por distintas cuestiones baustimales y administrativas tediosas de explicar. Y así como si nada, hace unos pocos años mataron a cuatro millones de civiles en Ruanda. Odioso sería contar los muertos en Iraq o Palestina.

El holocausto existió, perdón, EXISTE.

Esa es la gran mentira tras el neón de los holocaustistas: El presentarlo como un asunto pasado y superado.

En Chile se mató y se torturó, eso es indesmentible. Pero transformarlo en una campaña por la memoria, una campaña estridente y majadera se presta con facilidad para esconder otra gran verdad, quizá más dolorosa: EN CHILE SE MATA Y SE TORTURA. Hasta las instituciones más obsecuentes admiten que en nuestro país se violan sistemáticamente los derechos humanos sin siquiera considerar el irrespeto absoluto a los derechos económicos, sociales, culturales, sexuales y reproductivos.

El dandy Larraín se ha equivocado en el tono y en algunas premisas pero no en sus conclusiones, al menos no del todo:

La extorsión moral de Bachelet y sus secuaces, su circo itinerante por la memoria y los derechos humanos, es en realidad una cortina de humo destinada al olvido de los derechos y de su humanidad.

Mientras los testaferros de la clase macroempresarial, Bachelet incluída, hurgan en nuestros bolsillos por las tres chauchas que no pudieron sacar la vez anterior, o los agentes del orden marcial, garantes del toque de queda permanente, salen a cazar brujas, indios, anarquistas o como mierda se llamen, su excelencia guarda riguroso silencio.

Y si habla, es para decir una tontera.

Ana Frank existió, y a parte de ese hecho indesmentible es un mito usado a mansalva para fustigar a los pobres Palestinos por vía indirecta. El dolor real es usado para producir y justificar el actual.

¿Usted y Ana Frank comparten algo? Me parece que sí.

Usted está viva y salvo que enmiende el rumbo, cuestión que dudo, su vida es y será mucho más que la represión política de la cual fue víctima. La historia hará lo suyo encargándose de consignar su paso por un centro de tortura y exterminio como una anécdota.

Usted es la presidenta, entre todos los presidentes, mandatarios e inclusive dictadores, que más chilenos ha mantenido encarcelados, en condiciones que no cumplen ninguno de los estándares que en tierras lejanas dice profesar.

Usted gobierna para los ricos y gestiona el dolor de los pobres a base de ugüentos populistas de mala calidad, o represión policial militarizada.

Usted se dice socialista y regala el agua, el cobre, el oro y el molibdeno. Su ministra, que también se dice socialista - y hasta socióloga- llama a no buscar empleo para que usted no se ruborice mientras nos vende en la OCDE.

Usted le regatea hasta el último peso a sus empleados mientras le hace descuento a los Paulman para que terminen sus vergonzantes monumentos.

Usted será recordada como una gobernante de derecha, por más berrinches y piruetas hagan sus bufones.

Y su lloriqueo de los DDHH es tan sólo la argucia para contener a la izquierda, para venderles la pomada de que existe otra derecha a parte de la suya, ganando de paso puntos en las rifas de popularidad. Para que entregen sin chistar en segunda vuelta los gramos pa'l kilo para que usted y los suyos continúen la parranda un periodo más.

Usted hará su modesto negocio, la historia hará lo suyo.

El Lado Nefasto del Le Monde Diplomatique.


Un artículo inadvertido los desnuda.


A principios del dos mil asistí a un foro de ATTAC en el teatro providencia. Los oradores eran actores, la protagonista Gloria Lazo. Pensé que habrían argumentos pero ni por descuido se estructuró alguno. El espectáculo comenzó con un homenaje a José Bové, una autoridad casi sagrada para ellos y para algunos, pero que siendo estrictos su único acierto ha sido conducir su tractor hacia un Mc Donalds en una protesta proteccionista en 1999. Si este acto de protesta lo hubiese realizado en Chile estaría aún preso, o por lo menos procesado, pero en Francia atacar a las cadenas internacionales no sólo era un acto de insobordinación ante el capital sino que uno de protesta nacionalista, chovinista y patriotera. Por muchos años en dicho país se prohibió la existencia de carteles escritos en un idioma que no fuera en autoctono; la globalización y antiglobalización se forjó como un antagonismo entre lo local y lo estadounidense.

Gloria Lazo recordó el acto vandálico de Bové y lo situó a la altura de manifestantes de 1968 o de la plaza de Tian'anmen. El público gritó enfervorizado marcando la señal para retirarme. Desde luego escapé y casi pierdo a una mujer, que luego perdí por otros motivos estúpidos, por no esperarla en aquel sitio.

En esa misma época fui testigo durante dos Foros Mundiales en Porto Alegre del proselitismo de ATTAC que se justificaba como nuevas formas para nuevos tiempos. Lo dramático es que esas formas carecían de fondo, o de un fondo explícito, y sólo se preocupaban de reclutar incautos entusiasmos juveniles para vaya saber quién qué propósitos. El marquetín sofisticado de ATTAC sumado a su intento de controlar las instancias organizacionales de los Foros fue una de las causas de que dichas instancias se desperdiciaran. Me quedó la impresión desde entonces que la nutrida y sofisticada propaganda de la institución no provenía de los bolsillos de sus sonrientes feligreses sino que algo más tangible, que un grupo de activistas pagaba los baguettes y la champaña.

Los incautos de siempre cayeron rendidos ante el discurso fácil antiyankee, pues para muchos en nuestra región, lamentablemente, la izquierda constituye una fase del desarrollo de su personalidad, justamente aquella en que se considera nefasto todo aquello que piensa el padre; el padre de los padres, para estos pobres sujetos sujetados, es la imagen de los EEUU. Esto define el cauce de sus acciones, sellando el caracter momentaneo y superficial de dichas fases de rebeldía que nunca producen cambios radicales.

Le Monde Diplomatique llegó a américa latina en una simbiótica danza con ATACC, institución que se constituyó a su alero. Por suerte su influencia sólo alcanza a los platudos que podemos pagarla y los cabezones con tiempo que podemos leerla, pero eso es muy distinto a las espectativas quizá sobredimensionadas de los que la producen y distribuyen.

Esta publicación tiene algo más de cuarenta años y su función era ser una revista de revistas francesas distribuidas en las sedes diplomáticas por todo el orbe, principalmente en sus colonias. Pronto ese proceder se complementó con la producción de los diplomáticos que le contaban a los metropólitanos qué tan hediondos eramos los indios.

Le Monde Diplomatique, al igual que otras instituciones francesas como DIAL (Distribución de Información Sobre Latinoamérica) no se constituyeron para liberar a los pueblos oprimidos sino precísamente para espiarlos, controlarlos, conocerlos, afianzar el dominio económico-cultural, y reforzar el colonialismo. De paso arrimar a su aras a unos cuantos intelectuales criollos para que se afrancesesaran.

Lo anterior no está en duda, lo discutible es si esas instituciones siguen respondiendo a esos nefastos fines. Esto lo digo como lector habitual del Le Monde Diplomatique y como columnista de Alterinfos, filiada a DIAL.

El artículo "Tótem y Tabúes" de Jacques Sapir (Le Monde Diplomatique, edición chilena, Marzo de 2009) da argumentos a favor de considerar dicha publicación como una agencia francesa interesada. En su extensión, el doble de lo habitual, adornada con muchos gráficos, se dice sin ambagues que se debe volver al proteccionismo en Francia aunque eso produzca una catástrofe para todos los demás, empezando por los pobres es decir, nosotros. La economía francesa, y sus trabajadores, son tan importantes que valen la cesantía y la misería del tercer mundo.

Bové protestaba en contra de nosotros, no a nuestro favor. La prédica de los "antiglobalización", muchos de los cuales se han travestido en "altermundistas", es defender la industria y el agro metropolitano en desmedro de los intereses periféricos. Las reglas del intercambio en desigualdad parten y terminan en el proteccionismo del primer mundo. Mientras nuestras fronteras están abiertas para que extraigan los recursos naturales que demandan los neocolonialistas están cerradas para recibir nuestras manufacturas.

Separemos la paja del grano, leamos sus revistas como lo hacemos con cualquier otra: Con la mente abierta y alerta. No creamos de buenas a primeras las buenas intenciones de los policías buenos, pues ellos no existen.
jueves, 21 de mayo de 2009
Qué Tal el Nuevo Candidato Por Maipú.

Pepe Out va por candidato a diputado por Maipú.

Esta nota va dedicada a quienes creen que esto no puede andar peor.

Como candidato es un excelente modelo.
miércoles, 20 de mayo de 2009

La Influenza y los Influenciables.


La gripe está de moda.

Estaba claro que sucedería, Chile no podía quedar fuera de la moda global del momento: La gripe porcina nombrada eufemísticamente ah1n1.

Y como todo en este país, portar lo novedoso, aunque sea algo tan nefasto como un virus, es sinónimo de estátus. No cualquiera tiene la última influenza importada desde el norte; existe una distancia insalvable entre el pobre diablo que se resfría, seguramente por carecer de calefont, gas o secador de pelo, y quien ha contraído este new virus peer to peer.

Aunque tenga sus riesgos no dudo que muchos quieren que sus hijos contraigan este virus pues eso sería indicativo que son amigos, vecinos, parientes o cercanos de los actuales contagiados. En un par de meses cuando ser portador de esta enfermedad será algo tan común y desagradable como las liendres, la fiebre ya no será tenida como signo de distinción sino que será una moda accesible a todos repudiada por los vanguardistas.

Los teólogos aficionados de siempre no han tardado en culpar de esto a su dios o a su demonio. Apurados han acusado a los EE.UU, al sistema financiero, a la mafia de las farmaceuticas, a los cárteles afroamericanos del puerco (que entre otras acciones encubiertas han colocado a Obama en el gobierno). La realidad como siempre es más ingeniosa que la fantasía más delirante pero prodigiosamente sigue ligada más a la realidad que a la fantasía: La producción industrial de alimentos es un caldo de cultivo para enfermedades inmanejables, también la pérdida de la biodiversidad producto de la agroindustria. Colaboran también el hacinamiento propio del crecimiento poblacional y la urbanización.

Pero el aspecto crucial que coadyuva a la propagación de un virus como este u otro, no es sino nuestro neurótico combate a las enfermedades. Cada hombre en este mundo quiere ser eterno y le exige a la medicina, dentro de sus posibilidades, que se lo procure. La excesiva higiene y el obsesivo cuidado de la salud es un gigante y complejo edificio construido con naipes sobre la arena pues nos hace inmunes ante todas las amenazas conocidas pero peligrósamente vulnerables a todo aquello que la naturaleza diseñe, incluso para lidiar contra nosotros mismos, o aquellas que nuestras propias mentes desbocadas conciban.

En su tiempo la peste negra diezmó a las dos terceras partes de la europa medieval; a principios del siglo XX muchas muertes produjo la gripe española, no tantas como las guerras pero sí muchas. Razones hay para preocuparse por lo tanto las acusaciones sobre manipulación o sobre cuidado de las autoridades en gran parte son infundadas pues no se sabía qué tan grave podía ser la pandemia.

Albert Camus es su clásico "La Peste", retrata el mundo acotado a una ciudad en cuarentena, Argel, producto de la peste bubónica. Muchos recordaron a Camus por las medidas en Mexico pero pienso que aún así fueron escasas, timoratas y claramente interesadas en no afectar el comercio y el turismo. Si la gripe hubiera resultado más agresiva produciendo mayor mortalidad culparíamos a coro a las autoridades mexicanas; como, al parecer, esto no es más grave que una influenza común y silvestre los generales de siempre hablan de histeria o manipulación mediática.

Aquellos asuntos que no se nos deben escabullir en el pánico son las efectivas medidas del gobierno de Chile para combatir la influenza, que ojalá fueran similares en todos los demás casos cuando las cámaras de TV ya no registran. Quizá faltó control en las fronteras pues las barreras naturales hacen de nuestro país una isla que puede, en teoría, ser un refugio en casos como éste.

La influenza porcina dejará de estar de moda y rápidamente bajará del barrio alto atacando a niños no tan bien alimentados y vacunados, que carecen de calefont, gas o secador de pelo, que sobreviven hacinados en lóbregas habitaciones temperadas con una estufa a parafina con la mecha en mal estado o con un brasero. Aunque las muertes sean pocas en comparación a los contagios, esas serán muchas pues la enfermedad nos atacará en pleno invierno y dudo que el gobierno pueda dispensar las oportunas atenciones de hoy a una fracción importante de la población. Antes de este brote ya se había alertado acerca de los nefastos efectos que produciría el adenovirus y la influenza ordinaria pues la crisis económica implica menos alimentación y calefacción.

Mientras miles se preocupan excesivamente para que ni un pétalo de rosa roce sus existencia, miles de millones de pobres siguen vulnerables ante cualquier evento, el que para ellos redunda necesariamente en catástrofe: La gripe porcina para los ricos es una moda, un arresto comunicacional, pero para los pobres es una calamidad cierta, como tantas otras, que a diario deben padecer.
martes, 19 de mayo de 2009

La Marca Marco II.


Sus propuestas económicas.

Quizá en el artículo anterior fui muy duro con Marco Enriquez pero sus propuestas económicas validaron con creces lo que hasta entonces eran legítimas sospechas.

Desde una crítica ingenua Enriquez es un enviado de la derecha destinado a bloquear electoralmente a la izquierda y dañar las aspiraciones de Frei. Para pensar las cosas de ese modo es preciso identificar a la derecha, de modo antojadizo, con Piñera en vez que con Frei. Se trata de una especie razonamiento político geográfico estático: La derecha estaría situada, por ejemplo, en Brasil, la concertación en Argentina y nosotros en Chile. No podemos ser vecinos de Brasil pues entremedio está Argentina. La derecha no puede ser la concertación pues está entre nosotros y la derecha, y si consideramos que todo, allende los andes, es derecha, nos traicionaríamos pues cada pacto nos haría transar con ella.

Lo cierto es que los capitalistas buscan conservar y maximizar sus riquezas y si para ello es preciso se sirven de todo cuanto sea necesario. Ni Frei ni Piñera son los candidatos de la derecha si por derecha entendemos los intereses del capitalismo; pero está claro que cualquiera de ellos les es funcional a sus propósitos aunque el democrata cristiano nombre a connotados ex progresitas en cargos ministeriales.

¿Y Enriquez?

Pues Enriquez es la alternativa, la alternativa de Frei y Piñera tal cual un producto de consumo es sustituto de otro. Enriquez no sólo no ha evitado estrechar los incestuosos vínculos políticos y económicos sino que no ha tenido ningún pudor en hacerlos explícitos. Frei guarda a los Pickering y a los sátrapas de oceános azules debajo del catre, del mismo modo que Piñera debe extremar las normas de etiqueta para que no se confunda su apellido con Piraña. Enriquez en cambio no tiene problemas de exhibir a su equipo económico sacado de una novela de Mario Puzo, el que, más piraña que el propio Piñera ha propuesto sin empacho colocar la bandera de la inversión privada en lo que nos queda de sector público.

Tan escandalosas han sido sus propuesta que hasta la propia Evelyn Mathey las rechazó de plano: Las denominó un Tutti Fruti entre Carlos Ominami y Paul Fontaine.

La exención de impuestos a las personas y el aumento al de las empresas deja todo en el mismo sitio, del mismo modo que el marginal aumento del royalty no es más que un fraude de etiquetas.

Por otra parte la propuesta de privatización sobre el loable pretexto de la transparencia es falaz desde el prisma en que se lo juzgue:

¿Qué fin puede perseguir un inversor en un negocio tan regulado y en que su modesta participación (5 o 10%) no le permitiría ni siquiera custodiar adecuadamente sus intereses?

Obviamente que se propone que esos minoritarios inversores posean atribuciones desmedidas, incluso determinantes, en claro desbalance de sus aportes. La medida se escudaría en el argumento de "nadie va invertir si no le damos esas facultades" y también "todo es por la transparencia".

El falso altruismo queda en evidencia cuando se valora ese cinco por ciento de CODELCO en menos de dos mil millones de dólares cuando según cálculos conservadores valdría ocho veces más sin considerar las reservas de oro y molibdeno. Es decir se quiere vender una pequeña parte de CODELCO, a precio de ganga, para que el fisco reciba dinero que en este momento no necesita, pues dispone de excedentes depositados en el extranjero, abriendo la brecha de la principal empresa pública del país a las patentes de corso del sistema privado, sin lugar a dudas el lugar menos transparente del mundo. Esto no es otra cosa que colocar una quinta columna del ejército macroempresarial en CODELCO.

Si el objetivo no es en sí mismo la privatización sino que la transparencia ¿Porqué no propone Enriquez mejor que nacionalicemos un diez por ciento de los Bancos, las ISAPRE, las AFP y un cinco por ciento de la gran minería del cobre, del hierro y del oro? ¿Por que no se nacionalizan coutas similares de los colegios y de las universidades privadas para que el Estado pueda al menos controlarlos en tanto pequeño propietario?

Desde luego que el fin buscado no es ni la transparencia menos la custodia de las arcas públicas.

Enriquez, tal cual su padre adoptivo el renovado Carlos Ominami, se ha propuesto la privatización de la gran minería del Cobre y cuesta pensar que existan otros fines que los privados para que eso ocurra. Gracias a los buenos oficios del senador Ominami se privatizaron los dos tercios de la gran minería cuprífera durante la concertación. El camino duramente avanzado por Frei Montalva y Allende fue desandado rápidamente por Aylwin, Frei hijo, Lagos y Bachelet.

Las propuestas de Enriquez son tan aberrantes como las de Frei Ruiz Tagle y Piñera, en ese sentido son la alternativa. Tal cual ellas es absurdo siquiera plantear cual de ellas es más de derecha o más de izquierda pues todas no son más que opciones autoritarias populistas destinadas a agazajar una vez más a la clase macroempresarial. La única diferencia es que los dos primeros intentan embaucar a los mismos de siempre mediante sus burdos tecitos, carteles y puerta a puerta y Enriquez, a cuantos incautos les pueda restar a cada uno de ellos.

Discutir si afectará a Frei o a Piñera también lo es y por lo mismo si responde a una conspiración concertacionista o aliancista, lo claro es que nos afecta, y afectará, nuevamente a todos nosotros.
miércoles, 13 de mayo de 2009

Temporada de Movilizaciones Universitarias.



Que no se entienda con estas palabras que conspiro en contra de las movilizaciones de los universitarios, pero creo oportuno decir unas cuantas cosas que por lealtad mal entendida no suelen mencionarse.

Las clases comienzan en marzo y es un muy buen momento para descansar de las largas vacaciones y reencontrase con los compañeros de curso. Tanto el estudio como la conciencia social se posterga para más tarde.

En abril la desidia de marzo pasa la cuenta y es preciso atender a los estudios de modo sistemático, las actividades políticas se retoman y recién se lee lo último escrito en la agenda a finales de mayo del año anterior. Luego de una serie de luchas intestinas, matizadas con comentarios de pasillos, confección de trípticos y pegadas de carteles, recién a finales de abril se ha elegido una directiva. Los alumnos de primer año, prestos a mimetizarse en el nuevo medio, son los más entusiastas tanto en las movilizaciones como en las elecciones por lo tanto aquellos que convenzan a los mechones obtienen el poder.

Como es preciso corresponder con la imagen mítica de los universitarios como fuerza política relevante, y hasta determinante según algunos afiebrados, entre finales de abril y principios de mayo comienza la temporada de movilizaciones universitarias la que dura hasta un par de días después del 21 de Mayo o se extiende según la llegada de las lluvias en la zona central.

Es un asunto delicado mencionar esta situación pues puede entenderse como un menosprecio a los legítimos anhelos de cambio social en una fracción de la población que constantemente es cuestionada por su falta de participación, pero es preciso decir esto pues es criminal seguir callando.

Entre diez y quince años de retardo tienen los universitarios en sus demandas, y entre cuarenta y cincuenta años en sus métodos de lucha.

A principios de los noventa peleaban contra Pinochet, a mediados de los noventa en contra de las universidades privadas. El lucro en la educación y la falta de calidad les llegó como un rayo en sus cabezas luego que los estudiantes secundarios realizaran su conocida rebelión.

Los universitarios continúan venerando las formas antes que los contenidos, y como año a año se hacen cada vez más elitistas los planteles impostan un rol mesiánico, caritativo en su organización política. Siguen tolerando que entre sus demandas se filtren mezquinos intereses del colegio de profesores, o de la decadente izquierda tradicional, o que se los utilice por el gobierno de expertos mediadores como en la rebelión de los pingüinos.

Hugo Latorre, en el Paskin de Rancagua, hace unos días recordaba el indecente rol que cumplió la ANEF y el Colegio de Profesores en la rebelión de los pinguinos, cuando ellos agotados tras meses de luchas los convocaron para que ocuparan las grandes alamedas. Muchos niños, de quince años, se sintieron tanto y más solos que Allende en la moneda pues sus bronquitis y resfriados pasaron pero el dolor de sentirse traicionados por todo un país nunca.

Complemento la información de Latorre, el indecente rol también lo cumplió la FECH, la CONFECH y todas las organizaciones universitarias. Sólo se sumaron a las movilizaciones cuando hasta la UDI las apoyaba, y su modo de apoyar fue debilitando la organización espontánea de los secundarios mediante sus monsergas cuando repartían mercadería por los liceos tomados. Ningún apoyo concreto, ninguna idea, menos cuando era preciso parar al país para que no ocurriera lo que hoy pasa: Que nos cambiaron una ley de educación mala por otra peor.

Figurines, testaferros, izquierdistas de oportunidad, de escaparate, que aprovechan estas oportunidades para hacer contactos que les permitan vivir el resto de sus vidas del fisco o de instituciones internacionales. Ese es el perfil de los revolucionarios de escritorio que pululan en las universidades y que entre finales de abril y finales de mayo desfilan con carteles en las manos.

Si le quedan dudas por favor lea esta carta, enviada por los dirigentes universitarios a la Presidenta Bachelet.

Movilización en Gendarmería de Chile.


Los Uniformados También son Trabajadores.

En nuestro extraño país las instituciones armadas dedicadas a la seguridad interna son consideradas del mismo modo que a ejércitos destinados tras las lineas enemigas. Carabineros de Chile, la policía uniformada, depende del ministerio de defensa nacional mediante la subsecretaría del sector. Este puesto lo ocupa actualmente la abogada Javiera Blanco, ex jefa de estudios de la Fundación Paz Ciudadana, quien en cada intervención pública habla en estilo marcial, bernaliano, al borde de la arenga cual si estuviera en la sima del morro de Arica.

Gendarmería, la institución dedicada a la custodia de la población reclusa, depende del ministerio de justicia pero eso no ha sido óbice para que sean constantemente acosados bajo la excusa de que su uniforme les impide ser tratados como seres humanos. Ningún trabajador, esté o no uniformado, puede ser considerado un traidor a la patria por ejercer sus derechos laborales. Al menos en teoría, pues en nuestro extraño país ha ocurrido en muchas oportunidades y sigue ocurriendo.

Las primeras movilizaciones de Carabineros a finales de los noventa fueron duramente reprimidas y los manifestantes duramente sancionados. Con Gendarmería de Chile ha ocurrido algo similar salvo que sus funcionarios, producto entre otras cosas de sus precarias condiciones laborales, han decidido en las últimas manifestaciones luchar hasta el final sin amedrentarse por las sanciones.

En la lucha de clases que desata la clase dirigente mediante nuestro gobierno de "centro izquierda", los uniformados deben ser en definitivas lo que hacen el trabajo sucio. Deben apalear a mansalva y disparar, balas de verdad, inclusive. Es inadmisible que consideremos normal el que mueran personas durante manifestaciones políticas en un país que se dice democrático.

En menos de una semana doce internos fueron asesinados en la prisión Colina II. Que ocurriera una masacre de esta magnitud era cuestión de tiempo y había sido alertado por los propios funcionarios de gendarmería. La escasa vigilancia, por la insignificante cantidad de gendarmes, de los cincuenta mil presos (Chile ostenta el triste récord de encarcelamientos por habitantes) impide un control de los mismos e incluso pone en riesgo la vida de los custodios.

El modo que el gobierno ha encontrado de lidiar con las irresolubles cuestiones estructurales como la marginación, la salud y la educación, ha sido sobrecargar de trabajo a gendarmes, enfermeros y profesores pues ha aumentado sus estándares de cobertura o de calidad alargando los turnos o derogando sus derechos. Cada vez que se manifiestan el gobierno conspira en su contra y poco le interesa que el sistema todo penda de esos puntos tan frágiles.

Esperemos que Gendarmería luche hasta el final, que los Carabineros no actúen de esquiroles, y que la judicatura cumpla su rol con independencia de los chillidos histéricos del gobierno amplificados en la caja hueca de la prensa.

lunes, 11 de mayo de 2009

La Marca Marco.


La presidencia de la república asediada por emprendedores.

Por Ariel Zúñiga Núnez



El periódico del gobierno, La Nación, ha emprendido una nueva campaña de desprestigio. Cada vez que a la concertación le han amenazado sus intereses el disciplinado pasquín, financiado con dinero de todos nosotros, no escatima recursos para aniquilar la imagen pública de quien se atraviese en su camino. Al mismo tiempo silencia todo aquello que para el gobierno pueda ser perjudicial, eso incluye los incestuosos intereses empresariales que campean en la Moneda.

La portada confeccionada por Vidal hace unos meses fue un escándalo, pero ahí sigue el diario gobernista como si nada ocurriera. Hoy le ha tocado ser agredido el personaje de la semana recién pasada: Marco Enriquez.

Los nexos que el pasquín desclasifica entre el pre candidato ominamista y los inefables Rodrigo Danús y Paul Fontaine no son menos impresentables que los que tiene Frei con Guillermo Pickering, ex ministro y asesor de los sectores regulados por el gobierno, o con Sebastián Bowen quien está vinculado a las grandes mineras en su calidad de director de un techo para Chile.

No sorprende el estilo macartista, de guerra fría, del diario oficialista, en que acusa a los ex pinochetistas de esbirros, traidores e inmorales mientras abala a la concertación en bloque que no ha hecho sino darle gobernabilidad y continuidad al sistema pinochetista. Tanto Flores como Enriquez son personajes de la peor ralea, pero no porque hayan cambiado en lo más mínimo, sino porque se han puesto al servicio del enemigo, del eje del mal articulado por Piñera.

Este basureo impide un análisis templado de la candidatura de Enriquez pues las agresiones mediáticas dividen a las audiencias entre ferbientes, y ciegos, seguidores, y ferbientes, y ciegos, detractores.

Enriquez aspira a ser presidente de la república pues la legislación se lo permite como un válido emprendimiento. Ya que Frei nunca ha exhibido otro mérito que ser el hijo de un ex presidente le basta y le sobra ser hijo de un detractor de éste. De paso quiere hacernos creer que su pedigree basta y sobra como credencial de su radicalidad que no es más que una forma, un modo de hablar ante las cámaras.

Quiere ser presidente y se sujeta estrictamente a la ley salvo en su aristocrática pretensión de obligarnos a llamarle Marco Enriquez-Ominami: Al igual que Edmundo Pérez se consideran exceptuados de la igualdad ante la ley y creen que se pueden llamar como se les dé la regalada gana.

Enriquez nunca ha logrado acreditar su curriculum de "director de cine" pues sus mediocres creaciones sólo dan pie para cuestionar las manos oscuras que financiaron tales bodrios en un país en que cualquier producción cultural se costea a duras penas. Chacaleitor y Mansa Cue componen la galería de lo peor del cine chileno opacando el nefasto precedente de "Todo por Nada" de Alfredo Lamadrid y La Rubia de Kennedy.

Tampoco ha logrado justificar los millones dedicados a su educación, se supone que en filosofía, pues cada vez que se le preguntaba algo, hasta antes de precandidatearse a la presidencia, respondía con una jerigonza destinada a impresionar a los incultos farandulelos que lo secundan pero que hace carne al refrán "mejor quedarse callado y parecer idiota que abrir la boca y confirmarlo".

Los méritos de Enriquez, por tanto, para ocupar la Moneda, son los mínimos. A penas los que exige la ley. Lo demás consiste en tener dinero, amigos poderosos y con dinero, un padre (adoptivo) senador -que dicho sea de paso editó un libro hace algún tiempo llamado animales políticos supuestamente escrito por ambos- , una esposa querida por gran parte de la audiencia adicta a la telebasura, y el recuerdo mediante terceros de un padre, burgués revolucionario abatido en acción, que nunca conoció.

A eso hay que sumar la popularidad que crece y seguramente llegará hasta un tercio del electorado.

Pero esta candidatura no sólo es parte de un gustito de un niñito mimado y sobreestimulado, hasta por su nana Pepe Auth en sus duros días parisinos; también responde a un frío cálculo político. No es un mero tráfico de influencia de Danús y Fontaine pues si llegara a ganar, cuestión posible aunque improbable, gobernaría con los mismos concertacionistas que hoy tanto critica. La táctica es sencilla, contener la fuga de votos de izquierda que obviamente produce el que pusieran alguien tan momio como Frei. La izquierda, por su parte, ya coloboró más de lo necesario, y lo decente, designando al más momio de los candidatos de toda su historia: Jorge Arrate. El estilo farandulero, berlusconiano, y de emprendimiento bling bling además le permite sumar en aquella inmensa fuerza política compuesta por los consumidores de reality shows, que antes se debatían entre "no sabe o no responde" y el Tatán Piñera.

En fin, nada nuevo bajo el sol. La mayoría de los votos en segunda vuelta, de izquierda y ominamistas, irán a Frei o al tacho de la basura, lo claro es que Piñera no ganará y eso lo muestra su propio semblante: Tiene tan claro que pese a todo perderá que no ha querido apostar a un fideicomiso en serio. Con Enriquez tanto va el cantaro el agua que capaz exista una sorpresa pues es posible que dispute el segundo lugar en la primera vuelta. El que nos gobierne el ambicioso productor de telebasura o el impresentable Eduardo Frei no es algo tan grave considerando que Bachelet consiguió lo mismo y tambien por muy escasos méritos.

martes, 5 de mayo de 2009

Lavandero: Continúa el Ensordecedor Silencio Oficial.


Que se acuse a un Fiscal de Prevaricador ya no suscita ningún escándalo.

Por Ariel Zúñiga Núnez


"En Chile quien habla de más o lo acusan de ladrón o de maricón"

Senador Nelsón Ávila. ( Declaraciones ante el montaje de Girardi que lo involucraba en el caso Spiniak)


La verdad histórica es imposible de reconstruir, para quien lo dude vea el filme Rashomon de Akira Kurosawa. Es por eso que en los sistemas judiciales modernos, autoproclamados racionales, se prescinde de la búsqueda de la verdad proponiéndose el modesto fin de que las resoluciones judiciales sean válidas más allá de toda duda razonable. La verdad es un asunto muy importante como para entregárselo a los jueces pero ellos sí pueden asumir la humana tarea de custodiar un debido proceso para que nadie pueda alegar que se le impidió defenderse, se lo obligó a inculparse, o se falsificaron las evidencias. En dichos sistemas es un acto grave de desacato alegar inocencia cuando existen resoluciones inmodificables.

El sistema procesal criminal que operaba en Chile hasta hace menos de una década era severamente criticado desde todos los sectores, debido a su incapacidad de brindar a la sociedad un debido proceso. Distinguidos académicos participaron de los estudios preliminares en que se juzgaba de modo categórico a dicho proceso. Algunos de ellos los dirigió la CPU (Corporación de Promoción Universitaria) y fueron firmados por el mismísimo Jorge Correa Sutil.

Según todos los informes, el sistema procesal anterior, fomentaba la autoinculpación aditada de modo aberrante por la tortura institucionalizada. Muchos de los críticos a la aplicación sistemática de tortura en dictadura omitían, incluso aún lo hacen, declarar que ella se practicaba a los delincuentes comunes mucho antes que a los políticos, antes incluso que las celdas móviles de Diego Portales; y que ella se continuó practicado de modo habitual por las policías hasta hace muy pocos años, al menos como método investigativo de delitos comunes.

Si bien la reforma procesal penal ha disminuído significativamente tanto la práctica como la legitimación de los modos más aberrantes de tortura, no ha conseguido superar al sistema predecesor pues todas sus promesas han sido incumplidas.

El nuevo sistema sería más eficiente y por lo tanto los procesos serían rápidos, lo que a mediano plazo justificaría la cuantiosa inversión.

Los fiscales sólo perseguirían los delitos graves sin embargo existen sentencias de diez y quince años de cárcel por robos de teléfonos celulares o reproductores portátiles de Mp3.

Pero el asunto más sensible del sistema anterior era que este prefería que se condenara a un inocente que dejar a un culpable suelto. Eso traía consigo que no pudiera saberse en definitivas quién era culpable o inocente pues el sistema de investigación no resistía ni el más mínimo análisis.

En este ítem el nuevo sistema se ha conservado intacto, al menos en los casos emblemáticos. No existe ningún caso de impacto nacional en que no quepan dudas razonables acerca de la autoría de los condenados con la honrosa excepción del asesinato del joven ciclista en la plaza Pedro de Valdivia. Quedaron serias dudas en el caso Alto Hospicio y qué decir del "Psicópata del Pincel". En este último caso el condenado había sido absuelto en un primer juicio que fue anulado POR LA PRENSA y visado por la corte, y se constituyó un tribunal para dictar una sentencia ya decidida. Es tan grave lo sucedido que las mismas evidencias que llevaron a la absolución en el primer juicio, llevaron a la condena en el segundo. Las circunstancias exculpantes esgrimidas por el imputado no sólo no se valoraron como duda razonable sino que además no se investigaron dichas hipótesis alternativas, y se validó como testigos a personas directamente implicadas en los hechos, a los cuales nunca se trató como sospechosos.

Los casos suman y siguen mientras las fiscalías se colapsan a propósito de la mentalidad de estafeta del primer fiscal nacional que se esmeró en sus dos primeros años de ejercicio en aniquilar una máquina colosal y aparentemente perfecta. Sabas Chahuán no ha dado muestras de revertir esta política y con cada intervención deja de manifiesto porqué Guillermo Piedrabuena lo colocó alguna vez en su cargo.

Pero el caso más aberrante ocurrido en el "flamante" nuevo proceso penal ha sido la condena por secretaría, y digámoslo con todas sus letras, por la televisión y nada más que por la televisión del ex diputado y senador Jorge Lavandero Illanes. Lo más grave en este caso es que las audiencias se televisaron en vivo y en directo lo que dejó en evidencia el deficiente capital cultural de los "letrados". Será por esto que nunca más se autorizó una cobertura de esta naturaleza.

En dichas audiencias se incumplieron todas y cada unos de los principios basales del nuevo proceso y que habían justificado la sustitución por uno nuevo.

En Septiembre de 2001, mientras dictaba una ponencia en Guarujá, San Pablo, mencioné que el nuevo sistema procesal era un lavado facial al proceso vigente y que sólo serviría para que se pudieran televisar los juicios y realizar producciones, series de TV, inspirados en ellos. Siento haber tenido la razón en cada palabra, incluso debo reconocer con pavor que lo que ocurre hoy es aún peor que lo que podíamos delirar en nuestras peores pesadillas.

El nuevo proceso sólo ha servido para hacer aún más severo el sistema de clases de aquello que con tanta hipocresía e ignorancia se le denomina justicia. Las detenciones han crecido en modo constante al igual que los encarcelamientos. Los costos operativos del nuevo proceso son escandalosos si se los compara con los de vivienda, educación y salud. En la Araucanía el nuevo proceso se utiliza como una extensión del terrorismo de estado. En las grandes ciudades se considera normal que se emprenda una lucha de clases, desde arriba hacia abajo, en que los dominadores del juego aplacan día a día a los pobres que deben subsistir sin educación, empleo ni esperanzas.

Y aún así el caso Lavandero sigue siendo, por lejos, lo más aberrante que se haya visto, pues él fue ajusticiado en un proceso televisado a pesar del poder que tenía y de sus recursos económicos. Eso demostró que el nuevo sistema es aún peor que el anterior pues Jovino Novoa y Nelsón Ávila sí gozaron de la oportunidad, que todo chileno pudiente gozaba, de demostrar su inocencia bajo el sistema inquisitivo.

A Lavandero incluso eso le fue negado.

El nuevo sistema ha fomentado el ejercicio de la profesión de la piratería judicial mediática, del pillaje en descampado y del ascenso a figuración pública de pálidos tinterillos, verdugos e inquisidores, sedientos del poder negado en duelos argumentales. Personas lo suficientemente infames como para un día escribir un manual sobre el nuevo proceso, como Julián López, y acto seguido oficiar de mano muerta de oscuros intereses conocidos pero inexpresables, contra todo lo que había escrito. Personas enfermas de odio, afiebradas, impotentes, que ven en el poder a toda costa la única vía para aliviar la naúsea que provoca su reflejo.

Y nuestra sociedad yace en tal estado de pobredumbre que dichas ánimas en pena no causan ni lástima ni espanto sino que además nos gobiernan.

Lavandero enfrentó a Barrick Gold; a la tropa de mafiosos que se hace llamar por estos días "Los Mineros de Chile"; se batió de díscolo solitario cuando había más de algo que perder siéndolo, no como ahora que incluso está de moda; acusó a Mario Kreutzberger, Don Francisco, de hacer gala de mezquinos intereses en su altruismo teletonesco. Se dio el gusto de ofender a cuanto pez gordo ha existido en este país... y parece que lo seguirá haciendo:

En entrevista transmitida por el canal de cable Zona Latina, Lavandero acusó sin eufemismos a Armendariz, el delfín de Piedrabuena; a Clara Scharansky, ex pareja y ex presidenta del Consejo de Defensa del Estado, y a todos los responsables por haber sido juzgado indebidamente. "No tuve ni juicio oral, como es derecho de todo chileno, y tampoco un juicio abreviado". Estas afirmaciones ya las había realizado, en gran parte, en la publicación electrónica Cambio 21.

Un juicio oral y público es un derecho humano constitucionalmente reconocido el que sólo puede renunciarse en casos calificados por el imputado. Todos escuchamos a Lavandero gritando en la primera audiencia "He sido presionado" y acto seguido a sus abogados pidiendo que se lo juzgara. La respuesta de nuestra judicatura fue "No a lugar". Eso es tan escandaloso como que se le obligue a un imputado que ha elegido guardar silencio a hablar . Las garantías constitucionales son irrenunciables, el juicio abreviado es una figura al borde de la inconstitucionalidad lo que exige de los tribunales un sofisticado criterio al emplearla. Aquí sencillamente se negó la posibilidad de probar la inocencia que reclamaba el imputado lo que abre la puerta para que el ex Senador pueda espetárselo a quienes tan desprolíjamente actuaron.

En un país medianamente decente declaraciones de este tipo producirían un escándalo. En un país decente sólo un orate o un psicópata sería capaz de realizar tales declaraciones. En un país normal los personajes aludidos se querellarían de inmediato por injurias y calumnias graves, y con publicidad. En un país medianamente democrático los medios de comunicación competirían por el Pulitzer cubriendo esta noticia.

Sin embargo en esta larga y famélica franja de ignominia sólo el humilde semanario el ciudadano ha publicado una nota profundizando en dichas declaraciones, a las que se suman las palabras de este ingenuo comentarista que pensó en su momento que este asunto marcaría un antes y un después.

Ante tal silencio, o silenciamiento de la prensa, quedo solo, ante mi mismo, exigiendo las explicaciones del caso.

En un país medianamente salubre las autoridades aludidas estarían obligadas a responder acusaciones tan graves puesto que, aunque quizá ya se nos haya olvidado, los funcionarios públicos no están autorizados para cometer delitos.

Descargue el audio en Mp3 de la entrevista de Lavandero en Zona Latina.

Lea el artículo "El Caso Lavandero y el Muerto adentro del clóset", publicado aquí hace un año.